Por Arturo Peña, arturo.pena@gruponacion.com.py - Fotos: Nadia Monges

Un emprendimiento turístico capta la atención casi al llegar a la ciudad de Tobatí, en el departamento de Cordillera. Se trata del Castillo Caballero Templario, un proyecto en desarrollo que constará de un área de hospedajes y que ya ofrece a los visitantes la posibilidad de disfrutar de la naturaleza mediante un paseo ecológico, con área de camping en lo alto del cerro. La iniciativa es llevada adelante con el esfuerzo de una familia que se trasladó desde el Chaco hasta la serranía tobateña para cumplir un sueño.

Fe y sacrificio, palabras que tienen mucho que ver con un sueño que llamativamente nació en el Chaco para tomar asiento en la ladera de un cerro de Tobatí. Asentada sobre piedra, sólida como la perseverancia de los que dieron vida al proyecto, se erige la construcción –en proceso aún– del castillo Caballero Templario.

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La alusión a la Orden del Temple (conformada por los caballeros templarios, una orden militar que existió en la Edad Media para defender el cristianismo) sin duda llama de inmediato la atención. “Yo vengo del Chaco, donde no hay ni una elevación, todo es llano y yo desde chico soñaba con las montañas, los ríos, los caballeros con sus armaduras y sus espadas. Y ahora con mis más de 50 años vengo con mi familia a hacer realidad ese sueño. El nombre es porque nosotros somos una familia cristiana, muy católica, y a mí siempre me gustó la historia de los templarios, que fueron soldados del cristianismo”, cuenta Lorenzo Alfonso, quien con su esposa, Mariela Ferreira, y sus dos hijos llevan adelante el emprendimiento turístico del castillo Caballero Templario.

Están invirtiendo en novedades para ofrecer a los visitantes.

Se trata de un proyecto en desarrollo desde hace cuatro años, luego de que Alfonso y su familia adquirieran la propiedad y se trasladaran a vivir allí, dejando atrás su vida en Villa Hayes, en el Chaco paraguayo. “Nos decidimos y fue buena idea, porque al final esto está generando sus propios recursos de a poco, porque tuvo buena aceptación. La gente viene mucho, entonces ya estamos pensando en dar más comodidades para la gente; en primer lugar sería un sitio donde comer, con techo, por ahí si llueve o por el calor”, explica el propietario.

La pareja abrió el predio a las visitas en marzo pasado, en plena pandemia, lo que también fue todo un desafío, pero que vieron necesario; por un lado, para compartir con la gente la riqueza natural que poseen y, por el otro, porque veían la necesidad de este tipo de emprendimiento turístico en Tobatí, donde, según ellos, todavía no se está desarrollando el potencial y atractivos de esta localidad del departamento de Cordillera. “Cuando venís a Tobatí, lo que más ves son olerías a lo largo del camino, y acá hay una riqueza natural impresionante y que no está explotada como se debe. Nosotros queremos impulsar eso, el turismo en la zona”, agregó Alfonso.

El castillo Caballero Templario está ubicado en el kilómetro 65 de la ruta que va de Tobatí-Caacupé, al costado del conocido mirador del cerro, casi a la entrada de la ciudad. La construcción tiene aires arquitectónicos medievales y en este momento consta de tres habitaciones independientes con baño privado (una estaría lista para alquilar para fin de año y dos a medio construir). “La idea es que las habitaciones del castillo sirvan como posadas. Pero lo impactante es que dentro de las piezas uno puede ver las rocas del propio cerro saliendo, ya que la construcción usa como cimiento las piedras en su estado natural. Nosotros no destruimos nada acá, sino que nos adaptamos al entorno para construir. Eso implica gastar probablemente tres veces más que en una construcción normal, digamos, pero el mensaje que queremos dar es que cuidamos la naturaleza”, agrega.

Está en proceso también un área que funcionará como patio de comidas, con todas las comodidades y un acceso nuevo con dos torretas, siguiendo el estilo arquitectónico medieval.

El complejo del castillo se asienta en la base del cerro en un predio de dos hectáreas y tiene amplios espacios verdes con abundante sombra, donde se siente la frescura de la naturaleza. Incluso el agua del lugar proviene de las profundidades del terreno y se puede sentir su valor mineral al probarla. “Esta es agua pura y según entendidos puede usarse también de forma curativa. Frente al castillo construimos una pileta que se alimenta con esta agua natural, para que la gente pueda relajarse allí”, explica a su vez Mariela Ferreira, quien afirma que luego de mudarse al sitio se curó de varias enfermedades serias que venía arrastrando.

El paseo ecológico es toda una aventura.

PASEO ECOLÓGICO

Pero el complejo turístico no termina allí, ya que se suma un área denominada paseo ecológico, de unas seis hectáreas más, de una riqueza natural envolvente en la que se puede hacer caminatas, ciclismo, avistamiento de aves y también camping. Un sendero sin demasiadas dificultades para recorrer sube hasta la parte alta del cerro, donde se despliega una vista impresionante del valle rodeado de elevaciones y donde se respira aire puro y refrescante.

“Tenemos muchos visitantes que vienen a pasar el día o a hacer camping en el cerro, donde la vista es muy hermosa. El entorno de piedra le da un toque especial a todo. Nosotros hacemos controles permanentes para que no tengamos ningún incidente, como por ejemplo alguna fogata que quede mal apagada o algo por el estilo”, explica también Ferreira.

Las diversas formas rocosas a lo largo del sendero y varias pendientes donde se forman caídas de agua con las lluvias son algunos atractivos que propone la caminata por el paseo ecológico. El punto culminante, en la zona de camping, es una invitación ineludible a pasar un día en familia o con amigos.

El predio, tanto en la zona de las posadas como en el paseo, se destaca por su limpieza. Y aquí se debe destacar el esfuerzo de toda la familia, ya que ellos hacen prácticamente todo lo que tiene ver con el mantenimiento, la limpieza y administración del lugar. “Soy el único rey que trabaja como un esclavo”, dice con humor Alfonso y destaca que hasta sus hijos se involucran de lleno en las tareas. “Ellos saben que esto es para ellos en un futuro y ayudan en todo”, señala por su parte la madre con orgullo.

De hecho, la construcción de las posadas fue hecha casi en su totalidad por los propios dueños. “Yo trabajé mucho tiempo en construcciones, como albañil, entonces gran parte entiendo. Mi esposa también me ayudaba acarreando la mezcla. Recién ahora estamos pudiendo contratar gente, pero bajo mi asesoramiento”, cuenta Alfonso.

Lorenzo Alfonso y Mariela Ferreira.

BUSCAN APOYO

Pero en su esfuerzo, Alfonso y su familia también encuentran límites. “Queríamos avanzar más con la obra este año, pero no podía terminar porque llegó un punto en que demasiado costoso era. Yo tengo otra empresita hacia Mariano Roque Alonso que me da como para sobrevivir y poquitito más y ahora con lo que está moviendo el castillo en cuanto a visitas también tenemos otra entrada, pero todavía no es suficiente para este proyecto”, señala el emprendedor. Desde la apertura estiman que han tenido más de cuatro mil visitas en el año y según la idea de la pareja, el proyecto incluiría varias habitaciones más (unas 20 en total) distribuidas en el predio. El castillo tendría una fachada de dos pisos.

“Nos falta capital, falta un inversor que nos impulse o nos ayude para poder fortalecer el proyecto. Queremos ver, por ejemplo, si hay firmas interesadas en apoyarnos con nuestro comedor. La gente visita mucho, pero hasta acá llega nuestra posibilidad hoy en día”, afirma Ferreira y cuenta que tienen ya contacto con la Secretaría Nacional de Turismo, donde hallaron buena predisposición, pero necesitan ese apoyo económico por sobre todo.

Como familia con bases cristianas, el sueño de la pareja es habilitar también en algún momento un comedor o un albergue solidario, para poder ayudar ahí a niños, ancianos e indígenas en especial.

“Así como los castillos templarios se utilizaban para proteger y para alimentar a los cristianos, así también nosotros queremos dar una mano a los demás cuando esto vaya mejor, y va a ir mejor, porque esa fe tenemos”, señala finalmente Alfonso.

Vista desde una de las habitaciones.
El cerro ofrece espectaculares formas rocosas.
El área de camping está en la cima del cerro.
El entorno paisajístico también es un atractivo.
Las rocas del cerro forman las paredes de las habitaciones
Hay amplios espacios verdes para el relax.

DATOS

HORARIO: de 7:00 a 18:00.

COSTOS: Para pasar el día, un costo de G. 25.000 por adulto. Para pasar la noche en camping, el costo es de G. 50.000 por persona. Los niños menores de 12 años no pagan entrada. Para el camping se debe hacer reserva previa.

CONTACTO: 0992 917 287

FACEBOOK: Castillo Caballero Templario


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