Este domingo Toni Roberto evoca a las antiguas galerías asuncenas con motivo de “Noche de galerías” que se realizará del 16 al 30 de setiembre.

Un día cualquiera de 1982 después de terminar las clases de dibujo en el viejo Cen­tro de Estudios Brasileños, el profesor Lívio Abramo me invita por primera vez a subir a su legendaria Combi azul. El viaje, un recorrido por las muestras de arte de ese día, el primer des­tino la galería Artesanos que quedaba en una de las colinas del barrio Ciudad Nueva sobre la calle Cerro Corá. Fue un momento glo­rioso, sentarme al lado de la maestra Edith Jiménez y mi nueva compañera del taller de arte María Alejan­dra García. Conduciendo, el maestro Lívio y al lado su eterna Dora Guimaraes. Así empieza mi recorrido por las viejas galerías. En esa época me entero de ellas y de los centros culturales donde se exponía.

Edith Jiménez, Alejandra García, Ricardo Migliorisi y Fernando Moure. Galería Fabrica. Asunción, 1990.

Sin dudar, 1925 se con­vierte en año fundamen­tal en sala de exposiciones con la apertura del Gimna­sio Paraguayo, siguiendo después el Centro Cultu­ral Paraguayo Americano en 1942, a mediados de la siguiente década, la sala del Instituto Paraguay Brasil, que luego se deno­minó Misión Cultural Bra­sileña y finalmente Centro de Estudios Brasileños.

LA RECORDADA GALERÍA MUÁ

Siguiendo este recorrido imaginario por tiempos que ya no volverán, en 1965 Coco Grillón y José Anto­nio Pratt Mayans inaugu­ran la Galería Muá, una de las primeras galerías de arte de Asunción y ese mismo año nace la Galería Tayí. La primera funcionó por un corto período en las inmediaciones del Hotel Guaraní, porque después los propietarios viajaron a Europa. Unos años después volvió Grillón e hizo su rea­pertura, en un pequeño espacio de la Estación de Ferrocarril de Asunción. De esa misma época data Galería Atlántica.

Multitud en Galería Miró. Asunción, 1970.

DE MUEBLERÍA A GALERÍA DE ARTE

En 1969 Lydia Miró, una joven entusiasta, hija del señor Miró, dueño de una importante mueblería de la época, funda la Galería Miró en un moderno edifi­cio de la esquina de Maris­cal Estigarribia y México, un amplio espacio que tenía un gran entrepiso, donde empezó exponiendo obras de sus amigos Ricardo Migliorisi, Jenaro Pindú, entre otros. En esa misma arquitectura, Pindú rea­liza su primera gran mues­tra individual en 1970, a la que la musicóloga Nelly Jiménez le compone una pieza denominada “Arcas”, material que fuera salvado gracias al paso de la cinta magnetofónica a un CD por el gran músico Benjamín Benza a principios de los años 2000.

Jenaro Pindú, Myriam Sienra, Demetrio Rojas, entre otros. Asunción, 1970.

EN LOS AÑOS 70

Ya en la década del 70 se inauguran Artesanos, la Galería Sepia, también Casa Taller en la zona del barrio Mariscal López. Más adelante Propuestas, de Gabriel Brizuela y Cabo de Vila, y al sur de la ciu­dad, Roberto Airaldi abría Espacio Alternativa sobre la Avda. José Félix Bogado en uno de los chalés del barrio El Pinar, creado por el arquitecto Juan Carlos Esculies en los años 60. Así también nacía Fábrica en un pequeño local sobre la calle Alberdi casi Eduardo V. Haedo y muy cerca la Sala Boggiani del cole­gio Dante Alighieri donde se realizaron importan­tes exposiciones de artis­tas como Víctor Ocampo o Hugo Pistilli.

La modista Zulema Noceda, Bernardo Ismachowiez, Michael Burt y Julia Elena Bibolini de Sapena. Asunción, c.1991.

DESDE MAGÍSTER HASTA LA PEQUEÑA GALERÍA

En 1985 Julia Elena Bibo­lini de Sapena presenta Magister, una galería donde expusieron gran­des artistas paraguayos y extranjeros como el brasi­leño japonés Manabu Mabe o el boliviano Gil Imaná. También en esa misma época, en donde fuera uno de los locales de Miró Mue­bles nace una nueva gale­ría con el mismo nombre de otra que había durado poco a principio de los años 70, llamada Galería Miró. Fue un sueño que duró unos años, dirigido por la artista Mabel Valdovinos, era un espacio de encuen­tro de la bohemia asun­cena del centro en aque­llos años, gente interesada en nuevas propuestas de arte. Así se realizaron desde muestras performá­ticas hasta la gran mues­tra por los 450 años de la ciudad de Asunción, donde se instituyó un pre­mio otorgado por la Adefi (Asociación de Empresas Financieras) y que había ganado el primer puesto el pintor don Luis Toran­zos y el segundo premio la artista Alejandra Gar­cía. También a finales de los años 80 se inaugura Pequeña Galería, la pri­mera situada en un sho­pping.

Olga Blinder, Leonor González Cecotto, Edith Jiménez y Lotte Schulz. Asunción c. 1966. Foto: J. Ruiz Nestosa.

EL PASO DEL TIEMPO

Con el tiempo muchas dejaron de existir por dis­tintos motivos, otras fue­ron salas de exposiciones ocasionales como la Casa Argentina, la Dirección de Turismo o el Banco de la Nación Argentina.

Todos estos lugares nom­brados fueron punto de encuentro en el correr de varias décadas, intere­sados en el arte, intelec­tuales y otros que toma­ban esos espacios como lugar de encuentro, en unos años donde las redes sociales no estaban ni en pañales y solo se podía combinar un encuentro telefónicamente.

DE LOS RECUERDOS A “NOCHE DE GALERÍAS”

Muchos de estos glorio­sos lugares hoy ya son solo recuerdos y que desde hace siete años reviven en “Noche de Galerías” –un proyecto de la Asociación de Galerías del Arte del Paraguay– al que este año fui convocado por su presidenta Lilian Ojeda y su vicepresidenta Veró­nica Torres, creando un con­cepto/dibujo “el arte une la noche y el día”, ya que antes se realizaba solo de noche, hoy debido a la pandemia es en modalidad mixta del 16 al 30 de setiembre.

Tal vez muchos de aquellos personajes del mundo cultu­ral desde los años 40 hasta los 90 ya no estén, pero noso­tros tratamos de rescatarlos en algunas instantáneas que quedan para el recuerdo de estos “Cuadernos de barrio” de los domingos.

Centro de Estudios Brasileños. Asunción c. 1989.

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