En la edición de “Un ateo en busca de la fe” de la fecha, hoy Mike Silvero conversa con el rabino Gustavo Katzuki, buscando conocer los caminos de religiosidad del judaísmo y cómo viven su fe los judíos. El programa se emite los sábados a las 21:00 por canal GEN.
Mike Silvero (MS): Gracias por recibirnos, rabino Katzuki. ¿Qué tiene de diferente el sábado con respecto a los demás días?
-Bueno, lo primero es que el sábado es el día que fue consagrado por Dios. Es el día que nosotros reconocemos la creación divina y que de alguna forma el texto bíblico nos dice que Dios ese día sábado descansó; por lo tanto, nos brindó como regalo a nosotros a abstraernos un poquito de todo el ruido de la cotidianeidad y poder concentrarnos, disfrutar de la hora de la creación de una manera distinta.
-MS: Y cuando el domingo nosotros estamos en el asado, ustedes ya están trabajando y moviéndose nuevamente.
-Yo te podría decir que, en el caso de lo que es la vida fuera de Israel, para el judío es como un bonus track. ¿Por qué?, porque de alguna manera hay un principio rabínico que dice lo siguiente: se llama Dina d’malkhuta dina. Si nosotros el día domingo lo que hacemos sí es realizar las actividades normales, alguno si quiere trabaja sin ningún problema, porque no te olvides que la observancia de shabat no se trata solamente del trabajo, de abrir o cerrar tu negocio, sino que tiene que ver con un montón de otras cosas, que tienen que ver más con la espiritualidad.
-MS: ¿Por qué considera usted que mayoritariamente la gente cree en Dios?
-Es una pregunta muy profunda. Creo que básicamente es por una cuestión que tiene que ver con la educación, hay cuestiones de tradición familiar. Hay cuestiones de que muchos te dicen ‘es algo que yo tengo acá adentro, es algo que solo siento’. Te voy a dar una respuesta del rabino Abraham Joshua Heschel. Él decía que el hombre de fe es aquel que se conmueve con lo que ve en el mundo. Entonces creo que hay diferentes formas.
-MS: ¿Cómo es el Dios de los judíos y en qué se diferencia del Dios de los cristianos?
-Se diferencian en muchas cosas y no se diferencian también en muchas cosas. Yo creo que tanto los cristianos como los judíos creemos en un Dios único y universal, en un Dios creador, y quizás digamos se diferencia más que nada en la cuestión de forma. Es decir, cuáles son los caminos que a nosotros nos conducen para poder llegar a ese Dios. Y yo creo que esa diferencia es fantástica, porque uno puede creer en el mismo Dios y querernos, cuidarnos y respetarnos a pesar de que no pensemos del todo exactamente igual.
-MS: ¿Y a parte de esa diferencia en las formas, si habría que encontrar tres cosas que son particularmente diferentes, ¿cuáles serían?
-Quizás la forma de concebir la imagen de Dios. Me parece que eso es fundamental. Ahora, de repente la manera de concebi r a ese Dios uno y único, que creo que es una diferencia, digamos, quizás importante. Hay una distancia importante que de hecho yo celebro, porque hoy las relaciones judeo- cristianas están pasando por el mejor momento de su historia. De buen acercamiento, de poder compartir desde la diferencia aquello que nos une. Me parece que tanto Juan Pablo II como el papa Francisco han dado en ese sentido grandes avances.
-MS: ¿Existe un concepto relacionado al pecado para el judaísmo?
-La palabra que el judaísmo utiliza más propiamente no es la palabra pecado, sino que más bien es la palabra transgresión. Porque de alguna manera la palabra pecado viene como algo prefabricado, ¿no es cierto? Entonces para el judaísmo todo el tiempo estamos eligiendo, todo el tiempo nosotros podemos marcar esa diferencia. Elevarnos, equivocarnos y remediar y poder siempre entender que mientras haya vida, tenemos esa chance de modificar, o sea, entonces de alguna manera el término que a mí me parece más correcto es transgresión más que pecado.
-MS: ¿Hoy en día con la posibilidad de recorrer el mundo, de conocer otras culturas, de conocer a gente que interpreta otra religión, ¿cómo llega uno a la conclusión de que hay un verdadero Dios?
-Es una pregunta fantástica. Quizás te pueda responder lo que alguna vez un maestro mío me enseñó. Él me decía ‘yo no puedo decir que el judaísmo es lo mejor. Lo que te puedo decir es que el judaísmo es lo mío y esto viene cargado con una cultura milenaria, con una misión’. En el judaísmo creemos que nosotros fuimos llamados por Dios para cumplir una misión, para cumplir un objetivo. Y uno de ellos, por ejemplo, es hacernos cargo de nuestro legado.
-MS: A mí me pasa desde este lugar, desde la búsqueda de conocer a la gente que tiene fe, cómo se sentirán mis padres que creen, que rezan, digo, ¿dirán ellos que fallaron porque yo no nací con esa creencia?
-No, hay miles de casos. Hay miles y miles de casos, pero a ver, permitímelo ponértelo desde otro modo. Yo personalmente pienso y creo que no existe quien no tenga fe. Yo creo que todos somos hombres de fe. La diferencia es fe en qué. Un ateo es una persona que tiene una fe en el mundo. Tiene una fe suprema, puesta en lo que ve, en lo que existe, eso es fe. Uno a veces tiene fe en un amigo, en un ser amado, uno a veces tiene fe en que un evento que quiere que va a ocurrir. Entonces, yo creo que todos somos hombres de fe. Bueno, lo mismo nos ocurre como papás.
-MS: Hay mucha relación entre el judaísmo y lo que hoy conocemos como el Estado de Israel. ¿Eso es realmente así?
-Yo tuve la suerte de estar varias veces en Israel. Incluso para terminar mis estudios rabínicos viví un año en Israel, en Jerusalén. La verdad es que no hay en el judaísmo una visión única sobre eso. Claramente para la mayoría de los judíos del mundo, Israel es el norte, nos da un arraigo milenario. Hay centenares de cánticos, de salmos que hablan de la ciudad de Jerusalén, y de Israel, y nuestras plegarias están dirigidas hacia allí, o sea, es siempre un punto de referencia, aunque existen aquellos que no tienen esa visión.
-MS: Cuando usted dice que son el pueblo elegido, ¿cómo es que se define el nivel de quién es más especial que el otro ante los ojos de Dios?
-Te voy a contar un chiste que es trágico. Hay un humorista judío en Argentina que se llama Moldavski y él dice que el pueblo judío ha sido siempre un pueblo que supo reírse, que supo hacer humor, aun en los momentos más difíciles. Para responderte, te voy a contar un chiste que no es tan chiste: se cuenta que en la época del Holocausto, hay un judío que está en un campo de exterminio y se acerca a un alambrado, mira el cielo y le dice: “Dios mío. Nosotros somos el pueblo elegido, no querés ir a elegir otro pueblo”. Y este chiste, que no es tan chiste, quizás puede responder muy ampliamente esa pregunta. ¿Por qué? Porque el gran problema es la cuestión de la perspectiva.
-MS: ¿Cuál es la relación que hay entre la Torá y la cábala?
-La cábala es la parte mística que tiene el judaísmo. Es aquello que viene a revelar lo que Dios nos oculta, es decir, una revelación en potencia, algo que de alguna manera Dios nos lo guarda y que nosotros lo que deberíamos hacer es pugnar revelarlo, para develar aquello que quedó oculto. Entonces te diría que la cábala es la parte mística y es uno de los de los caminos de interpretación para la Torá ahora.
-MS: ¿Por qué Moisés tardó 40 años para llegar de Egipto hasta Canaán cuando que no hay tanta distancia?
-Voy a conectar un poquito con la pregunta anterior. Bueno, fíjate, qué caro que le costó también ser el pueblo elegido, que algo que iba a ser muy simple y rápido en el deambular por el desierto para entrar en la tierra de Israel y el pueblo terminó dando vueltas en círculo durante 40 años. El dar vueltas en el desierto tiene que ver con que esa generación que había salido de Egipto no tenía el espíritu suficiente, la mentalidad de hombres libres necesaria como para entrar a la tierra.
-MS: ¿Qué visión tiene sobre la sexualidad el judaísmo?
-Uno de los principios entre varios que tiene el judaísmo es una regla general. Entonces te voy a responder primero con una regla general: el judaísmo cree en la santidad. Pero la tradición judía marca generalmente que para poder llegar a la santidad, uno no tiene que estar retirado del mundo, sino que en cada cosa que nosotros hacemos, lo tenemos que hacer de manera tal que nos elevemos, por ejemplo, un acto meramente físico, yo lo puedo convertir en un acto sagrado. Cuando voy a comer y hago una bendición de agradecimiento a Dios, entendiendo que me forcé para tener lo que tengo en la mesa, entonces estás convirtiendo ese acto de comer en un acto que tiene que ver con santidad. Nosotros las festividades las bendecimos con el vino, en su justa medida, en su justo equilibrio. El vino es algo que te puede ayudar, elevar o mal usado te puede denigrar. La sexualidad es exactamente igual, o sea, el judaísmo entiende la sexualidad como parte de la vida, como parte de la unión de una pareja, como parte de la santidad que hay entre la pareja. El buen uso del sexo es algo que el judaísmo aprueba y alienta, que lo permite y que de alguna manera recomienda como algo muy sano para una pareja. Ahora, el punto es encontrar el equilibrio. Todo se puede hacer con un límite con un buen uso y poniendo toda nuestra capacidad para convertir cada acto que hacemos en este mundo.
-MS: ¿Y en el caso de la homosexualidad, está dentro de esos límites, se puede hablar internamente de eso o bien se repele directamente?
-No utilizaría la palabra repeler bajo ningún concepto. Dentro del judaísmo, tenés diferentes vertientes, tienes movimientos que son más liberales que incluso ordenan rabinos que son homosexuales. Existen algunas corrientes que no lo aprueban, existen algunas corrientes donde hacen algún tipo de unión entre personas del mismo sexo. Ahora, sí es verdad que hay una sentencia bíblica que es clara y taxativa respecto de la prohibición de la homosexualidad. Entonces, desde ese punto existen aquellas vertientes que claramente no lo aceptan, pero no lo aceptan bajo un punto de vista ritual. ¿Qué quiere decir con esto? Una cosa es la homofobia, o sea, el judaísmo no es homofóbico. Hay una clara y taxativa prohibición bíblica, lo cual no significa el rechazo a la persona. Por eso me parece que van en carriles distintos digamos, no es que hay un rechazo a la persona.
-MS: En el caso de que uno provenga de una fe cristiana, digamos, existe la posibilidad de “mezclar” la fe o cómo se maneja eso?
-Es un punto muy complicado. La realidad es en general que la unión de parejas interconfesionales no es algo que esté aprobado por la tradición judía. Nosotros en la comunidad tenemos casos. Pero permitirme que yo te lo lleve a un terreno que me parece que es mucho más interesante para no dejarlo solo en manos de judaísmo, yo creo que no es recomendable, para ninguna familia, tomar decisiones que tengan que ver con tomar dos religiones y que después nuestro elija y todo lo demás. Las personas vamos cambiando, vamos concibiendo las vidas y los momentos difíciles, hay otras familias también como parte de la pareja que también juegan su partido y todo lo demás.
-MS: ¿Qué gano yo si me convierto al judaísmo?
-El ser judío lo que te ofrece es poder vivir una vida con santidad. Una vida sabiendo y sintiendo que vos podés cambiar el mundo un poquito todos los días, así siento, veo y vivo yo el judaísmo. Creo que ser judío es un desafío y es una responsabilidad muy grande porque, además, yo siempre le digo a la gente que se quiere convertir, le digo bueno, “pero vos estás loco” o sea, ¿no tenés otra cosa que hacer? Porque es un trabajo duro, es una mochila muy pesada, pero que a su vez es hermosa, a su vez es interesante, es buscar la santidad acá, en cualquier lugar donde estés. Es un desafío permanente, una posibilidad de ser creativo.
-MS: ¿Es necesario Dios para ser feliz plenamente?
-Es una pregunta muy difícil de responder. Yo creo que sí. Paradójicamente no es que no se pueda ser feliz sin Dios, pero yo creo que el hombre de fe siente y sabe que aún en los momentos difíciles que Dios está allí. Y de alguna manera, me parece que la posibilidad de renovar el pacto con Dios todos los días, para un hombre de fe, aunque tenga poco termina siendo mucho y me parece que ese es un concepto que trae felicidad. No creo que sea la única manera de ser feliz, pero me parece que la verdadera fe lleva a la felicidad.
-MS: ¿Por qué a su criterio un libro como la Torá, que se escribió hace miles de años, sigue vigente?
-Porque el pueblo judío ha sabido llevar el mensaje de la Torá a las diferentes generaciones. Entender que en cada generación el texto sigue siendo el mismo, pero que quizás lo que cambian son las preguntas y las respuestas. Entonces la tradición judía ha sabido, por un lado entender y concebir las diferentes estrategias educat iva s para poder transmitir este texto, que para nosotros es entrar y por el otro lado usted debería saber que la tradición judía es una tradición talmúdica. El Talmud, que es la relación oral de los rabinos, ha también sabido llevar adelante el cumplimiento de los preceptos y acercarlos al hombre común.
-MS: ¿Cómo hubiese sido su vida si no se hubiese dedicado a la religión?
-Como hombre de fe te digo que primero Dios fue muy generoso conmigo y que la muestra cabal de la existencia de Dios en mi vida es la esposa que yo tengo. Ella fue la que Dios me mandó para que yo pudiera llegar a donde llegué. La verdad que el camino mío fue gracias a lo que tengo al lado mío, entonces evidentemente ese era el camino para mí.
-MS: ¿Cómo sería el mundo sin religiones?
-En algunos casos sería mejor y en algunos casos sería peor. Porque lamentablemente no todo lo que es religión es bueno. A ver, un buen religioso te puede salvar la vida, te puede ayudar. Un mal religioso te puede arruinar la vida para siempre. Nosotros que queremos ser religiosos tenemos que tener siempre la responsabilidad de dar el ejemplo con nuestros actos. Tratar de equivocarnos lo menos posible para no hacer daño. Pero yo creo que la religión bien entendida ayuda mucho a la humanidad y cada una de las creencias de fe, que guían e inspiran a la gente a ser mejores, creo que ayuda mucho al mundo.
-MS: Si pudiéramos resumir esos objetos mandamientos en dos para hacer de este un mundo mejor, no tener toda la amplitud, ¿cuáles serían?
-Yo creo que el respeto a la vida y el respeto a las ideas del otro. Una vez le preguntaron al sabio Hilel, en torno burlón, si él le podía enseñar la Torá mientras estaba parado en una sola pierna tipo burlándose. Y el le dijo: mira, yo te voy a enseñar la Torá en esta frase: No le hagas al otro lo que no te gusta que te hagan a vos. Todo lo demás es cuento.
-MS: ¿Qué es peor para un judío en términos religiosos, un ateo, un musulmán o un cristiano?
-Ninguno. Porque cada uno tiene su importancia para la creación del mundo. Vos fijate, el mejor exponente de esto es el Estado de Israel. Te voy a contar una cosa muy interesante. El Estado moderno de Israel fue construido por un montón de judíos que muchos de ellos eran ateos. Y al principio había algunas diferencias con el judaísmo tradicional, religioso, hasta que vino un día alguien y les dijo: Ustedes rezan tres veces al día y ellos están trabajando para levantar algo tan importante por el pueblo judío como para el pueblo de Israel. Es decir, si uno pone el acento en el valor que cada persona tiene, te vas a dar cuenta de que todos son y somos importantes para el mundo, sin ninguna distinción.
-MS: Si Dios desde esta óptica religiosa sabe todo lo que va a suceder, ¿existe realmente algo como el libre albedrío?
-Mirá, mi papá que hace un año falleció y tenía formas muy especiales de ser. Tengo un hermano mayor y chiquito, a toda costa quería tocar el agua caliente. Viste el riesgo que significa, ¿no? Hasta que un día mi papá agarró –bastante dura su pedagogía–, pero le acercó la mano a una cosa que estaba caliente, le puso un dedito ahí y cuando este se quemó, nunca más se acercó al agua caliente y salió del peligro. Y yo creo que el caso de Dios es exactamente igual. No importa si Dios sabe exactamente lo que va a pasar. Dios nos dará oportunidad a nosotros a que a veces nos quememos un poquito el dedo para que aprendamos a vivir, para que nos apropiemos de la creación. Para que seamos socios de él en la creación. Yo estoy más que convencido de que el mundo no tendría sentido, un mundo perfecto sin la existencia del hombre no tendría sentido. No sé si Dios busca en nosotros la perfección. Dios busca que vivamos, Dios busca que aprendamos, que nos equivoquemos, que corrijamos y que podamos llevar adelante. Entonces la problemática no es si Dios sabe. Yo estoy seguro de que Dios sabe todo lo que va a pasar y todo lo que vamos a hacer.
-MS: Un ateo decía que si uno toma todos los libros de ciencia que demuestran la evolución o la Tierra en la que vivimos y los hace desaparecer, y también toma todos los libros religiosos y los hace desaparecer, con el correr del tiempo los libros de ciencia van a volver a aparecer porque la forma de probarlo existen mediante mecanismos y métodos científicos. Pero que con los libros de religión no existe esa certeza.
-Ese argumento tiene un problema fundamental, que ese cuestionamiento sería hacia las religiones, pero no puede refutar bajo ningún concepto la existencia de Dios por lo siguiente: existe siempre un autor para toda obra. Existe siempre la primera fuerza que es la fuerza de todas las fuerzas, que pone las reglas con las que el mundo se va a comportar mediante la cual la ciencia se nutre para poder describir los meros fenómenos físico-biológicos y demás que existen en el mundo. Ahora, la religión lo que quiere es llegar. Durante mucho tiempo nos vendieron, quisiera decirte, una una falsa grieta. La grieta entre la religión y la ciencia. A mí me parece que la religión y la ciencia no son dos cosas que estén enfrentadas entre sí. Al contrario, son solidarias porque la ciencia lo que busca es el comportamiento de los fenómenos con los cuales funciona mundo que fue creado sí, entonces eso no contradice. Si a mí viene alguien y me dice el mundo fue creado mediante el big bang, nadie puede decir que detrás del big bang no esté Dios, ni nadie puede decir que detrás de toda la primera fuerza, aquel primer motor tiene que ser encendido por alguien. El judaísmo habla mucho de eso, de libros de ciencias que existían, del libro de medicinas y van descubriendo y van creando nuevas herramientas, nuevos métodos y todo lo demás entonces. Me parece que aun eso no refutaría la existencia de un creador.