Por Toni Roberto, tonirobertogodoy@gmail.com
Hoy Toni escribe sobre felinos, a partir del encuentro casual en una imprenta en el proceso de impresión de un libro de Lucy Yegros, próximo a presentarse; y de “Bella”, el gato mochilero colombiano.
LOS GATOS DE LUCY YEGROS EN AGR
Son las 02:30 de la madrugada de un día frío de finales de julio, yo controlando las primeras impresiones del libro “Un viaje a Sajonia”. En la enorme sala de máquinas de la imprenta AGR en barrio Herrera, veo de repente que desde una de ellas van saliendo gatos, gatos y más gatos, pregunto, y me responden, es el libro de Lucy Yegros editado bajo el cuidado minucioso de Fernando Amengual y Noelia Buttice, en ese instante recordé la casa/arte de Lucy en el barrio Recoleta de Asunción. Aquel enorme espacio frío e industrial se volvió un lugar amable y cálido ante la presencia de la impresión de “Vida de gatos”, el libro próximo a publicarse.
“BELLA CREACIÓN”, EL GATO MOCHILERO COLOMBIANO
Días después, una triste historia, la muerte de “Bella Creación”, el gato colombiano mochilero, compartida por su dueño en las redes sociales que emocionó a internautas de todos los puntos del país y del mundo, me llevó a esa noche del mes pasado en la imprenta de barrio Herrera, cuando me acompañaban imágenes de aquellas “impresiones gráficas gatunas”.
Tal vez para muchos los gatos sean introvertidos o tal vez huraños, pero yo doy fe que una gata a la que di por nombre “Micha 3” me conquistó un día cualquiera hace 9 años llegando por el fondo de mi casa –tal vez– viniendo del Parque de la Salud del cual soy vecino.
Nos cuenta Lucy: “Mi marido el Dr. Caballero Gatti decía: los gatos tienen mucho que enseñarnos”, es así, en cada rincón de su hogar hay uno que nos invita a ser más humanos, pinturas de felinos de famosos artistas latinoamericanos acompañan las paredes del hogar, como los de los uruguayos Jorge Páez Vilaró y Luis Solari, gloriosas piezas de barro de Areguá, hasta un “autorretrato, con ramo de flores y un gato”, de Mabel Arcondo, que amaba los gatos, tal vez por su imposibilidad de caminar –debido a una poliomielitis– y llegar a lo más alto de la “techumbre” como lo hacen estos amorosos cuadrúpedos con tanta agilidad.
En la primorosa publicación “Poiesis, homenaje a Mabel Arcondo” de 1993, Lucy Yegros presenta unos poemas de Mabel, su amiga de infancia –con quien festejó sus quince años hace muchas décadas– diciendo en una de las páginas:
Por tentar mansamente el molde de tan casual consuelo que así nos contenta según el viento por muy amplios remolinos suave circula.
Porque aún podemos amar el mundo quienes avanzamos al encuentro de un pequeño gato hambriento para él hallando amparo, separándolo de la furia de la calle o siendo el calor a que se entrega la rasgada tela que cubre nuestros codos.
ARTISTAS PARAGUAYOS Y FELINOS
Gatos silenciosos caminando por los tejados, saltando de techo en techo, de hogar en hogar, esos elegantes seres que vienen y van, inmortalizados también por muchos artistas paraguayos desde Olga Blinder con sus grabados en riguroso blanco y negro, pasando por “Casamiento koygua” de Lucy Yegros, un homenaje a Mabel Arcondo, que tanto se quería casar, o “Petunia”, la compañera de Lotte Schultz, que iba a todos los vernissage en aquellos gloriosos años 70, hasta coloridas telas de Ricardo Migliorisi pintando a algún gato amigo. Siempre habrá un artista que los retrate, tal vez pronto veamos un dibujo, pintura o grabado de “Bella Creación”, el gato colombiano que quedó para siempre en el Paraguay y que fue parte de mi inspiración para este domingo.