POR JORGE ZÁRATE, jorgezarate@gruponacion.com.py
En el 2050 el Polo Norte no tendrá más hielos, el mar crecerá lenta pero sostenidamente, complicando a las ciudades costeras; avanzarán los desiertos, no tendremos las mismas lluvias, perderemos selvas emblemáticas. Estas son algunas de las alertas del último informe de los expertos mundiales en clima.
El informe del que todo el mundo habla insta a los líderes mundiales a emprender una acción climática para garantizar que el clima de la tierra no se caliente más allá de 1,5 grados centígrados (˚C) a mediados del siglo XXI. Los expertos del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) lo hicieron a sabiendas de que las proyecciones dicen que se llegará a ese umbral en el 2030, diez de lo esperado. La idea es impactar con estos datos a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), a celebrarse en Glasgow del 1 al 12 noviembre del 2021.
El informe da cuenta que la industria humana calentó el planeta en unos 1,1 grados desde el siglo XIX, (1850-1900) principalmente por la quema de carbón, petróleo y gas para obtener energía. Vale recordar que según el Acuerdo de París se debía reducir en 0,4 °C la temperatura actual para no superar los 1,5 °C meta que al parecer no será cumplida, ya que las proyecciones más pesimistas hablan de que a este ritmo llegaremos a 2 °C de calentamiento a fines del siglo XXI. Vale decir que los países con más Huella Ecológica total son China, EEUU e India, mientras que los que tienen una Huella Ecológica superior per cápita son Luxemburgo, Australia y EEUU.
Esto porque “todavía se produce mal y con un modelo que se basa en el consumo desmedido en las energías generadas a partir de combustibles fósiles, limitados y altamente contaminantes”, tal como reportó el Fondo para la Vida Silvestre (WWF, su sigla en inglés). El dióxido de carbono y los metanos liberados por las pérdidas de gas y petróleo, la agricultura mecanizada y la ganadería deberían reducirse drásticamente, lo que aparece como una materia más que difícil dados los problemas para reemplazar las matrices energéticas y la carne como alimentación principal de casi la mitad de la población mundial.
Oscar Rodas de WWF Paraguay recordó que este 6º informe del panel de expertos de IPCC confirma el impacto del hombre en el clima y recordó que por primera vez se analizaron las regiones del mundo. “Es preocupante la situación para los países subtropicales por el descenso en promedio de los niveles de lluvia, por lo que tendremos más incidencia de temporadas con sequía, algo grave para el desarrollo de países como Paraguay que depende de las lluvias para que los ríos sean navegables y se pueda dar la agricultura”, dijo en declaraciones radiales, al comentar el reporte mundial.
“Toda la producción es dependiente del régimen de lluvias, teníamos grandes porciones del territorio cubiertas por bosques que al desaparecer afectaron la capacidad de regular el ambiente, el equilibrio se ha perdido, así que se debería revertir eso, recuperar ambientes naturales porque es seguro de vida ante el cambio climático”, pidió. La climatóloga argentina Carolina Vera, vicepresidenta del Grupo de Trabajo que elaboró el informe, comentó el contenido de las páginas regionales o “regional factsheets” para un reporte de la BBC. Allí, según cita la publicación británica, se afirma con un grado de alta confianza que en toda la región de Sudamérica y el sur de América Central “la temperatura media continuará aumentando a tasas mayores que el promedio global” ya que se espera que aquí puedan aumentar hasta 2 ˚C.
Estamos incluidos en lo que el informe llama Sudeste de Sudamérica, región que incluye casi todo Paraguay, centro oeste de Argentina, sudeste de Brasil, parte de Bolivia y al Uruguay. El pronóstico para la región es que habrá sequías, seguidas en otros períodos por precipitaciones extremas e inundaciones, situaciones que ya se vienen viviendo desde el año 2000. Reporta también que la temporada del inicio de las lluvias, entre setiembre y octubre, conocida ahora como el “Monzón de Sudamérica”, se retrasará durante el siglo XXI.
Explica entonces Vera: “En la historia parecía que había un solo monzón. La palabra ‘monzón’ significa ‘reverso’ en hindi, y esto quiere decir que el clima de ese lugar se caracteriza por tener una estación seca y una estación lluviosa”. Y agrega: “Y también hay en forma consistente un cambio en el transporte de humedad. Durante la estación lluviosa se transporta humedad a la zona del monzón, en el caso de India desde el océano Índico, y en el caso de Sudamérica desde el océano Atlántico”, afirmó la climatóloga.
El corazón de la zona que el informe describe como “Monzón de Sudamérica” se encuentra en Brasil. “En el centro de Brasil, por ejemplo, donde las lluvias se inician a fines de setiembre o principios de octubre, hay alta confianza de que esa fecha de inicio que la gente espera con ansia se va a demorar”. A pesar de ello, “el Sudeste de Sudamérica es la única región de las evaluadas que ya tiene tendencias de aumento observadas, de la lluvia media y los eventos extremos de lluvia”, señaló Vera. La bajante extrema del Paraná es quizá la señal más elocuente de lo que vendrá.
EL MAR Y OTRAS CUESTIONES
Es irreversible el aumento del nivel del mar que creció 20 cm en el último siglo y podría llegar a 55 cm o, en las peores proyecciones, hasta 188 cm cuando se llegue al año 2100. Se supo también en estos días que los niveles de Dióxido de Carbono (CO2) atmosférico superaron las 400 partículas por millón (ppm) y se cree que en poco tiempo más serán superiores a las 500 ppm, la peor contaminación desde que se llevan registros.
Una mala noticia teniendo en cuenta que los gases y partículas derivados del tráfico de vehículos, así como de la producción industrial en las grandes ciudades, producen 9 millones de muertes anuales en todo el mundo, 800 mil personas solo en Europa. Según las Naciones Unidas, se tienen hoy más de 20 millones de refugiados por causas climáticas, y, si llegara a elevarse la temperatura promedio 2 grados más, se estima que serán 280 millones.
Esto mientras en la semana hubo fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia, Turquía, diluvios que inundan Alemania, China, termómetros que rozan los 50 ºC en Canadá, Italia, España.
“Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono”, insistió Panmao Zhai, copresidenta del grupo de expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC. La segunda parte, prevista para febrero del 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años, incluso menos.
La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para marzo. “Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta”, reclamó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. “No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas”, insistió. “Parece lejano, pero millones de niños ya nacidos todavía vivirán en el siglo XXII”, señaló Jonathan Bamber, autor del informe citado por la BBC. Lo triste es saber que la Tierra puede recuperarse de un cambio climático importante, pero la humanidad no. Amén.
QUÉ ES EL IPCC
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático. Fue establecido en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a fin de que facilitase a los dirigentes políticos evaluaciones científicas periódicas del cambio climático, sus implicaciones y riesgos, y propusiese estrategias de adaptación y mitigación. Ese mismo año la Asamblea General de las Naciones Unidas respaldó la medida adoptada por la OMM y el PNUMA de establecer conjuntamente el IPCC. Tiene 195 Estados miembros.