Hoy Toni Roberto nos lleva a “Un viaje a Sajonia”, el libro que presentó ayer en las azoteas del edificio Habitalis Sajonia, un recorrido por los recuerdos de muchos vecinos de este antiguo barrio asunceno al que le denomina “El Oeste de Asunción” junto a Patricia Ygarza Cuquejo, arquitecta, licenciada en arte, investigadora y docente de educación por el arte.

TRANSPORTE ESCOLAR “DON CARLOS”

¿Es posible hacerse una entrevista a uno mismo? No lo sé. Al terminar el libro “Un viaje a Sajonia” y verlo impreso me remontó a un día cualquiera de 1973 a la salida del turno primaria del Cristo Rey, cuando decido hacer mi primer viaje por la ciudad; me subo al “transporte escolar Don Carlos”, conducido por su propio dueño, el señor Dol­dán, el recorrido, solo unas cuadras desde la esquina de la Avda. Ygatimí y Montevi­deo hasta la calle Alberdi y aquella céntrica avenida, donde debía bajarme para llegar a mi casa.

En un momento dado tomo la decisión de seguir el viaje en el bus, era el inicio de un largo recorrido por la ciu­dad que me vio nacer, mara­villado por poder hacer mi primer viaje independiente con apenas seis años, reco­rrer los barrios, las calles hasta el final del viaje de ese servicio escolar que terminaba en aquella época en el “lejano nuevo barrio Mburucuyá”, donde empe­zaban a subirse los alumnos del turno tarde del colegio.

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Ani Medina de Spatuzza con sus hijos: Jorge, Carlo y Marcelo. Acompañados de la vecina Delia Ugarte y el perro Terry. Barrio Sajonia. Asunción, 1970.

LA DESAPARICIÓN Y LA BÚSQUEDA

Al otro lado de la ciudad mis padres buscándome deses­peradamente por las casas de los vecinos y haciendo luego la denuncia de mi des­aparición en la comisaría Tercera, al llegar al cole­gio con los chicos a los que yo no conocía, ya estaban los padres de mis compañe­ros, los míos -acompañados de un comisario- con unas caras trágicas que cambian al verme descender de aquel viejo 608 D beige con fran­jas celestes. Yo contento de haber realizado mi sueño del primer viaje independiente por la ciudad a esa temprana, edad sin calcular la incerti­dumbre que causé por espa­cio de tres horas, convulsio­nando a todo un barrio.

Así como un niño que viaja por los recuerdos de sus tra­vesuras, dibujando y con­tando historias, así fue este “Viaje a Sajonia”, que empieza hace más de treinta años en conversaciones de cafés con Víctor González Acosta en sus viejas oficinas del barrio Recoleta, justo detrás de la Embajada del Japón.

Judith Gertopan, Susy Kriskovich. Sentadas: María Raquel Prono, Mónica Segades y Gloria Cabral. Club Deportivo de Puerto Sajonia. Asunción, 1972.

¿Tiene algo que ver esa his­toria de infancia con este libro que se acaba de pre­sentar? Todo.

Son aquellas experiencias de niño que hacen a nues­tras pasiones en la adul­tez, en este caso traducidas en “cuadernos de barrio” llevados hoy a este libro de 96 páginas –diseñado por Celeste Prieto y Vio­leta Pereira Ricart– en un recorrido por Sajonia, que fue el patio de lujo del anti­guo barrio Gral. Díaz donde nací en 1966.

MARGARITA DURÁN ESTRAGÓ, PATRICIA YGARZA CUQUEJO, LOS PLANOS DE ASUNCIÓN Y EL SEÑOR CACHINGA

Acompañado por el trabajo minucioso de Patricia Ygarza Cuquejo quien analiza El Oeste de Asunción, trayéndo­nos planos históricos, desde el de Félix de Azara de 1786, pasando por el de R. Choda­siewicz de 1896, el de Alonso Criado de 1908, otro de los años 40 de Federico de Gás­peri, con el cual se comprueba la afirmación de la historia­dora Durán Estragó sobre unos papeles sueltos encon­trados por ella en el archivo nacional hace muchos años, que hablan de un señor de apellido Cachinga que fuera dueño de esas extensas tierras del oeste de Asunción, hasta uno elaborado de la arqui­tecta Ygarza Cuquejo denomi­nado “Sitios y Edificios Histó­ricos del Oeste de Asunción”, siguiendo las enseñanzas de la gran historiadora Marga­rita Durán Estragó, que siem­pre nos recalca: “Los planos son importantes evidencias que ayudan a entender la his­toria, los planos hablan”.

Plano de Federico de Gásperi, c. 1940.

Yo agrego, son también las anti­guas fotos registros inconfun­dibles que evidencian un lugar y una zona de la ciudad, desde las “multitudinarias” imágenes de los Bozzano Baglietto allá por 1916, una histórica instantánea familiar en la casa del capitán Bozzano en Puerto Sajonia de 1934, una “setentosa” imagen de los Díaz Benza en un sen­cillo almuerzo familiar, hasta la poética y solitaria foto de “Gabiota” la deslizadora de Puerto Sajonia que inspiró en 1953 a “Pocha” Savorgnan Tumino escribir la pieza del mismo nombre en su poema­rio “Te espero”.

¿Qué más puedo decir? Nada, solo recorrer el libro que hoy entrego con Patricia Ygarza Cuquejo, como un pequeño aporte a la memoria del “Oeste de Asunción” con su gran portón imaginario de Colón y C. A. López –anti­guamente denominada 15 de mayo– donde recibe el viejo busto del primer presidente constitucional del Paraguay, a todo aquel que quiera reco­rrer la poética Sajonia que se resiste a perder su identidad.

“Habitalis Sajonia”. Dibujo: Toni Roberto 2021.
“Un tradicional almuerzo familiar en Sajonia”. El contralmirante Ramón Díaz Benza, Cristina Cameron, Cristina Díaz Benza, Enrique Díaz Benza, Letizia Díaz Benza, Sara Chamorro, Margot Cano y Sara Díaz Benza. Barrio Sajonia. Asunción, c.1972.
Etiquetas: #viaje#Sajonia

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