Entre las innumerables figuras importantes que han nacido en los escenarios radiales, Blanca Navarro es sin dudas una de las estrellas más resaltantes, tanto de la radio como del teatro nacional, en los que ha actuado durante muchos años como locutora y actriz, con todo suceso.

LA PROPUESTA

“Hija de don Juan Nava­rro y Manuela Olmedo, formaba parte de los ocho hermanos compo­nentes de la familia, afin­cada en el populoso barrio San Antonio, de Asunción, cuna de muchos artistas, músicos y poetas, donde siempre vivió toda su vida y donde un día recibiría la propuesta para ir a practi­car como locutora en Radio Stentor, por los años 50.

Gran actriz del teatro paraguayo actuando en varias compañías teatrales y diferentes obras, todas con gran suceso.

En efecto, era del mismo barrio la familia Bieder­mann, conformada por Enri­que, Juan, Carlos, Adolfo, Fer­nando y Clarita, y el padre de ellos, don Juan, que tenían montado un negocio sobre la calle Herrera, dedicándose entre otras cosas a la publi­cidad callejera, en una época incipiente de la actividad publicitaria, siendo conside­rado uno de ellos don Enri­que Biedermann, el padre de la publicidad en nuestro país.

“Adolfo era el operador y Enrique era el locutor, ellos ya estaban en la Radio Sten­tor. No quieres ser locutora me dijo Adolfo. Sí, le respondí yo, pero tienes que hablar con papá”, nos refiere Blanca Nava­rro, en alusión a la propuesta para iniciarse como locutora en la emisora referida.

Cumplido el protocolo de con­versar con su padre proponién­dole para que Blanca vaya a practicar con ellos en la emi­sora de radio, don Juan Nava­rro dio su consentimiento, sin imaginarse que con el correr de los años su hija llegaría a ser la voz femenina más importante en las emisoras de radio, cana­les de televisión y una gran figura del teatro paraguayo.

Con solo 16 años y acompa­ñada por Adolfo Biedermann, llega a la radio para enfrentar el gran desafío que implicaba iniciarse a esa edad, en una de las emisoras más importan­tes de esa época. Con relación a su primera experiencia ante los micrófonos de Radio Sten­tor nos cuenta Blanca Nava­rro: “El primer aviso comercial que hice fue de Geniol. Habré repasado veinte veces y justo cuando estaba por hablar y se prendía la luz roja de micró­fono abierto, se me endure­ció la mandíbula sin poder pronunciar frase alguna. Me tomé unos 30 minutos y volví al micrófono y dije mi texto”.

Poco tiempo después de ini­ciarse en la radio citada, recibió la propuesta de Gerardo Halley Mora para incorporarse a Emisoras Paraguay. Era el comienzo de una gran carrera profesional como locutora en varias de las más importantes emisoras, entre las que a más de las ya citadas fueron Radio Mariscal López, Radio Cha­ritas, Ñanduti, Chaco Boreal, Cordillera FM, Primero de Marzo, Canal 100, por citar solo a algunas.

Blanca Navarro con otra gran locutora paraguaya, Dorita Rudis, en una foto con motivo del Día de los Locutores, en años recientes.

UNA ANÉCDOTA

Emisoras Paraguay fue la gran escuela de formación de muchos profesionales de la radiofónica paraguaya y ha sido a criterio de Blanca, la que ha marcado su vida profesio­nal, por la gran enseñanza, la disciplina y las recomendacio­nes y orientaciones de Gerardo Halley Mora.

Recuerda como un hecho anec­dótico y posiblemente inédito en la radiofonía nacional, una época –posiblemente media­dos de la década de los años 50– en que el noventa por ciento de las voces de Emisoras Para­guay eran voces femeninas. “Ninica Segura entraba a las 6:00 hasta las 9:00, Irene Por­tillo (años más tarde unida en matrimonio con Silvio Pacie­llo, un gran locutor), entraba a las 9:00 y salía a las 13:00, y luego yo desde las 13:00 y salía a las 17:00, me seguía en el turno Celia María Benítez, hasta las 21:00 y desde esa hora hasta el cierre el único varón que tra­bajaba por ese entonces en la radio”, comentó.

EN EL TEATRO

El gran pedestal de muchas grandes figuras del teatro paraguayo fue la radio. Es la misma realidad de Blanca Navarro, quien actuó en cien­tos de obras teatrales presen­tadas en el Teatro Municipal y en otros importantes escena­rios capitalinos. Su comienzo como actriz fue en el programa radial de gran audiencia “La Pensión de Ña Lolita”, con libretos de Mario Halley Mora, que se difundía por Emisoras Paraguay, los viernes a partir de las 20:00.

“Salíamos nosotros a hacer teatro y llevar la obra por las escuelas de Asuncion, con gran éxito de público. Fue tanto el éxito, que en algunas ocasio­nes hacíamos hasta 4 presen­taciones en el día. Era una obra que a más de la radio lo lleva­mos a los escenarios teatrales”, comentó Blanca Navarro. Des­pués vinieron otras cientos de obras y representaciones con gran éxito, con diferentes com­pañías teatrales e incluso una propia con Luis de Oliveira.

Hoy, la protagonista de nues­tras historias, la gran estrella de la radio y del teatro de las décadas pasadas, Blanca Nava­rro, con 87 años de edad, desde hace 5 años se encuentra en cama, a raíz del grave accidente de tránsito que la tuvo como víctima, no pudiendo recupe­rar la movilidad de las piernas, por lo que debe permanecer postrada en su lecho y asu­miendo todo el costo del trata­miento de sus graves lesiones, ya que la empresa de trans­porte causante del accidente no escuchó ningún reclamo al respecto. A más de su familia que le presta la mejor atención. “Solo algunos amigos y colegas de radio me ayudan, a quienes agradezco su colaboración, así como el colega Ernesto Abdo, quien me asistió desde el día del accidente”, dijo finalmente.

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