Por Bea Bosio, beabosio@aol.com
Rayssa andaba vestida de hada montada en una patineta cuando alguien le filmó un video intentando hacer una pirueta en una escalera de un centro comercial. Era un nueve de setiembre del 2015 en la ciudad de Emperatriz, Maranhao.
La “Campanita” de siete años parecía escapada de un cuento cuando intentó saltar tres escalones sobre el skateboard, pero no hubo manera de desafiar la gravedad: cayó al suelo un par de veces, hasta que finalmente logró una de las maniobras más difíciles del skate board. Un “heel flip” inaudito para un hada de su edad.
Tanto, que algún aficionado que la estaba filmando compartió el video y su gran talento se volvió viral. Al punto que en Estados Unidos la vio el campeón indiscutible del deporte, Tony Hawke, quien la apodó “el hada” y la repercusión que tuvo Rayssa fue internacional.
Así empezaba el camino de esta niña en el deporte que descubrió casualmente cuando sus padres le regalaron una patineta a los seis. Rayssa se obsesionó con esa tabla que parecía ponerle alas a sus pies y a los siete –después de aquel video– empezó a competir. A los 11 ya integraba la selección brasileña de skate, y así fue ascendiendo cada vez más. No fue fácil llegar a la cima. No solo por todos los preconceptos de las patinetas asociadas a un universo callejero y masculino, sino también por el alto costo detrás de cada torneo en que Rayssa debía participar. Su padre, un vidriero local, tenía que sustentar los gastos de su bolsillo y a veces, por una cuestión económica, demoraban hasta tres días en llegar a las competencias por ser más barato el pasaje en bus.
Lo que impresionaba del talento de Rayssa era su capacidad de autodidacta. La pequeña iba aprendiendo las maniobras de sus ídolos en videos de YouTube, y las iba replicando de manera exacta. Tanto que fue conquistando los torneos hasta llegar al más grande de sus sueños: participar en las Olimpiadas de Tokyo, que desde este año ha incluido el skate femenino como categoría competitiva representando a su país.
En la madrugada del lunes pasado, el hada lograba finalmente hacer historia para el mundo, cuando subía al podio a sus trece años para recibir la medalla olímpica de plata. No solo era el primer podio olímpico en esa categoría del deporte, sino que Rayssa es la medallista más joven de la historia de las olimpiadas desde que la nadadora danesa Inge Sorensen fuera bronce en natación en 1936. Con su medalla en la mano, “el hada” sonreía, mientras desde el otro lado del mundo festejaban a los gritos desde las ventanas de los edificios en el Brasil, quebrando el silencio de la noche y todos los preconceptos y prejuicios que con ese deporte alguna vez pudieron existir.
* La brasileña Rayssa leal obtuvo la medalla de plata en la primera edición de skateboarding femenil en unos juegos olímpicos. Logró hacer historia junto a otras dos japonesas que conformaron el podio más joven que se haya registrado en una justa olímpica. Funa Nakayama, de 16 años, obtuvo el bronce y Nishiya Momiji, unos meses mayor que Rayssa, ganó el oro triunfal.