En el cine y también en la televisión hay padres inolvidables, personajes que dejan huellas por su valentía, sacrificio, honradez y otras cualidades que los hacen merecedores de admiración. Pero como no puede faltar tratándose de imitar a la realidad, hay también padres cuyos defectos superan cualquier cualidad positiva. Aquí hacemos un repaso de algunos de los “padres” de película y TV más recordados.

Maravillosos, dulces, sacrificados, capaces de recorrer el mundo entero para hacer felices a sus hijos. Padres ejemplares que nos han quedado grabados en la memoria luego de ver algunos filmes de décadas atrás o nuevas películas en donde la paternidad es más que un ape­llido y una casualidad. Personajes entrañables que han dejado huella. Pero también en la ficción, como en la vida misma, hay figuras masculinas cuya paternidad es un compendio de equivocaciones o malos momentos. Hemos hecho una selección de algunos de los mejores y peores padres de la ficción.

ANTONIO RICCI, “LADRÓN DE BICICLETAS”

La posguerra en Italia fue devastadora y terrible. Y a su sombra surgió todo un movimiento de cine que generó uno de los momentos cumbre del cine europeo el llamado “neorrealismo italiano”, con filmes reali­zados directamente sobre los escombros de las devastadas ciudades y a veces con personajes que ni siquiera eran actores profesionales. Los directores de entonces, como Vittorio de Sica en este caso, hicieron verda­deras obras de arte “con nada”, más que su talento y unas historias dignas de ser contadas y recordadas, y que hoy subsisten en el corazón de los amantes del buen cine o de vez en cuando salen a la luz en cine, clu­bes o festivales. En esta historia, un padre de esa posguerra cuya relación con su pequeño hijo no es dulce ni sencilla, busca la manera de darle a ese hijo una vida mejor, sacarlo de esa oscura miseria y se sacrifica hasta límites inimaginables por ello. Si la encuentran por ahí, mírenla.

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DON VITO CORLEONE, “EL PADRINO”

¡Quién no lo recuerda! Una de las actuaciones más memorables de Marlon Brando encarnando nada menos que a un “Don” de la mafia para el que la familia es lo más importante, a su manera claro. Lo de la honradez y el sacrificio que­dan fuera de esta figura, pero su personaje se hizo tan grande como la del titiritero que desde su sillón y sin levantar la voz ronca manejaba los hilos de todos quienes le rodeaban y también determinaba la suerte de hijos, amigos y enemi­gos. Capaz de jugar con su nieto entre las plantas de la huerta con la misma serenidad con la que ordenaba la masacre de un grupo de adversarios en el mundo de la mafia. “Todo por la familia” aunque esta no sea precisamente el ideal de la perfección y dulzura. Lo que aprendió su hijo Mike, (Al Pacino) el “pequeño” e inesperado heredero lo convirtió a él en otro padre, también inspirado por la ambición sin límites y el drama de las pérdidas de sus únicos seres amados.

CHRIS GARDNER, “EN BUSCA DE LA FELICIDAD”

Inolvidable historia de un padre ejemplar, lleno de amor y capaz de conmover hasta las lágrimas a espectadores de todo el mundo. Will Smith encarna a un padre de familia que invierte todos los ahorros de su vida en escáneres para medir la densidad ósea y esa inversión fracasa rotundamente. La esposa, Linda, lo deja con su pequeño hijo Christopher (personificado por Jaden Smith, pequeño hijo entonces del propio Will) a la deriva. A partir de allí, la historia se convierte en un drama que el personaje del padre sostiene con la fuerza del amor más profundo, sopor­tando todo tipo de humillaciones, haciendo todos los sacrificios imaginados para lograr al final darle a su hijo una vida digna y recuperar él mismo su dignidad, además del éxito como emprendedor. Esa historia, inspirada en la vida real, apela a los sentimientos y nos ofrece el retrato de un padre que reconstruye de la nada su vida y la de su hijo.

GUIDO OREFICE “LA VIDA ES BELLA”

“Buon giorno Principessa...” (Buen día princes) la frase alegre y cargada de amor y simpatía, saliendo de la boca de un hombre, dirigida a la bella señorita de quien estaba enamorado. Guido era capaz de sacarle una sonrisa a las piedras con su alegría casi de clown, montado en su bicicleta por las calles de una ciudad italiana a punto de oscurecerse para siempre con la horrible sombra de la guerra. Roberto Benigni, ganador del pre­mio Oscar a Mejor Actor Principal por esta película, encarnó a Guido Orefice, un padre judío que se inventa un juego para proteger a su hijo en un campo de concentración nazi. Un juego para apaciguar el dolor, para que el niño no sufriera y para mantener viva la llama de la esperanza y la elección de la alegría por encima del más terrible y oscuro dolor causado por la maldad y la furia. Un amor capaz de inmolar su propia vida para que ese niño estuviera de regreso a los brazos de la madre luego del infierno. La historia fue inspirada en un hombre real, Rubino Romeo Salmoní. Un judío que cayó en un campo de concentración nazi en 1943 y que dejó este relato en su libro “Al final derroté a Hitler”. La diferen­cia con el filme es que Salmoní logró escapar del campo de concentración con su hijo dos años después en 1945, no como Guido en la película.

MUFASA, “EL REY LEÓN”

Los filmes dirigidos a los peques también tienen mucho que contar con respecto a la paternidad, ya sea para bien o para mal. Así, aunque no es un señor al uso, sino un “señor león”, Mufasa es el que le trans­mite a su hijo desde su primera infancia en la selva los valores más importantes para llevar una vida extraordinaria y feliz. El pequeño Simba, su hijo, aprenderá de Mufasa, que a simple vista es enorme y poderoso y capaz de hacer temblar de miedo a quienes lo ven, a no usar la fuerza innecesariamente, a ser honesto y tolerante con todas las criaturas. Aprenderá el valor de la familia y la amistad y a usar el poder para el bien común, lo que Simba aprende desde pequeño, Mufasa defiende a la familia y pre­fiere exponerse él a ver que su familia sufra. Guía con mano firme, pero mucho amor a Simba por el buen sendero hasta que se convierta en un digno rey.

ATTICUS FINCH: “MATAR A UN RUISEÑOR”

Los especialistas en buscar personajes de cine ejemplares lo definen como el más impor­tante “padre del cine”. Atticus Finch, el personaje que hizo Gregory Peck en el filme “Matar a un ruiseñor”, inspirado en la novela de la escritora estadounidense Harper Lee, de 1960. La publicación de la novela fue un éxito rotundo, ganó el premio Pulitzer y se convirtió en un clásico. La novela está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad. Aunque la novela trata sobre temas polémicos como la violación sexual y la desigualdad racial, también es alabada por su calidez y humor. El padre de la historia Atticus Finch ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados. Un crítico explicaba el impacto de la novela diciendo: “En el siglo XX, ‘Matar un ruiseñor’ es el libro más leído sobre el tema racial en Estados Uni­dos, y su protagonista, Atticus Finch, es la imagen de ficción más duradera del heroísmo racial”. Uno de los mejores ejemplos a la hora de educar a sus hijos en los valores éticos y tolerantes de la sociedad. El papel de Finch debería de estudiarse en las aulas de todo el mundo. Todo un filme de culto aunque ahora varias escuelas y colegios lo han sacado de su lista de libros por considerar que utiliza un “lenguaje poco apto”. Atticus Finch es uno de los padres ejemplares que basa la educación de sus hijos en los principios de moralidad y tolerancia, un adelantado a su tiempo que lucha contra el racismo.

DANIEL HILLARD “SEÑORA DOUBTFIRE, PAPÁ DE POR VIDA”

Uno de los papeles más memorables del fallecido Robin Williams que retrata el amor paterno de una manera singular. Se trata de la historia de una pareja que se separa y luego de ello, los niños pasan a estar con la madre. El padre, Daniel Hillard, sufre esa situación y encuentra de una manera creativa la forma de seguir en contacto diario con esos niños. Con un disfraz muy especial, él se convierte en una amable señora que se acerca a la familia como postulante para la tarea de cuidar de los niños y de la casa mientras la madre de los niños trabaja. Así, Daniel se convierte en la agradable “señora Doub­tfire”, que se encarga de apoyar a los niños (sus hijos) en todo momento y atenderlos. La historia más allá de que parezca un drama, tiene mucho de comedia y muchas situaciones divertidas de vivencias de esa “señora” con los niños y la familia. En ritmo de comedia, este padre demuestra que el amor pater­nal está más arriba que cualquier otra inspiración para su vida.

HOWARD LANGSTON: “UN PADRE EN APUROS”

El grandote Arnold Schwarzenegger encarna en este filme a un padre que es capaz de hacer casi cualquier cosa por sus hijos. Howard Langston es un hombre de negocios que deja todo para última hora, pero esta vez, en vísperas de Navidad, se encuentra con un verdadero desafío que no es nada fácil de lograr con éxito. Ese padre siempre ajeno a los problemas domésticos tiene que hacer hasta lo indecible para encontrar el juguete, un Turbo-Man que su hijo ha pedido como regalo de Navidad. Para conseguirlo, debe dar batallas impensadas en la ciudad, colas de compras navideñas al estilo de Nueva York y más de un obstáculo que debe sortear en un mundo que no está acostumbrado a atra­vesar. Un desafío a ritmo de comedia con moraleja para padres “demasiado ocupados” en cosas ajenas a los deseos de sus hijos.

HUGH GLASS “EL RENACIDO”

Bueno, ¿qué tiene que ver ese papel de Leonardo DiCaprio, en el que anda perdido y destrozado por los inhóspitos paisajes helados y se somete a las más duras pruebas que hasta casi le cuesta la vida? Bueno, en que todo lo que hace durante esa aventura por helados mundos hostiles, con riesgo de morir horriblemente en segundos, todo es por amor a su hijo. Por vengar la muerte de su hijo mostrándole así –a la manera de un hombre de ese mundo rudo y violento– su lealtad de padre. En medio de todo, “El Rena­cido” es una historia de sobrevivencia en contra de todos los pronósticos que supera hasta las garras de un terrible oso, para demostrar amor a un hijo perdido.

STANLEY BANKS, “EL PADRE DE LA NOVIA”

Para comenzar, nada mejor que el principio. Por eso, allá por los años 50′ una de las comedias más populares y exitosas se llamó así: “El padre de la novia” y la novia en cuestión era nada menos que una jovencísima Eliza­beth (Liz) Taylor, la belleza de ojos violetas llegada de Gran Bretaña para reinar en Hollywood. El padre, un extraordinario actor, Spencer Tracy, que interpretaba a Stanley Banks, totalmente transformado ante la noti­cia de que su “pequeña” iba rumbo al altar. En el desarrollo de la historia se observa cómo el padre afronta esa nueva realidad, el paso inexorable del tiempo y a la vez, viviendo situaciones de mucho humor. El tema de los preparativos, los gastos y miles de situaciones que ponen a la familia pero especialmente al padre en una seguidilla de pasos de comedia . En su momento tuvo muchísimo éxito y años después, se filmó un remake protagonizado por el rey de la comedia de los años 70 , 80, Steve Martin como el padre de la novia.

CAPITÁN VON TRAPP: “LA NOVICIA REBELDE”

“Sonrisas y lágrimas” fue el nombre original de uno de los musicales más famosos de la década del 50. Sus canciones aún perduran hoy y la versión cinematográfica realizada en 1965, como adaptación del musical, interpretada por Christopher Plumer y Julie Andrews fue un éxito mundial. En esta ocasión, la numerosa familia Von Trapp, que vive en un palacio en la campiña austríaca, tiene que afrontar la pérdida de la madre, quedando el capitán con sus muchos hijos. Este es un honorable caballero, pero tiene un concepto de la educación y formación de los hijos muy estricto. Sin embargo, la aparición en ese singular hogar de una joven, la novicia María (Andrews) logra que esa forma de pensar tan rígida cambie a fuerza de alegría, canciones y jue­gos con los pequeños. El capitán se transforma en un padre más amoroso y cercano a sus hijos, capaz de demostrar amor y dejar ver sus sentimientos. Uno de los datos curiosos que tiene es que la familia Von Trapp en sí existió.

GEORGE BAILEY: “QUÉ BELLO ES VIVIR!”

James Stewart, un famoso actor de la época de oro del cine, prestó su figura para interpretar a uno de los padres más influyentes en la historia del cine, George Bailey, en el clásico de Frank Capra, “¡Qué bello es vivir!”. Pero lo hizo con maestría pasando por una cantidad de situaciones críticas que transforma la vida de las personas. Los buenos y malos momentos de la paternidad y de las relaciones familiares son parte de esa dinámica, lejos de los acostumbrados estereotipos. Un padre que vale la pena conocer a través de la actuación de un gran artista como lo fue Stewart.

BRYAN MILLS: “BÚSQUEDA IMPLACABLE”

Por poner un ejemplo de los varios que se han llevado al cine de historias de padres “rudos” que hacen todo por sus hijos que abundan en el cine, el filme “Búsqueda implacable” en su primera versión, sobre todo (y siguieron otras también exitosas), tuvo mucho éxito. Un padre, Bryan Mills, personificado por el excelente actor Liam Neeson es un hombre formado para la lucha, pero jubilado como agente de la CIA y Fuerzas Especiales, que tendrá que llevar a cabo una misión inesperada: rescatar a su propia hija, Kim, de 17 años de las garras de una banda de tráfico de personas internacional que no tiene piedad de las jóvenes que caen en sus manos. La hija de Mills, que está separado de su madre, ha realizado un soñado viaje con una amiga a Europa con el permiso de ambos padres; sin embargo, algo terrible le espera al llegar a París. Entonces el agente retirado atraviesa una verdadera odisea para hallar a su hija y salvarla de un destino mortal en manos de los traficantes.

SAM DAWSON: “I AM SAM”

Es uno de los filmes que más lágrimas y sonrisas ha despertado en el público. Sam, el padre, es un personaje singular y la historia es muy diferente a la que estábamos acostumbrados a ver. Esta vez, es el padre y no la hija o el hijo quien tiene lo que llamamos hoy “necesidades especiales” o discapacidad, y entonces la historia gira en torno a él y el amor infinito por su hija y de ella a su padre. La película “I am Sam” (Yo soy Sam) mostró que Sean Penn podía desempeñarse muy bien en un personaje alejado de los tortuosos y siempre al borde de la violencia a los que nos tenían acostumbrados y se hizo pura ino­cencia y ternura, sin mucho acento en el estereotipo como para ser nominado por tercera vez a un Oscar por su personaje. No olvidamos que Lucy Diamond (no podía llamarse de otra manera), la niña, fue representada maravillosa­mente bien por la entonces promesa de estrella, Dakota Fanning. Sam Daw­son es un hombre con discapacidad que tiene que hacerse cargo de su hija con el agregado de la vergüenza que siente la madre por haber engendrado un hijo con un hombre así y la chica estaba lista para ser entregada en adop­ción. Pero hay una abogada que sabe que las cosas no siempre son blancas o negras, Rita Harrison se llama y el final todos lo conocen.

Los malos de las películas

HOMERO SIMPSON - ¿ENTRE LOS PEORES?

Este señor no puede figurar entre los “mejores padres”, ya que representa a un tipo de paternidad que no es la más políticamente correcta. Pero los Simpson no son una familia al uso y el peor ejemplo de ello es justamente él, el padre, que irónicamente lleva el nombre de un poeta de la antigüedad, pero que de poeta no tiene ni un pelo...Es una serie que ya tiene su propia historia y de la que no hablaremos más que para contar que el tal “Homer” es un tipo de pésimo carácter, que además de enojarse hasta castiga físicamente a su hijo Bart, supuestamente con “cariño” y tiene otra hija, Lisa de gran inteligencia que lo soporta aunque él no la entienda mucho. A su esposa Marge habría que darle el título de “madre y padre” de todos, especialmente de su esposo Homero, ya que es la más centrada de la historia (exceptuando a Lisa, por supuesto). Pero lo que se representa en Homer, según Wikipedia es el “padre americano promedio”. Lo cierto es que por momentos ese señor de gran barriga cervecera y que se queda dormido en horas de trabajo en una central nuclear poniendo en peligro a la ciudad y al mundo, suele tener momentos de buen padre en los que intenta dar consejos positivos y demuestra que a pesar de todo, ama a su familia....

OSCAR JAENADA: LUISITO REY PAPÁ DE LUISMI

Para las millones de seguidoras y seguidores de la serie basada (con autorización y censura del propio cantante) Luis Miguel, el tal Luisito Rey, su padre biológico es un monstruo, así nomás de sencillo. Para qué vamos a andar con tantas vueltas si lo que sobra es literatura (de la prensa rosa, claro) sobre las maldades de ese artista de poca monta de origen español de apellido Gal­lego, que se casó con una mujer muy bella, Marcela Basteri, italiana de nacimiento con la que tuvo nada menos que a quien sería llamado “El sol de México”, aunque naciera en Puerto Rico hace más de 50 años bajo el nombre de Luis Miguel Gallego Basteri. El tal “Luisito Rey” descu­brió una mina de oro en las cualidades de su hijo y como buen aventurero comenzó a explotarla vilmente. Según sus diversos biógrafos y versiones que hasta hoy se mantienen en el terreno de las suposiciones, hasta se lo señala como responsable de la desaparición de su esposa y madre de Luismi y sus hermanos, Marcela. Según la serie que recoge esa idea de mal padre, el actor que lo representa Oscar Jaenada, dice que la gente lo insulta cada vez que lo encuentra en un restaurante por ser tan mal “padre”. Aunque ya no en este mundo, Luisito sigue recogiendo el fruto amargo de la mala fama como padre abusivo y sin ningún amor sincero por sus hijos...

WALTER WHITE: BREAKING BAD

Claro, muchos dirán que el profesor de química llamado Walter White no merece estar en la fila de “malos padres” porque todo lo hizo por la familia. Bueno, pueden mirarlo así, porque el actor Bryan Cranston logró a lo largo de los 62 episodios de la serie, temporada tras tem­porada, construir la figura de un hombre de familia, con una esposa maravillosa que está embarazada y tienen además un hijo adolescente con parálisis cerebral, que se encuentra de golpe y porrazo con la dura noticia de que está enfermo de cáncer, que no tiene seguro médico adecuado y pierde su trabajo. Y entonces, se convierte de profesor de secundaria en un fabricante de drogas de diseño dispuesto , en principio a lograr dinero suficiente para no dejar a su familia en la bancarrota cuando él seguramente muera de la enfermedad que lo aqueja. Pero, como dice el abogado del diablo por boca de Al Pacino : la vanidad es el pecado preferido del mal y el humilde profesor que sólo aspira a dejar un poco de dinero a su atribu­lada familia, se convierte en un tipo capaz de todo. Y en ese todo, entra todo, hasta su familia.

El padre amantísimo y preocupado se convierte, al romper su esposa con él por lo que hace, en secuestrador de su propia hija en un ser desalmado . Su ego es más grande que el amor por la familia y entonces ya no es más que otro traficante más, capaz de hacer daño hasta a los que ama.

DARTH VADER: STAR WARS

“Yo soy tu padre”. Y ahí el “mundo” se vino abajo para el pobre y buenísimo de Luke que los adoradores de la interminable serie (que aún pasan en algunos canales con un éxito abruma­dor entre nerds de todas las edades) . Esa frase sonó fuerte y metálica detrás de la máscara del detestable villano Darth Vader que descubría así para el pobre Luke, tan bueno como el pan, la triste realidad. Y encima lo quiso llevar por el mal camino de andar dominando la Galaxia con malas artes y dejando de lado a la gente y lo que sea , buena. Darth se pasó la vida o como se llame de su existencia, haciendo el mal pero no siempre fue así porque fue corrompido por el “Lado oscuro” y hasta fue responsable de la muerte de la bella y amada Padmé. Pero ese “Yo soy tu padre” desde la oscuridad suena espantoso porque el señor es tan malo que lo quiere llevar a su pobre hijo hacia el lado de la maldad y la oscuridad en lugar de ser una maravilla de persona. Pero la luz, en el caso de la serie, siempre gana y será Luke, el hijo, quien ayuda a Darth Vader. No me pregunten cómo. Vean la serie entera si se animan o pregúntenle a un amigo fanático que se las contará con detalle hasta que ustedes le pidan que por favor se callen. (es broma)

TYWIN LANNISTER: “JUEGO DE TRONOS”

Juego de Tronos, la serie que sedujo a millones en el mundo hace tiempo, está llena de malos padres y madres que para qué te cuento. Nadie es demasiado bueno porque corre el riesgo de que le corten la cabeza enseguida, pero se hizo hace poco una especie de encuesta entre los fans de las series de TV y cine en una revista especializada y de todos los pésimos padres , ganó Tywin Lannister que se pasa la vida cometiendo barbaridades y odi­ando y tratando de eliminar a su hijo menor, Tyrion que según la mirada de Tywin es despre­ciable por su enanismo y porque él supone que su esposa murió a causa del parto cuando nació Tywin. Lo cierto que el padre este solo ve en su hijo, los defectos como si los otros hijitos alhajas que tuvo fueran algo bueno. Lo peor de lo peor que hasta enjuicia a su propio hijo. Pero la fauna de malísima gente y pésimos padres de la serie tiene otros represen­tantes como Craster, un espantoso e incestuoso hombre o, dice la encuesta también Stannis Baratheon que llega a sacrificar a su propia hija en el fuego. Un espanto.

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