Por Fabiola González - Fotos: Ilustraciones y archivo

José (nombre ficticio) es un joven de 20 años que vivía en condición de calle. Abandonó su casa siendo un niño, huyendo de situaciones de maltrato familiar. Fuera de su hogar fue cayendo en vicios y cometiendo delitos. Llegó al Hogar Don Bosco Roga, un Centro Integral que pertenece a la Sociedad Salesiana del Paraguay, en el 2014 y, desde entonces, su vida tuvo un cambio positivo.

José tuvo esta oportunidad sin tener conocimiento de que el Estado tenía la obligación de resguardar su integridad, siendo “invisible” para las instituciones y una incomodidad para la sociedad igual de responsable de su cuidado. No todos los niños en situación de vulnerabilidad logran llegar a un hogar de acogida, muchos de ellos simplemente son fantasmas ante el sistema.

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“Antes me cuidaba mi pandilla…” rememora. En esta entrevista, nos cuenta su historia:

– LN.- ¿Hace cuánto llegaste al hogar Don Bosco?

– Llegué en el año 2014, primeramente estuve cuatro meses en lo que sería una suerte de ambientación a ese estilo de vida, me ayudaron con asistencia psicológica, me hicieron chequeos médicos, vitaminas, comida…techo y ropa, muchas cosas que nunca tuve estando en la calle. Pasados unos cuatro meses me pasaron a la residencia, donde me enseñaron oficios, música y me dejaban practicar deportes

– LN.- ¿Cómo era tu vida antes de llegar al hogar?

– Viví cuatro años con mi hermano en la calle, pedíamos comida, robábamos…nos drogábamos, no me importaba mucho la vida de los demás solo la mía. A veces volvíamos a nuestra casa por unos días y luego volvíamos a escaparnos.

– LN.- ¿Cómo supiste del hogar?

– Tenía un primo que también estaba ahí, y luego mi tía me preguntó si quería cambiar y me habló de lo que era vivir en el hogar, fue mucho sacrificio al inicio, yo buscaba mi droga, a veces buscaba fumar y escaparme, y tenía que adaptarme a las nuevas reglas que me daban, los fines de semana me parecían aburridos, pero yo tenía que mantenerme fuerte si de verdad quería cambiar. Lo que hace mal y hace daño era más fácil que eso que era para mi bien.

– LN.- ¿Por qué preferías estar en la calle antes que en tu casa, con tu familia?

– Prefería estar con mi hermano en la calle, ahí me sentía mejor que en mi casa donde teníamos muchos problemas, teníamos un padrastro que nos maltrataba mucho, vivíamos situaciones de violencia que también involucraban a mi mamá, entonces por eso éramos más felices estando en la calle.

– LN.- La calle era un refugio para vos, pero es un lugar que tiene muchos peligros también.

– Sí, había mucho peligro, pero teníamos nuestra pandilla, a lo que nosotros llamábamos amigos. La calle conocimos poco a poco, pero también encontramos enemigos ahí, hicimos muchas cosas malas, mi hermano está en la cárcel ahora y yo me di cuenta que no teníamos quien nos apoye o nos guíe y me sentía solo, todo eso cambió cuando decidí ir al hogar, de lo contrario quizás ya estaría preso también.

– LN.- ¿En la calle tenías una pandilla, pero en el hogar encontraste a una familia?

– Sí, ahí conocí a muchos amigos que se convirtieron en mis hermanos, cada uno tenía una historia distinta y cada historia valía oro. Salíamos hasta de paseo todos juntos, en mi nueva vida.

– LN.- Como tu historia lamentablemente hay muchas, son varios los niños que viven en las calles y que pasan por situaciones como las que pasaste vos, ¿qué podrías decirle a ellos?

– Que busquen ayuda, siempre hay personas dispuestas a orientar para no cometer equivocaciones y que le sigan a Dios, yo le puse a él primero y cambió mi vida para mejor, tardé en cambiar pero lo conseguí.

– LN.- ¿A qué te dedicás ahora, en esta que considerás como tu nueva vida?

– Yo hago mantenimiento en una parroquia, no es muy difícil mi trabajo, me gusta mucho y ya me dio la posibilidad de independizarme, hoy yo puedo pagar mi alquiler y comprarme mis propias cosas gracias al trabajo que me enseñaron.

– LN.- ¿Y que más te gusta hacer, además de trabajar?

– Me gusta dibujar, tocar el saxofón, cantar y jugar al fútbol.

– LN.- ¿Y tenés sueños que te gustaría cumplir?

– Mi sueño es ser futbolista, capaz ya estaba en la Primera si no era por la pandemia, que hizo más difícil todo, pero sigo haciendo mis ejercicios. Igual y yo ya sé lo que es pasar por situaciones difíciles por eso no pierdo la fe en poder alcanzarlo.

El Centro Abierto tiene hoy 300 beneficiarios, se sostiene por las donaciones de las personas y entidades. Ofrecen refuerzo escolar para niños vulnerables, así como educación básica bilingüe para jóvenes y adultos no escolarizados, y enseñanza sinfónica donde los alumnos aprenden a ejecutar instrumentos musicales, y egresan con un título de profesor en lenguaje musical. Actualmente preparan proyectos a corto y largo plazo que ayuden a que más personas sean beneficiarias de los programas... niños, jóvenes, escuela técnica, curso para mujeres con rápida salida laboral.

EN ESPERA DE UN HOGAR

La adopción en Paraguay es un tema bastante complejo, pero tan importante de discutirlo. Se trata de procesos por los que pasan los niños, niñas y adolescentes que son separados de sus familias por alguna vulneración de derechos detectada o denunciada. En este caso, se activa el sistema de protección generalmente por impulso de la defensoría o la fiscalía de la niñez y se solicita medidas de protección. La ley establece dos modalidades: Hogares de abrigo (albergues) y Acogimiento familiar.

Si es necesario sacar a un niño de su familia nuclear, se busca una familia ampliada o entorno afectivo (madrina, padrinos) o si no se localiza un familiar o no hay condiciones para que el niño se encuentre protegido se solicita un cuidado alternativo. Así nos explica la directora del Centro de Adopciones Dora Verón. Dice que estas medidas son de cuidado temporal ínterin se cumplan con los trámites del proceso con relación al niño.

Este proceso, una vez abordada la búsqueda y localización de la familia de origen (nuclear y ampliada), puede concluir de dos maneras: a) si se considera que en su familia se le puede garantizar su cuidado, este vuelve a reintegrarse a la familia, con un acompañamiento de un equipo técnico designado por el Juzgado para verificar el proceso. b) Si se concluye que en la familia de origen no existen las condiciones seguras para la vida del niño, entonces se recomienda la declaración del estado de adoptabilidad del niño. Para declarar al niño adoptable, si hubo reconocimiento de sus padres, se debe antes, decretar la pérdida de la patria potestad. Una vez que recaiga una sentencia firme sobre la declaración del estado de adoptabilidad. Esa sentencia se comunica al centro y se activa el proceso para el inicio del juicio de adopción.

Las familias no contactan ni deben convivir con el niño hasta que llegue el momento adecuado.

– LN.- ¿Qué querés decir sobre la adopción?

– Que la adopción es un acto de amor muy grande y que es una manera de recibir a un hijo en la familia, por lo tanto requiere un proceso de mucho cuidado y de construcción.

Que en Paraguay hay una autoridad central para solicitar la adopción y es el Centro de Adopciones. Todo el servicio es gratuito.

– LN.- ¿Cuántos niños aguardan ser adoptados?

– Hoy tenemos 30 niños, niñas y adolescentes para quienes no encontramos familias porque son grupo de hermanos, son grandes, tienen enfermedades, tienen discapacidades. Es un gran desafío el que tenemos, de hacer saber a la gente que ellos también necesitan familia que les prodigue amor y que la adopción también es la respuesta para ellos. La mayoría de las familias quieren bebés sanos, o se abre a niños de 0 a cuatro años.

– LN.- ¿A la fecha, de cuánta es la cifra de parejas inscriptas como adoptantes?

–Hay más de cien familias acreditadas para la familia adoptiva en la lista.

– LN.- ¿En qué consiste el proceso de adopción?

–La adopción es una medida de protección, excepcional por la cual un niño, niña o adolescente se incorpora como hijo a una familia por una sentencia judicial, perdiendo la filiación biológica.

La adopción en nuestra legislación tiene carácter de plena, indivisible e irrevocable.

– LN ¿Cuánto tiempo demora la adoptabilidad de un niño?

– Cuando llega la comunicación del niño declarado adoptable, se hace el perfil del niño con toda su historia y se selecciona una terna de familia de la lista única de postulantes y se le presenta al Consejo Directivo del centro. Este elige una familia y esa es la que se presenta ante el Juzgado de la Niñez competente. El juez puede aceptar la propuesta y darle trámite al juicio de adopción o rechazarla por no considerar adecuada y solicitar otra postulación.

Durante ese proceso que lleva dos meses o tres es que espera su adopción y luego ya va al proceso jurisdiccional. Donde recae la sentencia de adopción.

Si se cuenta con familias que respondan a las necesidades de los niños, niñas o adolescentes declarados o ninguna de las familias en lista de espera se abre a la adopción del niño.

Es por ello que insistentemente decimos que nosotros no buscamos hijos para las familias y sigue siendo un desafío cambiar la cultura de la adopción en nuestro país. Para cambiar el hijo ideal al hijo real.

– LN.- ¿Hasta qué edad son considerados en adoptabilidad?

– La adopción en nuestro país es posible de 0 a 17 años. Las personas mayores de edad pueden ser adoptadas solo cuando, antes de serlo, hayan iniciado el proceso.

– LN.- ¿En qué casos se frustran los procesos o no resultan como se esperaban?

– Si los procesos se respetan y se cumplen dentro del marco legal, con el acompañamiento adecuado de equipos técnicos con la capacidad para abordar estos casos, generalmente son muy exitosos, aunque siempre deben ser acompañados y orientados. Es un proceso de incorporación y construcción de ambas partes desde el niño y desde la familia.

Se frustran cuando no se ha cumplido el debido proceso con relación al niño o el debido proceso o evaluación de la familia. Ya que la selección debe responder a la necesidad del niño y la familia debe responder a la satisfacción de tales necesidades. Hay casos que se dificultan y si tienen el acompañamiento adecuado se van superando las dificultades. De hecho es una construcción. Y existe siempre la posibilidad de que algunos procesos se tornen más difíciles que otros. Como toda convivencia familiar.

– LN.- ¿Podría hablarnos sobre la actual Ley de Adopción?

– Con la actual ley solo el Centro de Adopciones puede postular a las familias que consideran la más apta e idónea para las necesidades del niño declarado. Se busca una familia para el niño. No un niño para la familia. El centro de nuestro trabajo siempre debe ser el niño. Las decisiones adoptadas deben estar centradas en su mejor interés.

– LN.- ¿Cuáles son las modificaciones que se hicieron a la ley de adopciones?

– Hoy la ley no solo es de adopción, sino también como su nombre lo dice es una ley que busca el fortalecimiento de las familias, regula los cuidados alternativos y la adopción.

Hoy ha modificado las funciones del Centro de Adopciones. Ya no tiene dentro de sus competencias, el trabajo con la familia biológica, competencia que hoy corresponde a la Dicuida o al equipo técnico que esta dirección designe.

El centro interviene ya en los procesos una vez que el niño sea declarado adoptable o en estado de adoptabilidad.

Hay una etapa administrativa y otra jurisdiccional. Hoy solo el Centro de Adopciones puede postular la familia e iniciar el proceso de adopción.

– LN.- ¿Existen plazos para encontrarle un hogar a un niño?

– La ley tiene los plazos establecidos desde el inicio de los procesos.

– LN.- Quienes se anotan con la intención de adoptar, ¿llegan con exigencias al centro?

– El proceso es el siguiente: presentan su solicitud con requisitos documentales, una vez llenados tales requisitos, pasan por una orientación legal sobre el proceso y luego se les hace una evaluación psicosocial. Si el equipo evaluador dictamina favorablemente, por resolución el Consejo Directivo del Centro de Adopciones dispone la acreditación como familia postulante para la adopción y pasa a integrar la lista.

Hay ocasiones en que se detecta necesidad de la familia, se pasa por una terapia de preparación para este proceso, o que debe procesar algún tipo de duelo entonces se aconseja en este sentido y se les recomienda luego hacer nuevas evaluaciones. No siempre las familias están preparadas.

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