Quedarse en casa. Cuando esa es la consigna, la cultura y las expresiones artísticas nos ayudan a pasar el tiempo y también a disfrutar de momentos de descanso para nuestra mente ocupada en el día a día con noticias de la actualidad. Un Banksy que se vende a beneficio de la salud en Londres, una exposición de varios artistas en el CCJS y la obra “Pandemia” de la icónica Marta Minujin que por primera vez es totalmente gris. Algunas historias para recorrer en este momento tan especial.

PARA LA SALUD

El misterioso artista plástico urbano inglés Banksy, del que nadie conoce la identidad verdadera ni cómo es su rostro, obtuvo el martes una suma récord por una obra realizada en homenaje al personal sanitario en plena pandemia y cuya venta será donada en su totalidad al servicio público de salud británico. El dibujo, en blanco y negro, titulado “Game Changer” (Cambio de las reglas del juego) se vendió el martes en una subasta en Londres por 16,758 millones de libras (23,1 millones de dólares). La obra, que estaba estimada inicialmente entre 2,5 y 3,5 millones de libras, fue finalmente subastada en Christie’s por casi cinco veces ese precio, superando el anterior récord de Banksy, 9,9 millones de libras por “El Parlamento de los monos”.

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El dibujo representa a un niño que, después de haber tirado a la basura muñecos de los superhéroes Batman y Superman, juega con una muñeca enfermera que lleva una mascarilla y una capa. Banksy la dejó como regalo en el hospital de Southampton, en el sur de Inglaterra, en mayo del 2020, durante la primera ola de la pandemia de coronavirus.

El enigmático artista, que en sus inicios formaba parte de los grafiteros de Bristol, dejó una nota con la pintura dando las gracias al personal del hospital por su trabajo en la lucha contra el covid-19.

“Gracias por todo lo que estáis haciendo. Espero que esto ilumine un poco el lugar, aunque sea en blanco y negro”, escribió. El dinero de la subasta se destinará a organizaciones benéficas de la sanidad pública británica y el Hospital General de Southampton se quedará con una reproducción de la obra de arte.

En un comunicado Christie’s estima que la obra se desvía del estilo irreverente habitual de Banksy y representa “un homenaje personal a aquellos que siguen cambiando el rumbo de la pandemia”. “Como obra de arte, sin embargo, seguirá siendo para siempre un símbolo de su tiempo: un recordatorio de los que verdaderamente cambian las reglas de juego en el mundo y del trabajo vital que realizan”, señaló.

También puede tener un trasfondo político debido a que fue donada poco después de que el primer ministro Boris Johnson dijera que los tests de anticuerpos podrían constituir un “game changer” en la pandemia. Los expertos lo descartaron rápidamente.

En un video compartido por el Southampton Hospitals Charity a principios de este mes, el personal da las gracias a Banksy por la obra. La enfermera Steph Gurney dijo que “significaba mucho que un artista de renombre mundial quisiera donar una obra a nuestro hospital”. Banksy, quien mantiene en secreto su identidad real, ha seguido creando obras durante la pandemia. En julio del 2020, disfrazado de limpiador, pintó con aerosol una serie de ratas animando a la gente a usar mascarillas en el metro londinense. En diciembre, dibujó a una mujer estornudando. La epidemia de coronavirus ha causado más de 126.000 muertos en el Reino Unido, el peor saldo de Europa.

ENAJENAR / EN CASA AJENA

El Centro Cultural de España Juan de Salazar está a disposición de quienes la quieran visitar, previo agendamiento, la exposición Enajenar / En Casa Ajena, un proyecto de la artista y curadora Sandra Dinnendahl López, que reúne obras de 21 artistas paraguayos y de algunos países de América Latina. La exposición se inauguró el sábado 13 de marzo en las salas Goya del Centro Cultural y se puede visitar con previo agendamiento en vía web. Enajenar es el acto de transferir posesión de un objeto. En el contexto de este proyecto los participantes entregan temporalmente su obra a una persona ajena. Esto representa un acto de vulnerabilidad que permite abrir a la posibilidad de crítica y rechazo. Se espera, en cambio, conexión, apoyo y aliento.

La frase En Casa Ajena hace referencia a la obra propia en manos de otros. También es un recordatorio de las cosas que limitan la crisis sanitaria. Entre ellas, el lujo de visitar a los amigos o las reuniones en familia o compartir físicamente un espacio con extraños.

Enajenar / En Casa Ajena es respuesta a dos males que acechan la escena contemporánea paraguaya de arte. El primero es reciente: la pandemia covid-19 y la parálisis que ha producido social, económica y culturalmente. Las obras creadas este año o el anterior retratan una respuesta colectiva a ello desde distintas perspectivas. El segundo mal ha acompañado nuestra producción y praxis hace décadas: la falta del ejercicio de la escritura y la recepción crítica.

Enajenar / En Casa Ajena propone una alternativa a este statu quo. A lo largo de un mes (hasta el 17 de abril) en las salas Goya del Centro Cultural se exponen las obras y textos de 21 artistas de Paraguay y algunos países de América Latina, con la publicación de un cuadernillo que reúne los textos y algunas performances.

En palabras de la artista y curadora Sandra Dinnendahl López: “En su segunda edición Proyecto Enajenar / En Casa Ajena convoca a un grupo de artistas bajo la temática “margen”, una palabra maleable que puede significar borde, límite y frontera, y al mismo tiempo, ocasión, ganancia, diferencia y aproximación. Cada artista interpretó esta temática según su sensibilidad con resultados varios y variados. Del colectivo surgen agrupaciones por temática, estética y materialidad, formando flujos discursivos a través del espacio expositivo. A partir de este concepto surge la curaduría: posicionar obras que dialogan más con unas en cercanía y utilizarlas como puentes entre obras más disimilares. De esta manera, el espacio expositivo se activa donde están las obras y donde no la están también. Los espacios vacíos escenifican las conversaciones entre dos o más obras. De estas conversaciones emergen subtemáticas como destilaciones conceptuales. Las siguientes nos ayudan a navegar los flujos discursivos: el espacio interior / doméstico, el espacio público, el cuerpo humano-político, elementos “típicos” culturales y la meta-materialidad.

La exposición se abre de 14:00 a 20:00 en las salas Goya del Centro Cultural. Visitas con previo agendamiento. Está abierta al público de lunes a sábados de 10:00 a 17:00 hasta el 9 de abril del 2021. (Obs.: Aforo máximo para las salas Goya 6 personas c/ media hora) El agendamiento es a través del formulario o bien contactando vía telefónica a través del teléfono (021) 449-921 o al (0981) 443-891 con Martha Ferreira.

LA “PANDEMIA” DE MARTA

LA “PANDEMIA” DE MARTA

“Pandemia” se titula la única obra sin colores de la artista argentina Marta Minujín.

Inconfundible con su pelo rubio platinado, sus legendarios anteojos espejados y su vestimenta multicolorida, la artista plástica argentina Marta Minujín, de 78 años, dio a luz “Pandemia”, su última obra sin colores que, según ella, refleja “lo negro” que significó la propagación del coronavirus. “Es la única obra que tengo en blanco y negro, un cuadro negro porque es negro lo que pasa”, afirmó Minujín al presentar la obra ante un grupo de periodistas, entre ellos de la AFP. Poco antes de la inauguración de la exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, que el público podrá visitar a partir de este jueves, sostiene que es “una obra que responde a la realidad que vivimos, las otras que hago no son así. Todos mis cuadros son flúo”.

La transgresora artista pop, una de las primeras en realizar happenings, performance y videoarte, vanguardista desde la década de 1960 y que integró el entorno artístico de Andy Warhol en Nueva York en los 1970, se dedicó esta vez a cortar y pegar miles de tiras de tela pintada en blanco y negro que conforman su obra en distintos tonos de gris. “Todos los días desde abril (del 2020) hasta ahora fui pegando las tiritas, cinco horas por día, llegué a pegar 26.500 tiritas”, contó. “También era una especie de meditación que yo hacía y escuchaba las noticias, y todo lo que pasaba en el mundo. Y solo se fue creando esta obra”.

Cuando estalló la pandemia, Minujín se disponía a exponer en el museo británico Tate de Liverpool “La Menesunda”, recreación de una de sus obras históricas. En el 2017 la recreación de su enorme Partenón hecho con libros prohibidos, había sido la atracción de Documenta, la célebre cita del arte en la ciudad alemana de Kassel. “En la pandemia no podía hacer un Partenón de libros ni la estatua de la libertad acostada ni nada de eso, así que me dije, voy a hacer una hazaña, que es una sola obra gigante que me demande mucha energía y esfuerzo. Entonces hice esta”, sostuvo.

El confinamiento estricto impuesto en Argentina para evitar la propagación del coronavirus le resultó duro. “Cuando empezó la pandemia y el aislamiento brutal, vi que todo era negro, todo el tiempo eran muertos, muertos, muertos”, advirtió. “Los gobiernos se volvieron totalitarios, teníamos que seguir órdenes que no estábamos acostumbrados. Fue un cambio de vida brutal”, se lamentó. Su relación con el resto del mundo fue entonces a través de Instagram, donde iba publicando la progresión de su obra y recibía mensajes de aliento. “Como estaba sola ese era el estímulo. En las obras gigantes siempre estoy con miles de personas haciéndolas, pero esta la hice sola y me gustó”.

EN EL HALL

La decisión de colgar la obra en medio del hall de entrada al museo no fue azarosa, explicó su director Andrés Duprat. “La ubicamos para que se pueda ver el reverso donde Marta llevó una especie de cuaderno de bitácora donde fue anotando estadísticas e impresiones. Es una obra fantástica, totalmente dedicada a la realidad pandémica”, afirmó. La obra se completa con un video que muestra el proceso creativo, “tan importante como la obra en sí”, opinó Duprat.

Minujín es la estrella de la reapertura del museo tras un año de pandemia, que ofrece además una muestra dedicada al fallecido artista argentino León Ferrari, León de oro en la Bienal de Venecia 2007, y “El canon accidental”, una exposición que recupera a artistas mujeres argentinas de entre 1890 y 1950, invisibilizadas por décadas.

VACUNACIÓN

En el reverso de su obra, se leen anotaciones de Minujín: “17 metros de tela cortada”, “El arte me protege y todos los que me siguieron en Instagram me acompañaron, les debo esta obra”, “Corona Virus global, encierro forzado (aislamiento en todo el planeta)”, “Al término de la pandemia recibí un golpe mortal y lo sobreviví. 11 de marzo del 2021”. Ese gran golpe al que se refiere fue la muerte de su esposo, un economista con el que convivió desde sus 16 años, cuenta a la AFP. “Él era mi cable a tierra y yo era el cable pelado de él”, dice.

Desde el reverso de su obra pandémica avisa que ya planea otra creación. “Voy a hacer una obra que se llama Vacunación Global, que es con azules índigo, que es lo que usan las batas (los médicos), todo azul índigo, mezcla de blancos y grises. Claro si sigo así sin poder viajar sin nada, lo mejor que puedo hacer es otra obra que dure un año”, lanza.

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