Toni Roberto, tonirobertogodoy@gmail.com
Hoy Toni Roberto hace un pequeño viaje a su biblioteca a la zona de libros sobre Asunción y entre ellos se encuentra con “Crónica cultural de Clorinda”, a partir de ahí se hace la pregunta: ¿Es Clorinda un barrio más de Asunción?
MIGUEL ÁNGEL APONTE ALBERTINI Y SUS RECUERDOS DE CLORINDA
Estamos en momentos críticos de la pandemia, eso me hizo refugiar por un momento en una zona de mi biblioteca sobre temas de Asunción que me llevó a recorrer pequeños libros sobre sus barrios, siempre digo que en los subterfugios de las pequeñas historias están aquellas que nos llevan a conocer o recordar otras, lo particular de este “viaje a mi biblioteca en pandemia” a la zona de libros sobre Asunción fue el encuentro con uno muy particular que se refiere a la ciudad de Clorinda, “Crónica cultural de Clorinda”, de Miguel Ángel Aponte Albertini, que me fuera obsequiado hace unos años por mi amigo, el librero Julio Aquino, propietario de La Oficina del Libro, libros raros y antiguos, quien hasta ahora atiende en su local del entrepiso del viejo Edificio Garantía, frente a la Plaza Uruguaya.
Ustedes me dirán, pero si estabas buscando libros sobre Asunción, ¿por qué hablás de Clorinda? La respuesta es fácil y respondo con una pregunta: ¿Al leer los recuerdos del profesor Aponte, habría alguna duda de que esta ciudad ubicada a menos de 7 kilómetros en línea recta de Asunción no merece ser nombrada como un “barrio de la Asunción”?
RAFAEL ODDONE, UN PRÓLOGO Y LA CASA DE LA CALLE CABALLERO
En una de sus páginas me encuentro con las palabras del intelectual Rafael Oddone, quien vivió muchos años de exilio en Clorinda y quien luego regresara a Asunción a su legendaria “amplia, pero austera casa” de la calle Caballero 919, que fuera diseñada ya allá por 1949 por Natalio Bareiro. Esto me llevó a recordar detalles de los años 80 de mis visitas a esa casa: Al llegar estaba el timbre y un zaguán “eternamente abierto”, en la puerta de la izquierda un señorial escritorio, a la derecha un gran salón y en la puerta del medio el lugar donde siempre recibía. Dos sillones estilo “berger”, el viejo teléfono negro, un velador y una fuente con dos vasos y una jarra de agua, era todo lo que necesitaba para una larga charla donde me contara sus recuerdos de Clorinda, todo esto me vino a la memoria al leer el prólogo de Oddone, fechado en Clorinda el 22 de marzo de 1973 que dice:
“Durante el transcurso del año 1947, una interminable caravana de exiliados políticos que integraban e integran el ‘Paraguay peregrino’, se refugió a lo largo y ancho de la geografía argentina. Un importante porcentual de esa caravana se instaló en Clorinda, bajo la hospitalidad del cielo formoseño. Ese vasto sector de hombres libres que buscó y encontró en esta provincia la compresión y la solidaridad anheladas, desde entonces acá ha venido dando pruebas evidentes y palpables de su gratitud a esta nación hermana que acogió y compartió tantos dolores y tantas angustias”.
Hay veces que ya no se puede decir mucho, solo transcribir lo leído y terminar con el texto firmado por la editorial e imprenta Negri de Buenos Aires en 1973, hablando de este ilustre profesor paraguayo, diciendo: “‘Crónica cultural de Clorinda’ es la narración con estilo sencillo, ágil y ameno, hecha por el autor de la obra de todo proceso gradual educativo que tuvo lugar en la apartada ciudad fronteriza de Clorinda, provincia de Formosa, proceso en el que tuvieron y tiene activa participación los numerosos profesionales paraguayos radicados allí”.
“El autor dedicado a la docencia desde su juventud en su país de origen y en la ciudad de Clorinda hace 14 años hace gala en la narración de una excelente memoria que a decir de don Santiago Ramón y Cajal ‘es el archivo de lo pasado, lucimiento de lo presente y único consuelo de la vejez, siendo por ellos el don más precioso y maravilloso de la vida’”.
Al final, me subo imaginariamente al edificio Habitalis de Sajonia y diviso a lo lejos esta ciudad tan cercana a Asunción, recuerdo a innumerables familias paraguayas de Clorinda, como los Llerandi, los Vaisembrut, los Paleari, los Schmeda, los Aquino, los Oddone, entre otras, y me vuelvo a preguntar desde estas alturas: ¿Fue la querida Clorinda un barrio más de Asunción?