Para conocer pasajes del pasado de un barrio es necesario recurrir a sus protagonistas, en esta ocasión Toni Roberto hace un recorrido imaginario con “Muñeca” Talavera, antigua socia del Club Deportivo de Puerto Sajonia, quien a sus casi 90 años cuenta historias como si fuera que fuesen ayer, para estos Cuadernos de barrio.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
DESDE EL SAJONIA AL CENTENARIO
Sentada en su amplio sofá que paradójicamente perteneciera al primer presidente del Club Centenario, “Muñeca” Talavera de Ventre nos cuenta sus recuerdos del Club Deportivo de Puerto Sajonia, cuyo nombre recibe naturalmente del puerto que le debe su denominación al legendario buque Sajonia, que se constituyó en pieza fundamental para la victoria de los liberales en la Revolución de 1904.
Ella empieza a contarnos sus recuerdos: “Era prácticamente un club familiar, todas éramos familias conocidas, muy dadas unas con otras. Nosotras no éramos socias pero después tuvimos que ser, porque o si no, ya no nos dejaban entrar”.
“Mi hermana Graciela Talavera de Ballario salió reina del Club Deportivo de Puerto Sajonia allá por 1951, cuando éramos solteras teníamos que irnos con una mamá o con un primo porque no nos dejaban entrar solas”.
UNA FIESTA Y EL ÚLTIMO COLECTIVO
“Se hacían unos cócteles bailables los sábados, recuerdo que allá por 1949 vino una orquesta argentina muy famosa, la de Juan Carlos Barbará. Bailábamos hasta las 11 o las 12 de la noche porque teníamos que volver a la hora que nos decían nuestros padres, en una ocasión nos pasó el último colectivo que nos llevaba a nuestras casas y tuvimos que regresar caminando a altas horas de la noche, pero la diferencia con hoy es que no había peligro en aquellos finales de los años 40”.
“Todos los sábados se hacían fiestas, y como la cantina era un poco cara, nosotras preparábamos un pan grande y le poníamos paté y eso se convertía en nuestra cena, nos íbamos varias amigas, las de Balmelli, las de Bestard, las de Casola, las de López Moreira, siempre acompañadas de una mamá, solas no nos íbamos. Ese era el programa en el Sajonia los sábados desde la tarde hasta la noche, los domingos volvíamos al deportivo a eso de las 9 de la mañana y se hacía un cóctel hasta las 12 del mediodía”.
“Son para mí inolvidables las fiestas de carnaval de aquellos lejanos años 50, eran famosas las carrozas del Deportivo para los carnavales y ahí mi hermana volvió a salir reina, en este caso del Carnaval del Deportivo de Puerto Sajonia; también participaba mi prima ‘Mañica’ Guggiari Echeverría de González Ravetti, quien salió vicerreina, ella era hermana de la beata Chiquitunga. Otra cosa importante era el club de ‘bochófilos’, al cual pertenecía mi suegro Félix Ventre. También algo memorable fue cuando se construyó la hermosa pileta siendo presidente Félix López de Filippis”.
MUCHAS FOTOS Y NATACIÓN EN EL RÍO
“Muchos hacíamos natación en el río, había una playa hermosa frente al club con unas casillas individuales, había un pontón y desde ahí nos tirábamos al agua, me acompañaba el único novio que tuve en mi vida desde los 16 años que fue el Dr. Manuel Ventre, él era muy aficionado a las fotos, siempre capturaba imágenes, tanto en el río, en el club, en las fiestas, en Navidad o en Año Nuevo, también los 21 de setiembre cuando se hacían las fiestas de primavera con las debutantes, donde todas nos vestíamos sencillas con un vestidito de organza o de boal, a mí me confeccionaba una modista que quedaba en la calle 15 de Agosto, que se llamaba Deidamia”. En este recorrido imaginario por el pasado también recuerda en un momento con mucha emoción a los Paats que vivían sobre la avenida Carlos Antonio López y a los Casamada.
Así termina contando “Muñeca” parte de sus recuerdos de Sajonia, dentro del proyecto “Un viaje a Sajonia con Habitalis”, conociendo las pequeñas grandes historias que hacen a la memoria de este legendario y particular barrio capitalino que se resiste a perder su identidad en el “rincón oeste” de la ciudad de Asunción.