Un análisis de la novela “Codicia” de Maribel Barreto, escritora y docente que ganara el Premio Nacional de Literatura en el 2019 por su novela “El hijo de la Revolución”. Esta crítica es de un prestigioso catedrático de la Universidad Lee de Cleeveland Tennessee, EEUU, y valora la obra de la escritora y docente paraguaya, miembro de la Academia de la Lengua.

  • Por Dr. Alexander Steffanell Catedrático y crítico literario (*)
  • (*) Profesor asociado de Castellano y Literatura Latinoamericana y director de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Lee (Cleveland, Tennes­see, Estados Unidos).

“Codicia” (2017), de Maribel Barreto, es una novela metacrítica sobre asun­tos epistemológicos de la ideología psicosocial en la literatura paraguaya. El nivel de desarrollo textual hace uso de una amplia polifonía, introduciendo diálogos que se mantienen claros y desarrollados de manera que se hilan con destreza y precisión. Ade­más de lo anterior, en la presente obra existe una fragmentación del relato presentando un caos lin­güístico ordenado y orga­nizado en el cual el lector es convocado a un debate desafiante ante la historia y la verdad erróneamente contada.

Maribel Barreto.

Así, el texto de Mari­bel Barreto se caracte­riza por una multitud de voces narrativas que cuentan historias, even­tos y situaciones de diver­sos personajes cuya psico­logía social se manifiesta en las inmediaciones lite­rarias. Al analizar “Codi­cia” –galardonada con el Premio de Novela Inédita Centenario de Augusto Roa Bastos– se observa lo que en sus estudios de crí­tica literaria Mijaíl Bajtín denomina “plurilingüismo dialogizante”. Según este intelectual ruso, el con­cepto de novela consti­tuye una teoría del dis­curso y una polifonía del enunciado y, por ende, tex­tual. Barreto utiliza en su novela un juego polifó­nico, donde interactúan otras voces, con un dis­curso ajeno en diferentes niveles del lenguaje. Aun­que el término polifonía se usó primeramente en el arte musical, la multi­plicidad de voces y el dia­logismo de los personajes de “Codicia” no les permi­ten tener una personali­dad definida y una forma finalizada. La experien­cia de construcción del sujeto actante en dicha obra presenta una esté­tica determinante donde el momento del hacer y el narrar se distancian.

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Barreto introduce al lec­tor en un mundo ficticio ubicando al sujeto en la autonomía del lenguaje sin ser objeto, tomando como punto de partida el análisis de Bajtín (1989). Por lo tanto, la novela es un mundo en el que abunda el material polifónico y donde interviene la ética del héroe o la heroína para darle definición y forma a la conciencia del sujeto. Asimismo –y aplicando la teoría bajtiniana–, la novela polifónica juega con la diversidad de voces a través de la presencia activa de los personajes, relacionados entre sí en un encuentro genuino de los puntos de vista de la voz narrativa.

En su obra liminal “Pro­blemas de la poética de Dostoievsky” (1929/1973), Mijaíl Bajtín establece que la polifonía no se enfrenta a pensamientos contra­rios y nos posiciona como lector/narrador en múl­tiples discursos sin que necesariamente haya un punto de vista que dicte una autoridad. Es así como en la obra en cuestión hay disonancia y las situacio­nes narrativas son expli­cadas desde un conjunto de voces simultáneas que se entrelazan con el texto mismo. Entonces, en dicha polifonía existe una musi­calidad del lenguaje leve­mente manipulada por la creadora del texto cuyo esquema es maleable, moldeable, ambiguo, aunque certero; facilita la fluidez narrativa requerida para que la obra adquiera sen­tido. “Codicia” es una con­tinua interacción entre las voces y el lector, desli­zando el texto literario a secuencias narrativas con imágenes ingeniosas y con­creción de ideas asimila­das por los personajes de la novela.

No obstante, en esta novela se resemantiza el valor de la verdad narrada; igual­mente, la verdad histórica, aunque ficcional (valga el oxímoron) navega de voz en voz presentando –tal vez denunciando– hechos cruciales y puntuales de la historia paraguaya. En “Codicia” se exorcizan los demonios del pasado, muchos de los cuales se han querido omitir u olvi­dar; se sacuden los fantas­mas y las almas en pena buscando salvación; se subvierte, se fragmenta, se rompe con la tradición, precisamente para denun­ciar la corrupción.

La novela que es objeto de este análisis atenta delibe­radamente con los meta­rrelatos o narrativas maes­tras lineales y más bien se convierte en parcelas que contienen microhistorias. “Codicia” se resquebraja, se desintegra con lucidez y claridad obligando al lec­tor avezado a inmiscuirse en la infinidad de voces que predican y dicen ver­dades. Dada la multiplici­dad de voces, los planos de la narrativa manejada se presentan como estrate­gias discursivas a través de las cuales la misma novela trastoca la verdad y la his­toria para hacerlas verosí­miles. El discurso de esta novela es como un ring de boxeo donde se interac­ciona y se rechazan las ver­dades absolutas, las cuales fueron promovidas por la dictadura. Precisamente la novela invalida la ver­dad absoluta, no interac­tiva y la lleva a la palestra en medio de un Paraguay convulsionado que quiere desmantelar el pasado dic­tatorial.

El universo literario en la obra de Barreto es poli­sujetivo en cuanto expe­rimenta con los arque­tipos del héroe, en este caso, múltiple. No pode­mos decir que tiene uno o dos protagonistas por­que todo se traslada a una estética del arte literario que determina los consti­tuyentes de la obra. Continuamente las voces se superponen y lideran el discurso simultánea­mente, propiciando diálo­gos interiores en el reino textual. Por esto, la poli­fonía se proyecta sonora y compleja, un mundo de denuncias donde el deseo principal es emancipar la verdad oculta. El con­cepto de verdad, como se ha dicho anteriormente, es debatible y se acerca a la comunidad litera­ria haciendo consciente el tejido social en el que la novela se enmarca. La manera como se relacio­nan los personajes adeuda a los contenidos divididos que presentan una nueva forma de literatura en Paraguay. La novela de Maribel Barreto, fuera de no seguir la línea tradi­cional novelística en este país, contrasta el encuen­tro genuino de varios pun­tos de vista y la penetra­ción de la conciencia de los héroes en la novela. Esto hace de ella uno de los pila­res de la literatura para­guaya, pues a gran escala propone una estructura narrativa poco explorada en el canon literario. Es decir, esta novela revolu­ciona y ataca la autodefi­nición de la voz narrativa en tercera persona omnis­ciente pues aquí todos los personajes saben y tienen conocimiento dentro de su posición dialógica.

Resumiendo el argumento temático, “Codicia” pre­senta la problemática de una familia acauda­lada, cuya fortuna está en entredicho, producto de las envidias, celos, con­flictos; la trama principal introduce una complejidad familiar, malversación de fondos, herencias y pro­piedades mal habidas, tie­rras saqueadas por la dic­tadura que casi se extiende a un período postestro­nista, abigeatos, infideli­dades y, por encima, codi­cia desenfrenada. Nadie quería inmiscuirse en lo absurdo de la dictadura, por temores infundados por la misma.

Maribel Barreto nos trae una novela testimonial y de pensamiento, con hechos históricos, pero ficcionalizados; la novela es rica en acentos urba­nos sin necesariamente detenerse en Asunción como ciudad principal. Es en lo urbano donde se desarrollan las distintas capas sociales, sin narra­dor único, en superposi­ción de planos narrativos, aunque con voces auténti­cas. Barreto echa mano de una técnica narrativa ini­gualable en cuanto la mul­tiplicidad de voces que va aumentando a medida que avanza la obra.

Por último, Maribel Barreto –Premio Nacional de Literatura 2019– se ha caracterizado por su labor como maestra, escritora y crítica literaria. Su vasta producción se compone de más de 50 obras que transitan géneros como la narrativa, la crítica, la lite­ratura infantil y el ensayo. Esta escritora ha pasado toda una vida difundiendo la literatura paraguaya dentro de su país y tam­bién a nivel internacional. Maribel Barreto narra las peripecias de un país con­vulsionado en medio de las enfermedades mor­tales de una postdicta­dura que dejó sumido este territorio en la desolación y la corrupción. Oriunda de Quyquyhó, Paraguarí, Barreto se ha convertido en una pieza clave e incan­sable para comprender la literatura paraguaya del presente siglo.

Traducida también al francés como “Cupidité” (2018), las voces poli­fónicas de “Codicia” se deslizan fácilmente por el entramado textual ali­neándose subrepticia­mente en el inevitable éxito final como cuando se planea el robo del siglo. A través de la delicia lite­raria de la obra, el lector aguza su atención, clara y concisa, atrapado en una multidimensionalidad textual que habla mucho de la maestría escritu­ral que posee esta autora. Dicha experiencia no es gratuita sino fruto de su innumerable produc­ción textual y crítica que amerita a Maribel Barreto como una de las escrito­ras más importantes de los últimos tiempos en la literatura paraguaya.

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