Clemente Juliuz David es un artista indígena del Chaco paraguayo que plasma en dibujos, de manera original y con mucha destreza, la fauna y flora de esta peculiar región del país. En el 2019 viajó a París, Francia, para representar a Paraguay en una exposición. En contacto con La Nación, dijo que se considera una persona humilde y, como esta profesión representa su única fuente de ingresos, espera que a través de esta nota la gente pueda conocer su trabajo y contactarlo en caso de querer apreciar y contar con sus obras.
El artista tiene 48 años de edad, es padre de tres hijos e incluso ya tiene dos nietos. Vive en la comunidad Campo Alegre del pueblo nivaclé, distante a 30 kilómetros de la colonia menonita Neuland, parte del distrito de Mariscal Estigarribia del departamento de Boquerón, en la región Occidental de nuestro país.
Relató que su mayor pasión, desde pequeño, siempre fue dibujar los regalos que la naturaleza ofrece ante los ojos humanos. Le gusta dibujar al tatú carreta, al taguá (cerdo salvaje), al avestruz, entre otros animales característicos de esta región del país, además de la exótica vegetación.
Desde los ocho años hasta ahora, Clemente siempre dibujó. De infante le llamó la atención el arte de plasmar en puño y letra sobre papel las siluetas generadas en la mente, pero canalizadas a través de los ojos al observar el horizonte. Sin embargo, no siempre se dedicó a su vocación como principal actividad laboral, cuenta.
“Durante muchos años trabajé de otras cosas. Mucho tiempo pasé atendiendo aquí en el almacén comunitario con otros compañeros. Pero llegó un punto en que ya no aguanté más. Entonces, como dibujar siempre fue lo mío, empecé a dedicarme a eso”, expuso. Poco a poco Clemente fue mostrando sus obras a las personas, quienes también –admiraban los dibujos que realizaba– fueron comprando algunas piezas, lo que le fue retribuyendo económicamente, en cierta manera.
Confesó a La Nación que anteriormente nunca se le cruzó por la mente que podría vender sus obras y que también le sorprendió la gran cantidad de personas que se fue encantando con sus trabajos. A la fecha se cumplen 6 años que Clemente se dedica profesionalmente al arte, también como forma de vida.
“La gente va preguntando y le va gustando mi trabajo. Me reconocieron también ya gente de Asunción, donde me abrieron camino ahora para que más personas quieran conocerme a mí y lo que hago”, expuso.
Clemente indicó que dibuja principalmente con bolígrafo sobre papel, pero afirmó que a veces también suele dar color a sus obras con pintura acrílica. “Pero mi fuerte es el dibujo”, continuó. En los pocos años que Clemente se dedica profesionalmente al dibujo ya viajó al exterior a raíz del éxito de sus obras. Primero fue invitado a la Argentina, donde representó a Paraguay durante una exposición. Luego, unos franceses lo visitaron en el Chaco y quedaron maravillados por su trabajo, invitándolo a Europa.
Fue así que en el 2019 viajó hasta París, Francia, donde participó de una muestra con otros artistas internacionales a los que les gusta el bosque y la naturaleza. “Nos juntamos ahí con nuestras obras y cada uno explicó por qué se dedica a hacer eso”, refirió.
En la comunidad Campo Alegre, donde vive Clemente, conviven unas 422 familias aproximadamente.
SU ÚNICA FUENTE DE TRABAJO EN PLENA PANDEMIA
Clemente mencionó que, así como a todos, la pandemia vino a limitar las probabilidades laborales para la gente y generó crisis económica en la zona. En su caso particular, mencionó que si bien no existen tantos casos de covid-19 en la región, igual todos hicieron caso a lo que decía Salud Pública y a los protocolos sanitarios de quedarse en casa.
Para aprovechar ese tiempo en el hogar, Clemente se dedicó intensamente a realizar más obras de arte, que están a disposición del público. Las personas interesadas en adquirir sus dibujos pueden comunicarse con él al (0975) 872-491. Desde La Nación, invitamos a nuestros lectores a apreciar las obras de Clemente y otros artistas y a comprar arte y artesanía locales.