Encarnación se destaca por ser la primera y única ciudad que propuso un protocolo sanitario para playas y balnearios, aprobado el 9 de noviembre del 2020 por el Ministerio de Salud. En el sur del país, varios sitios históricos ya empezaron a recibir a miles de personas que aplicaron un sistema sanitario para poder avanzar en sus vacaciones para este año. Una forma de hacer turismo interno, minimizando los riesgos de contagio.
Textos y fotos: Rocío Gómez
La movida en Encarnación no se termina ni con pandemia. Así piensan en la “Perla del Sur” y entonces se han decidido a trabajar en proyectar de la mejor manera posible lo que será la temporada 2021 del verano en esta parte del país, aplicando en todo momento los protocolos sanitarios para que se pueda evitar la propagación del virus del covid-19.
¿Cómo se hace para que los turistas de la zona y de otros lugares del país eviten las aglomeraciones? Con buenos resultados hasta ahora, han establecido medidas estrictas de control que la gente ha respetado a rajatabla. Estas medidas abarcan desde el obligatorio registro, online o presencial, a través del cual las personas se registran brindando datos completos, como nombre y apellido, número y documento de identidad, teléfono y dirección.
Luego de brindar esos datos, que sirven además para ordenar la llegada y permanencia en playas a los visitantes, como datos que permitirían la trazabilidad de los que pudieran haber estado en contacto en esos lugares. Una vez autorizados los grupos que pueden ingresar a las playas, tienen que ser núcleos familiares o de amigos que no excedan las 10 personas por grupo, todos ellos deben permanecer utilizando tapabocas e instalándose alrededor de las estacas clavadas en la arena, conocidas como “burbujas sociales”, distantes a 2,50 metros unas de otras. Las tres playas municipales encarnacenas son San José, Mbói Kae y Pacú Cuá, con capacidad total de casi 15.000 personas y todas ellas han adoptado estas medidas.
PROTOCOLO EN TODAS PARTES
Según informaciones otorgadas desde la Municipalidad de Encarnación, las playas tienen una dotación de 250 funcionarios que prestan servicios de distinto tipo en dichos espacios públicos. Hay quienes ejercen los cargos de gerentes municipales, también de guardavidas, además de la “policía sanitaria”. También hay funcionarios policiales que se encargan del monitoreo de la comisaría de la zona y también agentes del Grupo Lince, además de la Fuerza Naval que patrulla constantemente en lanchas desde el río.
Como la vida “de vacaciones” significa también un ingreso importante para gente que trabaja con el ingreso de los turistas, se previó que 80 vendedores ambulantes y prestadores de servicio trabajen bajo estrictas medidas sanitarias, desinfectando completamente las sillas plegables y sombrillas de alquiler, además de vender en los sitios kits sanitarios, además de los lentes de sol y sombreros. Los tapabocas para toda la familia y tamaños son ya parte del “kit de verano” de los visitantes de las playas del Sur, tan importantes como el alcohol en gel y los protectores solares. Es la forma de vida que la pandemia nos ha impuesto a la hora de disfrutar también del ocio y las vacaciones.
HOTELES Y MÁS
Actualmente, la ciudad capital del departamento cuenta con 74 hospedajes y hoteles abiertos en esta temporada, pero debido a la pandemia, también estos lugares de alojamiento han tenido que adaptarse a la situación y solo aceptan hospedar a un 50% de su capacidad, ya que deben adecuarse y recibir a los huéspedes en habitaciones no contiguas, salvo para el grupo familiar o de “burbuja cercana”. En lo práctico, definen ocupar una habitación por medio, es decir “una ocupada al lado de otra desocupada” para mantener así la distancia y evitar las aglomeraciones. También la tan apreciada costumbre del gran desayuno en vacaciones en los hoteles ha tenido que adaptarse a los “tiempos covid” y, por lo tanto, se realizan por turnos y agendamiento previo. Todas las comidas se sirven envueltas o protegidas por papel film para evitar contacto alguno, inclusive las que se llevan como servicio de habitación.
“Lo importante en Encarnación es que gracias al cumplimiento del protocolo, ningún huésped ni empleado fue contagiado hasta el momento”, celebra Estanislao Arce, presidente de la Asociación Hotelera de Itapúa.
A la hora de disfrutar de la gastronomía, la oferta encarnacena es variada tanto en opciones como en precios. Son más de 100 los locales gastronómicos que abren sus puertas aplicando estricto protocolo. El paseo gastronómico frente a la céntrica playa de San José funciona con agendamiento previo, exigiendo el distanciamiento de 2 metros entre grupos de personas sentadas en los locales, además de la exigencia de la utilización de tapabocas para circular.
El límite máximo permitido es hasta 6 comensales por mesa y mantener las mesas vacías hasta la hora de comer. El servicio se presta con funcionarios que deben guardar protocolo como el uso obligatorio de tapabocas y antiparras. Además, el menú se escanea con un código QR y se elige desde el smartphone. “Nos limitamos en el horario establecido por Salud, solo hasta la medianoche, pese a que podríamos aprovechar la temporada alta”, refiere César Almirón, referente del sector gastronómico.
CARMEN DEL PARANÁ, LA JOYA OCULTA DE ITAPÚA
Pese a no estar en el foco de la atención, las playas de Carmen del Paraná se presentan limpias, con sus arenas suaves y las aguas del río cristalinas, que permiten a quienes gocen de esas aguas “verse los pies” mientras avanzan hacia el centro del río. Pirayú, Ybycuí y Tacuarí son las tres opciones de playas municipales en esta ciudad. “Nuestros precios son mucho más
accesibles y tenemos playas más lindas que Encarnación”, afirma Dolly Vera, encargada de la playa Pirayú.
Con registro de visitantes y burbujas sociales, ofrecen distintas opciones de turismo como las actividades deportivas de la playa Ybycuí, con alquiler de kayak, parque acuático conocido como “globo loco en el agua”, canchas multiuso, circuito de obstáculos y stand up paddel. Carmen del Paraná se diferencia por ofrecer hospedaje y locales gastronómicos netamente carmeños, que pertenecen a familias de la zona, sin tener ubicadas grandes empresas en sus playas.
Con respecto al alojamiento, Carmen del Paraná cuenta con 14 agradables posadas que ofrecen cercanía a las tranquilas playas de la ciudad, atendidas por sus propias dueñas y con servicio de habitaciones con aire acondicionado, desayuno y además algunas de ellas ofrecen piscina, área de juegos, quinchos y parrillas para utilizar. Suelen tener entre 5 y 8 o más habitaciones acondicionadas y son ideales para desconectarse del estrés de la ciudad.
El costo va desde los G. 100 mil o G. 150 mil por persona por día con desayuno incluido.
Hace pocos días se inauguraron dos de ellas con detalles especiales como piscina y otras comodidades. “Carmen” es ideal para el descanso tanto de parejas, personas que desean alejarse del ruido y familias con niños, ya que las playas son bastante seguras y limpias.
VISITA A LAS MISIONES, CON PROTOCOLOS
Con la implementación de los protocolos de bioseguridad sanitaria y previo agendamiento, las Misiones Jesuíticas de la Santísima Trinidad, Jesús de Tavarangue y San Cosme y San Damián, en el departamento de Itapúa, ya recibieron más de 9.800 visitantes en modo covid desde inicios del 2021. Los visitantes pueden vivir la experiencia única en las reducciones jesuíticas con tarifas accesibles de acceso; G. 25.000 para extranjeros, G. 15.000 para nacionales y extranjeros con radicación y G. 5.000 para oriundos de Itapúa y menores de 6 a 12 años.
Los tickets tienen una validez de tres días y pueden ser utilizados en las tres Misiones.
Durante las visitas guiadas, es imprescindible el cumplimiento de las medidas sanitarias, el uso obligatorio de tapabocas durante todo el recorrido, el lavado de manos, la desinfección con alcohol, la medición de temperatura para el ingreso y el distanciamiento de 2 metros.
Como patrimonios mundiales de la Unesco, Trinidad recibió 4.134 visitas, Jesús de Tavarangue 2.510 y por su parte San Cosme y San Damián a 3.178 visitantes desde el primero de enero hasta el último fin de semana del 2021. Fuente: Senatur.