El año que se fue dejó un mundo cambiado en muchos sentidos. Y así como cada fin de temporada, en La Nación recordamos, en una especie de anuario, los eventos que marcaron al país en un año totalmente atípico. Desde el cambio de paradigmas en la salud, en la educación hasta situaciones tragicómicas como la presencia de un astro mundial de fútbol detenido en la cárcel.

EL CASO RONALDINHO:

La llegada al país del astro mun­dial de fútbol Ronaldo de Assis Moreira “Ronaldinho” generó una gran expectativa. Lo que tenía que servir para promocio­nar la fundación de una supuesta empresaria Dalia López –que sigue prófuga hasta ahora– ter­minó siendo un escándalo. Ronal­dinho arribó al país el 4 de marzo y al día siguiente ya quedó arres­tado por la portación de docu­mentos con contenido falso, junto a su hermano, Roberto de Assis Moreira. El futbolista terminó recluido en la Agrupación Espe­cializada, donde quedó privado de su libertad durante un mes, tiempo que aprovechó para jugar varios partidos de piki vóley con los demás internos, cuyas fotos y videos se viralizaron. Luego estuvo, junto a su hermano, cua­tro meses con prisión domicilia­ria en un lujoso hotel del centro asunceno, hasta que a finales de agosto volvieron a Brasil.

EL COVID EN PARAGUAY

El 7 de marzo del 2020, el Ministerio de Salud informó sobre el primer caso confir­mado de covid-19 en Paraguay. Fue un joven paraguayo que había regresado de Ecua­dor. Apenas tres días después, el 10 de marzo, el Gobierno declaraba la cuarentena en el país. Desde ese entonces, Paraguay entró, al igual que el mundo, en un proceso al que le costó adaptarse.

La sociedad paró y los problemas se multiplicaron, principal­mente lo concerniente a la generación de empleo de miles de personas. Para final de marzo, se conoció el primer caso de fallecido por covid en Paraguay: El doctor José Díaz Pérez. Para la fecha, sin embargo, las víctimas sumaban más de 2.000 personas.

Aquel primer aislamiento estipulado significó la pérdida de trabajo de miles de fami­lias. La ayuda gubernamental a través de subsidios con el programa Pytyvõ palió en gran medida aquella necesidad de la gente pero no resultó suficiente. Otras miles de familias dependieron de ollas populares y actividades solidarias que se fueron multi­plicando con el paso de los meses.

LOS INCENDIOS, EL HUMO, LA CONTAMINACIÓN

A la difícil situación que la sociedad paraguaya estaba soportando con la pandemia, se sumó el clima pesado y un ambiente cargado de humo que llegó a zonas urbanas y rurales. Los incen­dios marcaron de nuevo la cuestión ambiental en el 2020. Miles de hec­táreas se han perdido en zonas consi­deradas áreas protegidas del país y el humo que se generó en estas regiones, sin embargo, se extendió en gran parte del país, haciendo que se tenga un clima realmente pesado durante varias sema­nas. Esto debido también a la falta de llu­vias, ya que una fuerte sequía que casi llegó a los 8 meses sin que haya incle­mencia climática en varias regiones del país hizo que sea imposible “limpiar” de forma natural el ambiente. A todo esto, los ríos Paraná y Paraguay soportaron bajantes históricas.

Según registros de los bomberos fores­tales, cerca de 3.500 focos de incendios se tuvo en el país en lo que fue el 2020, siendo las más afectadas zonas del Gran Chaco en la Región Occidental y en la Región Oriental la zona que corres­ponde al Bosque Atlántico Alto Paraná (Baapa). En ese sentido, solamente en la reserva San Rafael, los incendios arra­saron con 34 mil hectáreas de esta área protegida, lo que representa casi el 50% de todo su territorio. Todo este tema ambiental del 2020, quizás se pueda resumir con la foto denuncia realizada por el propio actor internacional Leo­nardo DiCaprio, que en su cuenta ofi­cial de Instagram publicó la famosa foto de la laguna Cerro, de Limpio, en donde se observa casi en color bordó una gran parte de este lago, producto de la contaminación que sufrió.

LA CORRUPCIÓN EN PANDEMIA

La pandemia vino a exponer la enorme desigualdad exis­tente en Paraguay y esos vie­jos vicios que han hecho de este país uno de los más corruptos de la región. El Gobierno, que contaba con un préstamo aprobado de 1.600 millones de dólares, destinó de este dinero unos 500 millones de dólares al Ministerio de Salud, que tuvo una licitación inicial para la compra de insumos para luchar contra la pande­mia. Esta licitación tuvo que ser suspendida por irre­gularidades que se publi­caron en los medios locales y desataron un escándalo, que terminó con apenas unos funcionarios menores amonestados y con el Ministe­rio de Salud sin resolver el problema de los procesos licita­torios en plena pandemia. Otra licitación bochornosa fue la de los “tapabocas de oro” que compró la Dirección Nacio­nal de Aeronáutica Civil (Dinac), con mascarillas con altísimos sobrecostos, lo que le costó el puesto al presi­dente de la entidad, Édgar “Beto” Melgarejo. Otra funcio­naria que tuvo que dejar su puesto por compras sobre­facturadas fue la cuestio­nada Patricia Samudio, quien renunció como presidenta de Petropar luego que, en pleno inicio de pandemia, com­pró botellas de agua con altos sobrecostos.

LOS HÉROES EN HOSPITALES

Con el cambio de vida que significó la pandemia en Paraguay, el sector que estuvo más expuesto al peligro ha sido el personal de los hospitales. Desde aquellos limpiadores, los que trabajan en la lavandería, pasando por los enfermeros, camilleros y por supuesto, los médicos. La lucha ha sido titánica por parte de estos trabajadores que en muchos casos, han tenido que denunciar falta de insumos, de pago por horas extra, y muchas otras reivindicaciones que la pandemia desnudó del sistema de salud paraguayo.

Recién ahora, algunos hospitales públicos lograron inversiones para la compra de insumos o pabellones para ofrecer cuidados intensivos a víctimas del covid-19, a pesar de eso, todo está al límite. Las camas de terapia intensiva tuvieron un aumento histórico, según datos del Ministerio de Salud, pero eso tampoco borra las enormes carencias de un sistema público que necesita una reconversión total, en infraestructura y trato de recursos humanos. Además, el sector ha sentido bajas humanas irreparables; suman 21 profesionales, entre doctores, enfermeras y personal de hospital que han perdido la vida desde que empezó la pandemia en el país.

EDUCACIÓN VIRTUAL

Cuando los niños, niñas y ado­lescentes estaban arrancando el periodo lectivo 2020 saltaba la pan­demia y con ello las restricciones. El Ministerio de Educación (MEC) decretó suspender las clases, hasta que se pueda retomar en forma pre­sencial. Como eso no se pudo con­cretar –salvo un grupo reducido del tercer año que pudo lograr retomar en noviembre– el grueso de los estu­diantes paraguayos y paraguayas tuvieron que adecuarse al sistema virtual de educación. Y no sola­mente los alumnos, sino también los profesores y padres de familia. Todo esto demandaba una nueva forma de hacer escuela y colegio, lo que también significaba nuevos paradigmas educativos, sobre todo en el campo de la tecnología.

Todo el sistema educativo del MEC trabajó en plataformas web, mien­tras que en algunos casos, como en comunidades indígenas o campe­sinas, las tareas se compartían a través de mensajes de WhatsApp o de audios, que los alumnos tenían que escuchar para entender la tarea. Desde el MEC aseguran que, a pesar de las circunstancias, el operativo del 2020 puede calificarse como exi­toso. Sin embargo, desde las aso­ciaciones de padres y sindicatos de profesores no se muestran tan de acuerdo. Incluso, la Unión Nacio­nal de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) emitió a mitad de año un comunicado dirigido al ministro de Educación, Eduardo Petta, manifestando que si se vuelve imposible volver a la educa­ción presencial, prefieren cerrar el año y retomar ya en el 2021. Lo cierto, al final fue que año que ter­minó cerró con escuelas y cole­gios que no abrieron sus porto­nes en forma presencial, pero que encontraron la forma de llegar a los alumnos y alumnas.

LA VIOLENCIA NO PARÓ

Si bien este Gobierno ha asestado duros golpes al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo con la baja de varios de sus principales exponentes en operativos recientes, el asesinato de dos niñas durante un enfrentamiento entre miembros de las Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en setiembre pasado significó un antes y después para el Gobierno de Mario Abdo Benítez, ya que la actuación de los agentes del Estado dejó muchas dudas en cuanto a la forma en que se dieron las circunstancias.

Poco después del caso de las niñas, el EPP apareció con un nuevo secuestro: El del ex presidente de la República Óscar Denis, que hasta el momento de escribir esta nota, seguía con para­dero desconocido en manos de los delincuentes. Junto a Denis, fue secuestrado su joven capataz Adelio Mendoza, que posteriormente fue liberado. El último golpe al EPP por parte de las autoridades nacionales se dio con la captura de Laura Villalba, hermana de Osvaldo y Carmen Villalba, líderes de este grupo criminal. Laura dijo que participó del último evento donde capturaron a Denis y aseguró además que el EPP está reclu­tando niños y jóvenes para prepararlos como guerrilleros.

TODOS SOMOS BIANCA Y LA NIÑA DE EMBOSCADA

Dos historias que conmovieron al país este año más allá de la pandemia fueron la lucha tenaz de Bianca y su familia, y la triste desaparición de la niña de Emboscada. Bianca está diagnosticada con atrofia muscular espinal (AME), una enfermedad genética que no tiene cura pero sí una forma de sobrellevarla, que tiene alto costo. Todo iba normal hasta que en noviembre pasado, una junta ética informó al Ministerio de Salud que Bianca no está en condiciones de recibir el medicamento, que para comprarlo, se estaba haciendo una gigantesca campaña nacional, lo que despertó la indignación de la gente y de los padres, que tienen recaudados G. 10 mil millones. Finalmente, el Gobierno, a través del Ministerio de Salud, informó que se hará cargo del dinero que falta para comprar el Zolgensma, medicamento de única aplicación para esta enfermedad y que es considerado el más caro del mundo por costar US$ 2,1 millones (14.700 millones aproximadamente).

En cuanto a la niña de Emboscada, hasta ahora el Ministerio Público no tiene más pis­tas. La menor continúa desaparecida desde el 15 de abril, cuando se la vio por última vez jugando con sus cabras en Emboscada, departamento de Cordillera. Desde enton­ces, nada se sabe de ella. La madre y el padrastro de la pequeña siguen siendo investi­gados por la Justicia.

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