Por Bea Bosio
Eran las 8:55 de la noche de un domingo 23 febrero, cuando en pleno lobby del Hotel Lincoln en La Habana, el pentacampeón mundial de la Fórmula Uno –Juan Manuel Fangio– sintió el frío del cañón de una pistola en la espalda.
–Disculpe, Juan, pero me va a tener que acompañar –dijo quien apuntaba el arma, con la formalidad de un caballero.
Si Fangio se asustó, no lo demostró en absoluto. Y con la misma sangre fría con que devoraba las pistas, siguió al hombre alto hasta un Plymouth verde que esperaba afuera. Subieron los dos, y el coche aceleró por la calle Virtudes perdiéndose en la penumbra de la noche. Corría el año 58 en tiempos del gobierno de Fulgencio Batista.
Juan Manuel Fangio era una celebridad internacional en aquel entonces: del 51 al 57 se había hecho de cinco títulos y dos subtítulos mundiales, y estaba en la Habana para competirenelGranPremiodeCuba, marcado para el día siguiente. Unas horas más tarde, el Movimiento 26 de Julio, que activaba en la Sierra Maestra, se atribuiría la autoría del secuestro. Según dijeron, el objetivo del crimen era publicitario – debido a la gran repercusión del caso– y una buena manera de ridiculizar el gobierno.
–Si nos descubren vamos muertos –se lamentó uno de ellos en el auto, y fue el propio Fangio quien sugirió que tal vez podía ponerse una gorra y unos anteojos, para no ser reconocido.
Pero no tenían nada de eso y el coche siguió su rumbo con la víctima a rostro descubierto. Hubo un cambio de vehículo y luego llegaron a un departamento. Accedieron a él por una escalera de incendios. Nuevas caras para Fangio en ese insólito momento: Una mujer y un niño en un cuarto. Un hombre herido en el otro. Y los revolucionarios conversándole de carreras y pidiéndole disculpas todo el tiempo. Luego otro auto y otra casa. Esta vez camuflada en el Vedado –corazón aristocrático de la Habana. El olor a frito en la cocina y unas papas fritas deliciosas “a caballo”. Una cama cómoda esa noche, donde pudo conciliar el sueño.
Oficialmente –y para no darle atención a los rebeldes– el gobierno decidió no dar noticias del secuestro. El evento marcado para el lunes 24 se mantuvo y cada piloto llegó al malecón a ocupar su puesto el día de la competencia, escoltado por un agente de la policía secreta.
Esa mañana le trajeron a Fangio los diarios. “Hoy es el gran día” –dijeron, pero el crack del volante prefirió no leer ni ver las noticias si no iba a estar corriendo–. Y resulta que esa carrera iba a dar que hablar de todas maneras, pues sucedió una tragedia en medio de la pista allá por la sexta vuelta: Un piloto de pronto perdió el mando embistiendo una tribuna y fueron ocho los muertos y 32 los heridos. Con semejante percance, el Gran Prix de Cuba quedó finalmente suspendido.
Desde ese momento quedó claro que era hora de liberar al campeón del mundo. El operativo se realizó a través de la Embajada de Argentina en Cuba, aprovechando que el embajador, almirante Raúl Lynch Guevara, era primo del mismísimo Ernesto Che Guevara.
Al despedirse, luego de 27 horas de cautiverio, los secuestradores –con autógrafos de por medio– le dijeron:
–”Fangio, usted será nuestro invitado de honor cuando triunfe la Revolución”.
Y lo cumplieron.
Un año más tarde, Batista sería derrocado por Castro, El Che Guevara y Camilo Cienfuegos, y Fangio mantendría la amistad con sus captores de por vida. Tanto que incluso durante los últimos meses de Batista, jamás los delató y hasta intentó interceder por Manuel Uziel (quien lo había encañonado en el hotel) tratando de evitar su fusilamiento.
En 1982, siendo Fangio presidente honorario de la Mercedes Benz de Argentina, volvió a Cuba y fueron ellos a recibirle al aeropuerto. Fangio también fue anfitrión de uno de ellos, años más tarde en Buenos Aires. El lazo afectivo nunca se cortó, al punto que desde Cuba le llegó un mensaje de sus “amigos secuestradores” al cumplir 80 años, y cuando el gran Fangio murió en 1995, en su sepelio hubo sendas coronas de flores sintiendo su muerte, a nombre del Movimiento 26 de Julio y otra a título personal, del legendario comandante Fidel Castro.
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Cuba mostró interés en importar material genético paraguayo
El sector pecuario de Cuba tiene intenciones de intercambiar material genético con Paraguay, teniendo en cuenta la calidad de la genética nacional y las similitudes climáticas entre ambos países. Es lo que manifestaron desde el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), tras un encuentro mantenido por las autoridades de la institución con el embajador de la República de Cuba en Paraguay, Francisco Fernández Peña.
Según lo conversado en dicha reunión, y expuesto por Fernández, los empresarios cubanos dedicados a la actividad pecuaria están interesados concretamente en importar semen y embriones de distintas razas y especies, como ser la bovina, ovina, caprina y bubalina.
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Genética local admirada
Hay que mencionar que Paraguay ya es un exportador de material genético animal, tanto de embriones y semen, muy admirado en la región, que son destinados a mercados habilitados como Guatemala y Ecuador.
Del encuentro entre los representantes del servicio veterinario oficial con el embajador cubano participaron el presidente de la institución, José Carlos Martin, el director general de la Digesit, Víctor Maldonado y la directora de Relaciones Internacionales, Claudia Silvera.
Asimismo, fueron parte representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería, del Centro Nacional de Sanidad Animal, y por parte de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Darío Baumgarten, con el fin de iniciar las gestiones para la intercambio de material genético.
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“Estrella roja”: el socialismo marciano de Bogdánov
- Por Gonzalo Cáceres
Aleksándr Alexandrovich Bogdánov (1873-1928) fue un revolucionario comunista bielorruso de múltiples talentos: escritor, médico, economista, científico y filósofo; también se formó en psiquiatría. Fundador del Partido Bolchevique y de influencia significativa en el desarrollo de la teoría marxista en Rusia ostentó una reconocida militancia política y el estrecho contacto con Vladimir Lenin, al tiempo de evidenciar su relación con los más radicales movimientos obreros.
Pese a sus grandes aportes filosóficos, científicos y a las letras, Bogdánov no tuvo la misma repercusión en Occidente como los monstruos de la literatura rusa como León Tolstói y Fiódor Dostoievski a razón –principalmente– de las escasas traducciones de sus novelas y otros escritos. Pero hablemos de “Estrella roja”, su principal y más conocido trabajo.
MARCIANOS COMUNISTAS
“Estrella roja” aborda una serie de cuestiones políticas que reflejan los debates de la convulsa época en que fue escrita. El libro abraza el socialismo como ideal utópico, la lucha de clases y la revolución como temas de fondo, y una crítica al capitalismo y al papel del individuo en la sociedad socialista.
Precursora de la ciencia ficción soviética, “Estrella roja” se erige como una suerte de ventana por donde observar el idealismo de la entonces incipiente era de las revoluciones industriales en la lúgubre Rusia de los zares que, tras la eclosión de las revueltas incitadas por los soviets, dio lugar a la redefinición de las clases sociales, lo que concibió una nueva relación con los medios de producción, la ciencia, la tecnología y la literatura.
El libro conjuga dos rasgos fundamentales y necesarios para la literatura de su época y de nuestros días: la imaginación y la utopía porque, además de fungir de testimonio político de su autor, también es considerada por los críticos como una de las primeras novelas sobre exploración espacial.
Bogdánov plasmó su visión de un futuro basado en la concepción de la igualdad social.
La trama se desarrolla en un futuro distante en el que la humanidad pegó el salto tecnológico y emprendió la colonización de Marte. La historia sigue el viaje del ingeniero Leonid, quien llega al planeta rojo y se sumerge en la sociedad marciana, que difiere significativamente de la que continúa en la Tierra.
La civilización humana en Marte alcanzó un estadio sin división de clases, donde todos sus miembros contribuyen según su capacidad y reciben según necesiten; un sistema de características propias como ser la economía planificada, el unipartidismo y la férrea dirección de las relaciones interplanetarias, lo que en la actualidad podemos interpretar como socialismo en la más exorbitante fase.
De forma intrínseca, Bogdánov reflexiona sobre la naturaleza de los humanos y el progreso social, y expone la forma –idealista– en la que el socialismo puede transformar las relaciones y crear un mundo sin abusos de las clases dominantes, a priori más justo y equitativo, sin la odiosa brecha económica.
A través de Leonid, el lector atestigua una civilización humana harta de innovaciones con repercusión en el transporte, la generación y suministro de energía (ya trata, por ejemplo, la idea de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables) y las comunicaciones, y con una medicina tan avanzada que las enfermedades graves son de extrema rareza y la longevidad es moneda corriente con novedosos procedimientos quirúrgicos y de diagnóstico.
“Estrella roja” gozó de popularidad luego de la Revolución rusa y con la llegada de las generaciones soviéticas que vivieron los insistentes intentos de la URSS por desarrollarse como potencia mundial (la afamada carrera armamentista y espacial). A Bogdánov se le reconoce explotar ideas hasta exageradas para su contexto y de ahí su importancia para la literatura universal. “Estrella roja” permeó en menor o mayor medida en grandes novelas posteriores como “Marte rojo” (1992), de Kim Stanley Robinson: “Los desposeídos” (1974), de Ursula K. Le Guin; “El hombre de Marte” (1946), de Stanislaw Lem, y hasta hay quien asegura que el mismísimo Isaac Asimov se vio influenciado para la serie de la “Fundación” (1961-1993).
TRÁGICO FINAL
Después de la revolución, Bogdánov se centró en trabajar en biología y medicina. En 1926 encabezó el primer instituto en el mundo de transfusión de sangre, lo que terminó en su trágico y evitable final.
Bogdánov falleció el 7 de abril de 1928 a raíz de una infección que contrajo tras un fallido experimento médico con transfusiones de sangre (dicen que recibió volúmenes de diferentes jóvenes en un intento de dar pie a su teoría del colectivismo fisiológico), lo que generó interés y debate a lo largo del tiempo terminando como ejemplo en las grandes universidades.
Aunque su obra literaria y científica sigue siendo relevante, aquel experimento final y su resultado fatal marcaron su legado.
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Sebastián Llano: “Hacer imitaciones es una virtud, un don que la vida me dio”
En el ámbito humorístico Sebastián Llano (32) es hoy uno de los imitadores más talentosos por el extraordinario parecido que logra al caracterizar las voces de los famosos. Figura de Nación Media, del team “Arriba hoy”, del canal GEN y del programa radial “Animales de radio” de Montecarlo, el también actor y locutor nos abre las puertas de su hogar, de su historia y de sus emociones.
- Por Paz Godoy
- paz.godoy@nacionmedia.com
- Fotos: Cristóbal Núñez
La Nación del Finde estuvo de visita en la casa del humorista, actor y comunicador Sebastián Llano, uno de los jóvenes referentes de la comunicación paraguaya en la actualidad. Paso a paso fue ganándose un lugar en los medios gracias a sus divertidas imitaciones y se ganó el corazón del público por su talento, el estilo humorístico particular que tiene, la energía y buena onda que lo caracterizan. Hizo la carrera de Periodismo y el año pasado también se recibió de actor en TIA (Taller Integral de Actuación) de la mano de Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia.
Padre de un niño de 10 años llamado Facundo, Sebastián contó que además de prestar su tiempo para la comunicación le gusta dedicarse a su familia, y en especial, pasar tiempo con sus abuelos. Asimismo, siempre está presto para compartir un asado con amigos o ser público de alguna obra de teatro local. Es un amante de las flores y de las buenas películas.
En esta nota te revelamos cómo Llano crea a sus personajes, cuál es su favorito e incluso qué piensa el expresidente de la República Horacio Cartes, sobre la imitación que realiza de él en los programas de TV y radio en los que sale al aire.
–¿Te considerás humorista o comunicador?
–Yo me considero humorista, principalmente humorista. Hay muy pocas personas que hacen imitaciones acá en Paraguay, creo que es una virtud, un don que la vida me dio, por lo que me siento muy agradecido por poder hacer tantas imitaciones, creo que es una gran virtud. Entonces me considero humorista más que comunicador. Si bien hay veces que soy comunicador también porque trabajo en la tele y trabajo en la radio también doy información, también comunico noticias, me considero humorista más que comunicador.
–¿Cómo fueron tus primeras incursiones en la comunicación?
–La verdad que yo empecé haciendo radio en Rockero, un bar muy conocido de la zona céntrica de Asunción. Ahí había una radio y ahí fue la primera vez que me animé a hacer radio. Te estoy hablando de allá por el 2016, había una radio online y fue esa la primera vez. Después, en el 2017 tuve un programa de deportes en Radio Venus los fines de semana.
Luego en el año 2018 ahí se da el boom donde empiezo a hacer radio en la Rock and Pop con Leti Medina y con Carlos Turrini en un programa que actualmente sigue. En ese momento lo hacían ellos y yo entraba haciendo imitaciones en “Rompiendo las horas”, un programa de 9:00 a 12:00, donde pasaron también otras compañeras, Gaby Sosa, la última parte del programa estuvo también Luchi García Rubin, en donde compartí realmente con gente muy preparada, muy talentosa.
Ahí estuve casi 4 años, de 2018 hasta el 2021, realmente ahí fue el disparador. Empecé haciendo un bloque donde hablaba de deportes raros y me acuerdo de que los oyentes me reputeaban y después empecé con el tema de las imitaciones.
–¿Cuándo te diste cuenta de que tenías el talento para imitar?
–Ya desde chiquitito yo hacía las imitaciones en el colegio, siempre imitaba a mis profesores, a mis compañeros (Colegio del Sol). Después empecé a relatar partidos de fútbol como Arturo Máximo Rubin. Y cuando terminé el colegio opté por seguir Derecho. Incursioné en la política también un tiempo, intenté ahí seguir los pasos de mi papá (Blas Llano), pero claramente no era lo mío y después de unos años dejé la carrera de Derecho.
–¿Tenés formación en comunicación también?
–Empecé a estudiar Periodismo en el 2018, coincidentemente cuando comencé a hacer radio también en la Rock and Pop. Y básicamente estoy en eso hace rato. Después de dejar la Rock and Pop, estuve en “Tercer tiempo”, en el Trece, con Malala y con Dani Rosa y con un gran equipo también ahí de humoristas. Estuve desde el 2021 hasta el 2023; fueron tres años de hacer televisión donde aprendí muchísimas cosas. Aprendí también el timing televisivo de un programa con un ritmo muy frenético, un programa que se ve muchísimo como “Tercer tiempo” y que me dio también muchísimo aprendizaje.
Actualmente estoy en el canal GEN de Nación Media, en un programa que se llama “Arriba hoy”, de 7:00 a 10:00, y había estado también en un programa que se llamaba “Duro de callar”. También estoy en la radio, en Montecarlo tengo participación en el programa “Animales de radio” con Carlos Turrini y Mazizo Torres.
–Sí, en la radio te escuchamos imitando a varias personalidades nacionales e internacionales, entre ellas al expresidente Horacio Cartes.
–El personaje de Horacio Cartes se dio en el año 2018, justamente cuando él deja la Presidencia, y nació en el programa en el que yo estaba en ese momento, en “Rompiendo las horas”. La verdad que no hay una poción mágica para la creación de los personajes. Evidentemente que hay un estudio donde yo miro mucho al personaje que voy a imitar, pero también tiene que salir la voz, porque hay personajes que capaz la voz no salga tan bien, pero de repente los gestos o la manera de hablar sí lo tengo bien estudiado. Lo de Cartes se dio coincidentemente que me salió también muy bien la voz.
–También te sale bien la imitación al presidente Santiago Peña ¿Con cuál de los dos te sentís más cómodo en el momento de la caracterización?
–Y yo creo que el personaje Horacio. No sé si prefiero hacer más que el personaje de Santi, pero me siento más cómodo en el sentido de que puedo jugar más. Siempre Horacio trata de que todos estemos unidos, de que no haya diferencias. En realidad una imitación un poco de lo que es él, ¿verdad? Pero es un Horacio muy abierto, muy, muy respetuoso de las opiniones de todos. Y eso es algo que valoro mucho, porque nunca, nunca el expresidente me dijo nada, nunca me llamó la atención.
Si hay algo que me gustaría puntualizar en esta entrevista es que en el grupo Nación Media hay una diversidad de pensamientos, hay una diversidad de ideologías donde acá se respeta y donde acá nadie baja una línea para decir tal o cual cosa. Por lo menos dentro del humor. El humor es un mundo donde prácticamente no hay límites porque justamente es humor. Que él, como dueño de la empresa o como cabeza de la empresa, nunca, nunca me hizo ningún llamado de atención, siempre me da la libertad de decir lo que yo quiera. De todas maneras, yo cuido también ciertas cosas.
Creo que si bien el humor no tiene límites, uno tiene que ser responsable y saber qué decir. Aunque hay veces que uno se puede ir de boca o decir algo que de repente se tome mal o se malinterprete, pero siempre dentro del rango del humor y la risa. Y eso tiene el personaje de HC, porque él siempre entra a conciliar y a decir que la familia paraguaya debe estar unida.
–El público paraguayo y el humor, ¿cómo lo ves?
–Es importante empezar a deconstruir un poco el humor y a entender que tenemos que reírnos de nosotros mismos. Es muy importante entender que primero tenemos que reírnos de nosotros para poder reírnos de los demás y poder aceptar también eso. Muchas veces nos equivocamos, muchas veces pasan cosas que hacen que uno se equivoque, y que no lo haga con mala intención, pero uno se equivoca. Es importante reconocer eso.
Y me parece que nos falta mucho de eso a los paraguayos. De poder reírnos también de nosotros mismos, para después poder reírnos todos juntos. Me parece clave eso. Entonces también, de alguna manera, me gustaría imponer una nueva forma de hacer humor, y no solamente reírnos de lo mismo siempre, el famoso nos reímos del travesti, del gay, del cornudo. Tenemos que aprender a reírnos también de otras cosas. Es muy importante esa deconstrucción del humor y de poder justamente explorar otras cuestiones.
–¿Hay algún proyecto de hacer teatro este año?
–Sí. En mayo presentamos de nuevo una obra que ya presentamos el año pasado con mis compañeros del TIA. Es teatro experimental, una obra que habla sobre el cuerpo humano, las cicatrices, las heridas…, todo lo que atraviesa el cuerpo humano en la vida en sí.
“Me gustaría imponer una nueva forma de hacer humor y no solamente reírnos de lo mismo siempre, el famoso nos reímos del travesti, del gay, del cornudo... Tenemos que aprender a reírnos también de otras cosas. Es muy importante esa deconstrucción del humor”.
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“Estoy comprometida con una revolución científica en la psicología paraguaya”
Maureen Montanía es una joven y entusiasta psicóloga paraguaya que, movida por sus precoces intereses sobre el conocimiento y el ser humano, forma parte actualmente del grupo de exbecarios del programa Becas Carlos Antonio López (Becal), una nueva generación de académicos, intelectuales y expertos que construyen desde sus profesiones un nuevo imaginario local.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
Durante su formación como psicóloga, Montanía encontró en el metodismo científico experimental un lugar de referencia que lleva en el presente el sentido de sus estudios, sus investigaciones y su trabajo.
Egresada de la Universidad Católica, obtuvo su máster por la Birkbeck University de London y actualmente forma parte de proyectos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) relacionados con altas capacidades y creatividad.
–¿Tuviste un recorrido específico por las diferentes escuelas psicológicas antes de tu enfoque actual?
–Sí. En el octavo semestre más o menos empecé a leer sobre terapias de tercera y cuarta generación. Con ganas de saber más, me inscribí al diplomado en Terapias Basadas en Evidencia (TBE) de Sensorium (centro paraguayo afiliado al Albert Ellis Institute de Nueva York) que venía con creciente fuerza a proponer un cambio de paradigma en la práctica profesional. En lugar de una corriente, una metodología basada en el criterio de evidencia científica para cada caso. Mientras más me adentraba en la conciliadora y lúcida TBE, más segura me sentía de que estaba en el lugar correcto a nivel ético, práctico y filosófico. Hasta hoy sostengo que la TBE es el camino que como profesionales debemos cursar mientras evoluciona la terapia basada en procesos (TBP) que nace de ella para unificar los marcos terapéuticos más eficaces según la evidencia científica. Del conductimo al cognitivismo, a la terapia cognitiva-conductual, las terapias que nacen de allí (DBT, ACT, etc.) y la TBE, TBP, hay una suerte de árbol genealógico que sigue una línea de eficacia.
CIENCIA Y ARTE
–¿Cuáles son los principios epistemológicos de esa escuela?
–En nuestra epistemología está muy claro que la psicología es ciencia y arte, su carácter social y natural la mantiene en constante crecimiento. Por eso es cuasidescabellado que la miremos con lentes blanco y negro. Nuestra mirada tiene que ser tan amplia como nuestro objeto de estudio, que es nada más y nada menos que la mente y el comportamiento. Como dice siempre la doctoranda Celeste Airaldi, directora de Sensorium, “un médico no elige el bisturí con el que va operar basado en si es lindo o le gusta más, sino en el que funciona mejor”. Nosotros –que lidiamos con vidas humanas– tenemos el deber de operar con un criterio similar, un criterio estrictamente científico.
–¿Cómo llegás a Becal y qué características tiene en tu área la universidad a la que asististe?
–A Becal llegué a través de la Beca Chevening de Reino Unido, a la que apliqué en 2020 buscando extender mis horizontes de conocimiento y acción. Ya al obtener la beca, me informaron que Becal cubriría parte de mis estudios por la alianza Chevening-CAL, a través de la cual Becal identifica candidatos potables a su ethos, que es apoyar a compatriotas líderes con excelencia académica que tengan el potencial e interés de contribuir a Paraguay. Me sentí muy honrada cuando supe que mi aplicación cumplía este requisito para el mayor programa de becas del país. Un apoyo que validó y reforzó aún más mi compromiso con el cambio social. Mi motivo para aplicar fue que había llegado a un techo académico para mi proyección profesional. Yo soñaba y sueño con un Paraguay fluido en materia de salud mental, con consciencia y criterio científico tanto en el servicio como en el usuario, pero ya no había recursos a los cuales acceder en la región para contar con las herramientas e impulsar esa meta. En la mira le tenía a Inglaterra y su fuerte tradición científica ligada al progreso social, su Ministerio de Salud Mental, sus prácticas en el NHS y en las universidades, su democratización de recursos de alta gama.
–¿Por qué optaste por la Birkbeck University of London?
–La Birkbeck University of London, como parte de la prestigiosa University College London (UCL), es conocida por su trayectoria de investigación en psicología, su vibrante ambiente de diversidad y su flexibilidad para a la par de llevar los estudios, explorar oportunidades de voluntariado académico. A la fecha, pude aplicar los análisis que aprendí, transmitir a mi equipo la metodología y marco de trabajo, y extender el alcance a proyectos de tenor social en los que trabajo desde Aikumby Centro de Altas Capacidades y Creatividad. Estos proyectos apuntan principalmente a mejorar las prácticas científicas en las universidades, y a identificar y apoyar a estudiantes talentosos de Paraguay de modo de nutrir su potencial capital social.
SITUACIÓN PARAGUAYA
–¿Podés compartir tu diagnóstico de situación respecto a la relación que tiene hoy la investigación científica y la psicología paraguaya?
–Para responder, me gustaría citar al respetable historiador de la psicología y entrañable maestro José García, quien lleva estudiando sobre las prácticas de investigación en la disciplina hace décadas. La experiencia que llevo yo hace aproximadamente ocho años como investigadora en Paraguay respalda constantemente sus hallazgos y su lectura de la situación, con ciertas variaciones esperanzadoras tras el despertar de la salud metal en la pandemia, que significó el auge de centros de formación basados en investigación. La relación entre investigación y psicología en Paraguay es la misma que la de la ciencia y la psicología que, aunque deberían ser indivisibles, guardan una distancia aún lejana. A la fecha, solo existen alrededores de diez profesionales de la psicología categorizadas en nivel Pronii en Paraguay.
–¿Qué problemas genera esto?
–Arrastramos una enorme deuda científica que nos cuesta la salud mental de la población paraguaya. El profesor García cita entre los principales problemas que enfrenta la investigación psicológica en Paraguay la ausencia de una historia de logros científicos, la falta de claridad sobre la función que debe ocupar la investigación en la formación del psicólogo, la conversión de la metodología en una especie de ritual desprovisto de creatividad y aplicado de manera mecánica, la inadecuada preparación del personal docente (a la cual le agregaría la insuficiencia de personal docente capacitado), el escaso incentivo a la originalidad y la búsqueda del descubrimiento, y la pobre infraestructura.
PERSPECTIVAS
–¿Cómo describirías la relación que tenemos como sociedad con la ciencia actualmente?
–Una relación pobre y complicada. Su raíz está en la baja calidad educativa que enfrentamos en todos los niveles de formación y cultura, ligada por supuesto a la baja calidad de vida. El problema es histórico y complejísimo, pero no por eso insolucionable. La educación, la ciencia en Paraguay no es un caso perdido, y creo que eso lo demuestra muy bien Becal al ser una fuerza que concentra y prepara a líderes nacionales para cambiar nuestra realidad.
–¿Cuál es el punto fuerte de la práctica y la formación en psicología en nuestro país?
–El punto más fuerte en la práctica es el Conacyt, sobre todo ahora que dirige su atención a las ciencias sociales. Este organismo nos permite expandir el alcance de nuestros esfuerzos en la práctica a niveles incluso regionales. Nos permite aseriarnos en el registro y estudio de nuestras prácticas, en su replicación y valor para el país, pudiendo ser material de soporte para la propuesta de iniciativas públicas. También las universidades que incentivan a sus docentes y alumnos al cambio social sostenido a través de la investigación y que apuestan por la formación integral de sus estudiantes respetando el carácter de ciencia básica y aplicada que tiene la psicología.
–¿Qué te parece lo más destacable que se está haciendo en los centros académicos?
–Como exalumna de la Universidad Católica de Asunción, por ejemplo, sé que allí se encuentran los profesionales docentes y directores que dieron luz a la psicología en Paraguay y que son referentes del avance de nuestra ciencia, comprometidos con transmitir a los estudiantes las habilidades y mejores prácticas académicas. Muchos de ellos también cumplen funciones en la Universidad Nacional de Asunción y, por supuesto, también hay prolíficos docentes en la Universidad Católica del Este y la Nacional del Este, todos los cuales motivan a sus estudiantes a investigar con los recursos disponibles, aunque se trate de un trabajo de curso o la tesis. Esto permitió que exista un campo fértil para el crecimiento de la TBE en Paraguay, aunque aún falte mucho para que se convierta en el énfasis de nuestra práctica profesional a nivel país. En los últimos años propició la organización de estudiantes de psicología en pos de la ciencia, quienes fundaron sociedades para psicoeducar sobre la importancia de la evidencia científica y quienes paulatinamente se unen a las líneas de los docentes investigadores durante o después de la carrera y/o apuntan a ser becarios porque ya desarrollaron una estima por crecer en la academia y entienden su importancia.
TENDENCIAS
–¿Cuál es la tendencia en boga actualmente dentro de la investigación psicológica a nivel global? ¿Está el Paraguay formando parte de ese proceso?
–En el periodo 2020-2022 afloraron estudios del efecto de la pandemia en la salud mental y actualmente los temas más populares guardan cierta relación con los fenómenos de estrés, trauma, redes sociales e internet y salud laboral. La Asociación Americana de Psicología (APA) estima que en este 2024, con el avance de la inteligencia artificial, la psicología va enfocarse en estresores académicos, bienestar laboral y neurodivergencias. Paraguay forma parte discreta de estas tendencias. La Dra. Norma Coppari, por ejemplo, tiene una sólida línea de investigación sobre tecnoestrés hace una década o más y la Dra. Alexandra Vuyk en el área de altas capacidades, pero a nivel país aún nuestro índice de publicación es bajo; tenemos apenas 99 publicaciones de impacto desde 1996 hasta 2022 según la última base de datos de Scimago. Además, la mayoría de los estudios se centran en población de estudiantes al ser una muestra accesible tanto para investigadores independientes que ejercen de docentes como para tesinantes.
–¿Qué nos falta para mejorar?
–Nos faltan más investigadores Pronii (Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores), más publicaciones y más diversidad poblacional para estar al nivel de países como Brasil, México y Chile en lo que respecta a investigación de calidad en psicología. Lo alentador es que contamos con una revista científica de psicología en Paraguay que goza de buena salud desde 2004, la revista Eureka de la Dra. Coppari, sucesora de tres o cuatro esfuerzos esporádicos que se hicieron desde los 70 para contar con una revista científica paraguaya exclusiva de la disciplina. Luego existen otras revistas de universidades que anexan la psicología a temas de salud o temas sociales.
–¿Qué temas trabajaste en tu tesis?
–Mi tesis de máster fue sobre los marcadores biológicos de la regulación emocional en el cerebro adulto. La idea era determinar si las funciones ejecutivas cálidas (encargadas del autocontrol) vinculadas a la variabilidad del ritmo cardíaco podrían funcionar como medida precisa de la regulación emocional y proporcionar mayor información sobre el mundo emocional en la adultez, considerando los altos índices de depresión y ansiedad prevalentes en esta población a nivel mundial. Los hallazgos fueron interesantes: la frecuencia cardiaca baja implicaba una respuesta inadaptada a las demandas del entorno, la internalización de problemas como estrategia de regulación se asoció a mayor disregulación que la externalización (poner la culpa afuera) y la capacidad de reevaluar los problemas se asoció a mayor regulación, menor internalización y externalización. Y lo más importante: la supresión emocional resultó ser la estrategia más común del adulto por presión social y a la vez la mayor predictora de disregulación, sobre todo en cuanto a síntomas de ansiedad. Planeo enviar para publicación científica los resultados este año y oportunamente replicar la investigación en Paraguay para comparar y contar con una medida precisa también en Paraguay, más allá de lo que ya sabemos sobre regulación mediante el uso de instrumentos psicométricos.
Prioridades
–¿Cuáles son tus prioridades actualmente?
–Ahora mismo mi prioridad es hacer un buen trabajo en los tres grandes proyectos del Conacyt que estoy coordinando y que, con suerte, tendrán un impacto en la academia, la educación y el ámbito social de la psicología especializada en altas capacidades y creatividad. En paralelo, quiero apuntar a reactivar las semillas ya sembradas en el área de la ciencia psicológica antes del máster, en sociedades, asociaciones, universidades y revistas científicas donde ocupé cargos a lo largo de los últimos años, así como en Chevening y Becal, lugares donde forjé conexiones con idealistas igual de comprometidos con una revolución científica en la psicología paraguaya. Estimo que la vía será público-privada, profesional y estudiantil, y esperemos que con apoyo internacional. La idea es que una vez que fluyan los proyectos que llevo a cabo, pueda tener las energías recargadas para priorizar y operar este sueño.
–¿Qué investigaciones venís desarrollando y en qué ámbito?
–Trabajo en superdotación, talento y creatividad. Principalmente con adolescentes y adultos jóvenes. Entre los principales temas están sus características de personalidad, de adaptación (que engloban otras variables relacionadas como intereses vocacionales, multipotencialidad, satisfacción, iniciativa de crecimiento personal, etc.) y programas destinados al desarrollo de talentos y creatividad. Actualmente, coordino tres proyectos enfocados respectivamente en la influencia del pensamiento divergente como componente creativo, en detallar históricamente la atención al talento excepcional en Paraguay (de modo de estimular la inversión en generación de conocimiento en el país y a fortalecer la transferencia de los resultados al sector privado y público) y en la aplicación de métodos prácticos de identificación e intervención para estudiantes con altas capacidades en todas las regiones del país.
“En nuestra epistemología está muy claro que la psicología es ciencia y arte, su carácter social y natural la mantiene en constante crecimiento. Por eso es cuasidescabellado que la miremos con lentes blanco y negro. Nuestra mirada tiene que ser tan amplia como nuestro objeto de estudio, que es nada más y nada menos que la mente y el comportamiento”.
“Trabajo en superdotación, talento y creatividad. Principalmente con adolescentes y adultos jóvenes. Entre los principales temas están sus características de personalidad, de adaptación (que engloban otras variables relacionadas como intereses vocacionales, multipotencialidad, satisfacción, iniciativa de crecimiento personal, etc.) y programas destinados al desarrollo de talentos y creatividad”.