La necesidad de custodiar los acuíferos Guaraní, Patiño e Yrenda se vuelve prioritaria al conocerse un momento de inflexión en la historia de la humanidad. La escasez del líquido vital le puso precio en los mercados futuros, como cualquier commoditie, el oro, la soja o el petróleo. El índice Nasdaq Veles California Water Index cotizó esta semana a unos 486,53 dólares por acre-pie de agua. China y Estados Unidos son los principales consumidores globales de agua.

Por Jorge Zárate

jorge.zarate@lanacion.com.py

Cuatro mil millones de personas, más de la mitad de la población del mundo, sufre una escasez grave de agua al menos un mes por año. Otras 2 mil millones viven en zonas donde la falta del líquido se extiende en tem­poradas mayores, al punto que para 2030 entre 24 y 700 millones de personas se verán obligadas a migrar por la carencia de agua.

Los datos arriba citados son de las Naciones Uni­das (ONU) y valen para darle contexto a la noticia de la creación, a partir del lunes 7/12 pasado, del Nas­daq Veles California Water Index, el índice que le puso precio al agua.

Vale 486,53 dólares por acre-pie, medida de volumen que en Estados Unidos equivale a 1.233 metros cúbicos (m3).

Debido a la escasez, el pre­cio del agua en California se duplicó el último año y éste fue el elemento que llevó a los operadores bursátiles a crear el índice en el mercado de valores de Nueva York, uno de los tres más importantes del mundo. La cobertura se hace por ahora en función del mercado spot de agua de Cali­fornia valuado en torno de los mil millones de dólares.

“En casi la totalidad del pla­neta, las leyes consideran el agua como un bien común de dominio público. No obs­tante, es posible otorgar derechos de uso de esa agua a través de concesiones o licencias administrativas (ya sea para utilizarla o para realizar vertidos en ella). Lo que ha empezado a cotizar en Wall Street no es el agua en sí misma, sino los derechos de uso. “Esto siempre ha funcio­nado de manera informal en todos los lugares del mundo con sistema de riego, también en España”, señala Gonzalo Delacámara, director de Eco­nomía del Agua en el Insti­tuto Imdea de España, “un regante A le dice al B, este mes no voy a regar, te cedo mis derechos a cambio de una compensación”, explicó un artículo de la BBC.

Bloomberg, la agencia de noticias económicas dijo que la idea se conoció en setiem­bre pasado cuando los incen­dios forestales devastaron la costa oeste de Estados Unidos y California venía afrontando una sequía de ocho años.

Allí decidieron crear esta “herramienta” que se estima usarán los grandes consu­midores de agua como los productores de almendras y las empresas eléctricas de la costa oeste de Estados Unidos que tienen grandes dificulta­des para cubrir sus costos cuando ocurren fluctuacio­nes de precios por efecto de la falta de agua.

ALERTAS Y ACCIONES

Los principales usuarios del agua en el Paraguay son la población, la ganadería, la agricultura con riego y la industria. Entre los usos que no son de consumo se cuenta el de las represas hidroeléc­tricas y la navegación que depende de los niveles del río, cuentan las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, su sigla en inglés).

En el “Perfil” de nuestro país se cuenta que “la extracción hídrica total nacional para el 2012 alcanzó los 2.413 km3, destacando el sector agrícola con una extracción estimada de 1.897 km3 (de los cuales 0.297 km3 corresponden a la ganadería), equivalente al 79% del total de las extrac­ciones, la extracción muni­cipal alcanzó los 0.362 km3, o el 15%, y la industria (en el departamento Central, ya que no se disponen datos del resto del país) alcanzó una extrac­ción de 0.154 km3, o el 6%”.

El análisis recuerda que hay una prevalencia del sumi­nistro de agua potable por medio de agua subterránea que involucra al 80% de las comunidades en el interior. “Esto genera una fuerte pre­sión sobre los acuíferos, con el consecuente peligro de contaminación que estos pozos representan (en oca­siones construidos por el mismo Estado, sin cumplir los requerimientos técnicos y legales). El caso más crítico es el acuífero Patiño, ubicado en la zona del departamento Central, con la mayor densi­dad demográfica”, apunta.

Un estudio ejecutado por el consorcio japonés Chou Kaihatsu Corporación (CKC) pudo medir que cada año sale más agua de la que entra al Patiño. En el acuí­fero, que tiene 1.176 km2, ingresan por año 175 mil millones de litros de agua y se extraen 249 mil millones.

Además, esta excesiva extracción para uso indus­trial, comercial y agrícola está haciendo que se filtre agua salada desde el Chaco especialmente debajo de Limpio, Mariano Roque Alonso y Villa Hayes.

Industrializadoras de agua –gaseosas, cervezas, curtiem­bres, lavaderos de vehículos, agricultura familiar, frigo­ríficos de animales vacuno, porcino y avícolas, agua mineral, aguateras priva­das quitan por día millones de litros.

Estas aguas son explotadas “desde siempre, sin regla­mentaciones específicas, sin pago de canon y sin contro­les de autoridades competen­tes, ya que la Ley de Recur­sos Hídricos (Ley de Aguas) número 3239, sancionada y promulgada en el 2007, esta­blece disposiciones genera­les que no pueden aplicarse”, recordó el periodista Arísti­des Ortiz autor de una inves­tigación sobre el tema en el periódico digital E’a.

Alguna vez se intentó regla­mentarla para que tributen un canon, pero las industria­lizadoras de agua hicieron un fuerte lobby en el Congreso que sepultó la iniciativa.

GUARANÍ E YRENDA

También es una reserva fundamental el Acuífero Guaraní que se comparte con Argentina, Brasil y Uruguay y es el tercero más importante del mundo. El reservorio cubre 1.190.000 kilómetros cuadrados (km2), con un volumen de aproximadamente 40.000 kilómetros cúbicos (Km3), un espesor de entre 50 y 800 metros y una profun­didad máxima de aproxi­madamente 1.800 metros.

Se le suma el Sistema Acuí­fero Yrenda (SAY), un recurso de gran valor que abarca unos dos tercios de la Región Occidental y parte del Chaco argentino y boli­viano y posee una extensión de 362 mil km2.

Estas son las riquezas a pro­teger en el país de las aguas que no escapa al contexto mundial.

Dijo Nora Bar en La Nación de Argentina: “…se necesitan 20.000 litros para cultivar un kilo de café, 11.000 para producir una hamburguesa, 5.000 para elaborar un kilo de queso, 7.000 para fabri­car una remera de algodón, 3.000 para obtener un kilo de azúcar, y entre 2.000 y 4.000 para disfrutar de un litro de leche.

Según calculó alguna vez Fred Pearce, autor del libro “Cuando se sequen los ríos” (Eden Project Books, 2006), los seres humanos consumi­mos anualmente unos 200 ríos Nilo solo para regar nuestros cultivos…”.

Es más duro el dato cuando se sabe que 3 mil millones de personas no tienen acceso a redes de distribución de agua y se usan kilómetros cúbicos de agua en la contaminante minería.

Adam Loch, de la Universi­dad de Adelaide (Australia), asegura que entre el 30% y el 50% del agua en el mundo es “robada”.

Lo curioso del caso es que el 70% va para uso agrícola y el mundo desecha la ter­cera parte de los alimentos. “Es un desperdicio cuando se destina a la sobrepro­ducción de comida”, dijo Richard Connor, responsa­ble del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recur­sos Hídricos. “Solo el 10% del agua va para uso doméstico y la inmensa mayoría que va a la agricultura genera poco valor agregado para los pro­ductos internos brutos de los países”, agregó Connor.

Algo sobre este tema se entiende a nivel local con los arroceros acusados de secar ríos, arroyos, esteros y hume­dales, en diversos puntos de la geografía nacional.

La necesidad de reglamentar el uso sostenible de los recur­sos es prioritaria porque las corporaciones vendrán por él.

China y Estados Unidos son los principales consu­midores de agua del mundo. Unan con flechas.

APORTE CREATIVO

“Mbaretics” se llama el desalinizador portátil a base de paneles solares que ganó el premio del programa “Solucio­nes para el Futuro” de la multinacional de origen coreano Samsung.

Los jóvenes paraguayos Jazmín y Diego Fernández “fue­ron seleccionados entre más de 2.300 chicos que inscri­bieron entre julio y octubre más de 600 proyectos des­tinados a otorgar una solución innovadora a problemas comunes”, se informó.

El adminículo nace con la idea de hacer frente “a la con­taminación de agua salada que ingresa al Acuífero Gua­raní, y ampliaría el acceso de agua potable de manera segura y a bajo costo”.

Explicó Diego: “Fue difícil trabajar en este nuevo con­texto (de la virtualidad), pero dimos lo mejor para llegar al objetivo. Estamos felices de ser parte de Soluciones y de representar a nuestro país”.

De los cinco equipos finalistas tres fueron de la Argen­tina, uno de Uruguay y el ganador, de Paraguay.

DOS LÍQUIDOS

El agua es mucho más compleja de lo que imaginamos ya que en total tiene más de 60 propiedades que la dife­rencian de otros líquidos. Se expande cuando se congela; cuando está caliente se descongela y sus moléculas pue­den moverse hacia arriba contra la gravedad.

Este extraño comportamiento se debe a que tiene la capa­cidad de existir como dos líquidos distintos, según un experimento liderado por Anders Nilsson, de la Univer­sidad de Estocolmo, que se conoció esta semana.

A simple vista, el agua parece un líquido uniforme, pero a nivel microscópico, sus moléculas fluctúan agrupándose en dos regiones demarcadas por su den­sidad. A mayores temperaturas aparecía un líquido de alta densidad; y a bajas temperaturas se formaba un líquido de baja densidad.

Lo hicieron sometiendo una muestra de agua ultrapura a una temperatura de -63 ºC y con presiones hasta 3 mil veces mayores que la presión atmosférica. En cuestión de nanosegundos, antes de que la muestra se congelara, hicieron pasar la muestra de una presión a otra rápida­mente y mediante rayos x, observaron cómo se formaban los grupos de moléculas.

Fivos Perakis, uno de los profesores expuso: “Me pre­gunto si los dos estados líquidos que fluctúan pueden ser un ingrediente importante en los procesos biológicos de las células”. También especuló con que pueda ayudar a la desalinización del agua. “Creo que el acceso a agua limpia será uno de los mayores desafíos con el cambio climático”, dijo.


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