POR EDUARDO PALACIOS, fepalacios@tigo.com.py
Hoy dos protagonistas de los programas de radio de emisoras de otros tiempos ilustran nuestro espacio dedicado a destacar a las más importantes figuras de la radiofonía nacional.
Muchas voces y mucha creatividad han sustentado la fama y el prestigio de las emisoras de antaño. Estas, sin las voces de aquellos talentosos locutores y locutoras no habrían sido reconocidas y no podrían haber pasado a la historia con el reconocimiento de la audiencia.
Originalidad de las voces, respeto absoluto a la expresión hablada y a la audiencia, buena dicción y acentuación y el buen decir como parte de la personalidad, eran entre otras las características que identificaban a los hombres de radio, a los que acompañaron e igualaron las talentosas mujeres que se fueron incorporando al quehacer radiofónico de las décadas pasadas.
URSINO VILLAGRA
“El año 1964 estaba trabajando como cronista en el programa Ronda del deporte de Radio Charitas, dirigido por Fernando Cazenave y Julio del Puerto, cuando un locutor, Jorge Molas, con la aprobación de la dirección de la radio y luego de conseguir el carné de Antelco, me cedió una parte de su turno. Se iniciaba mi fase de locutor comercial, “nos cuenta Ursino, quien es de profesión ingeniero civil y trabajara cerca de 30 años en las hidroeléctricas de Acaray e Itaipú y hoy ya está jubilado. Se iniciaba por esos años como locutor en la decana de las emisoras del país.
Como varios otros locutores de radio, trabajó en Charitas, que ha sido una escuela de formación para todos y donde han salido talentosos profesionales. “En esa radio trabajaban prestigiosos locutores como Silvio Pacillo, Ireneo Román, Carlos Penayo y Rosana, quien luego sería su esposa; Flora Jiménez, Juan Blas Álvarez y tenía programas memorables como Una noche en el teatro, creado por Arsenio Urbieta, administrador de la radio, a pura voluntad”, recuerda con nostalgia Ursino.
De su carrera de locutor evoca también su paso por radio Teleco, donde en ese entonces estaba como director don Pedro García y como director artístico un argentino de apellido Cagnoto. Por esos años la emisora estaba instalada en Trinidad. “Terminado mi turno, montaba mi antigua moto Honda 50 y corría a mi colegio donde entraba a las 14:00. Después de un tiempo la radio cambió de dueño y se mudó sobre la Av. Eusebio Ayala”, nos dijo.
Ursino Villagra llegó también a ser locutor de radio Nacional, por los años 67 o 68, señalando al respecto que “me enteré que el locutor Albino Aquino Amarilla se jubilaba y estaban buscando sustituto. Me presenté al director artístico Mario Benedetti, quien me dio una nota para el locutor Américo González, quien al día siguiente, en el estudio de la radio, me hizo leer algunos textos, días después me llamaron para incorporarme. Había sido aprobado por el director general. Estuve en radio Nacional 5 o 6 años hasta que culminé mis estudios de ingeniería. Me despedí de directores y del personal y me dispuse a iniciar mi nueva vida. Luego de 2 0 3 años, pasé a saludar a mis amigos de la radio y me contaron que fui cesado por abandono de trabajo. ¡Olvidé presentar mi renuncia!
JUAN B. CAZAL
Fue el hombre de la voz grave, bien identificada en las emisoras por las que pasó, habiendo comenzado como locutor en los primeros años de la década del 40, cuando contaba con apenas 18 años de edad y acababa de culminar el servicio militar. Fallecido ya hace algunos años, Juan B. fue un profesional serio y respetuoso en su trato y en su actividad como locutor, se distinguió por esas cualidades a más del manejo correcto del idioma español
En diciembre de 1980, el diario Hoy le dedicó una nota en la que se refiere a la profesión del locutor, sus pasos por las emisoras de radio y sus colegas locutores. De sus inicios en la radio recordaba a la entonces ZP 4 radio Nacional, donde comenzó a practicar en el turno del locutor Francisco Duarte Torres. “En esa época no existían operadores, sino que el locutor debía cumplir todos los papeles al mismo tiempo”, señalaba en la entrevista Juan B., como se lo trataba al hombre de radio.
Trabajó también en radio Charitas y en radio Teleco, cuando esta última emisora citada tenía como director a don Gerardo Halley Mora. Dijo don Juan B. en la entrevista que citamos que “Esta emisora cambió los sistemas de la radiofonía, introdujo cambios y contaba con los mejores equipos de ese tiempo. Trabajaban en esa época en la preparación de libretos y programas, Néstor Romero Valdovinos, Germán Chávez Casablanca, Benigno Riquelme García, Aníbal Romero e Isaac Kostianovsky”.
Juan Bautista Cazal, en la actividad gremial fue uno de los fundadores de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio del Paraguay, fundada el 9 de junio de 1950, cuya primera comisión directiva estuvo conformada de la siguiente manera: Dante Benedetti (presidente), Juan B. Cazal (vicepresidente), Salim Girala, Dr. Luis G. Benítez, Silvio T. Corbeta, Alejandro F. Noguera, Enrique Biedermann, Simón Nicolás Casola, Carlos Gómez Ríos y César Bogarín, entre otros.
A mediados de la década del 50 se incorporó a radio Nacional del Paraguay, en donde siguió brindando todo su profesionalismo al servicio de la audiencia en los programas de la emisora oficial del Estado, en donde se jubiló, concluyendo una carrera siempre de perfil bajo.