Por Toni Roberto (tonirobertogodoy@gmail.com)

Hoy Toni Roberto nos lleva de nuevo hasta el viejo ex barrio Vista Alegre, al límite este del barrio San Roque, sobre la calle Brasil casi Manuel Domínguez, hasta la casa de Aurora Sequera de Netto, una de las más connotadas diseñadoras de moda del siglo pasado y principios del actual, para seguir tejiendo otras pequeñas grandes historias de “la cocina de la moda asuncena”, hasta ahora no escritas.

¿Que sería del futuro si no fuera por los hermosos recuerdos del pasado dejados por aquellos que ya se fueron y no hubiese alguien que los transmitiera?

Eso es lo primero que pensé al escribir esta segunda parte sobre María Aurora Netto de Sequera (1922-2007), alguien que fue y es referente de la moda asuncena ya desde finales de los años 40, que gracias a la prodigiosa memoria de José Enrique Sequera, uno de sus hijos y a otras personas que nos ayudaron a recorrer una época de la Asunción en que las modistas eran el epicentro de bodas, 15 años, fiestas de debut en primavera o alguna importante recepción en embajadas.

LAS ANTIGUAS MÁQUINAS SINGER

Nos cuenta José Enrique que su tía abuela Carolina Netto Olmedo, fue la primera instructora en Asunción de las legendarias máquinas de coser Singer, fue ella la que le introdujo a Aurora Netto al mundo de esas “modernas máquinas” en los años 40. Con ellas, confeccionó por más de 50 años, un incontable número de vestidos para novias, madrinas o debutantes que soñaban con aquel momento encantado de sus vidas, pero que también, cuando ella dejó de trabajar allá por el 2006 las regaló a personas necesitadas, cosa que siempre le caracterizó: “ayudar al semejante”.

DOS NOVIAS, DOS PARES DE ZAPATOS

Nos cuenta además otras anécdotas increíbles como la historia de dos pares de zapatos blancos: “Un sábado llegaron al mismo tiempo dos novias para ponerse sus vestidos y estaban dos pares de zapatos idénticos, pero su asistente le puso a una el par equivocado, con mucho esfuerzo le pudo colocar, salió la novia de la casa con los zapatos puestos, pero al llegar a la iglesia casi ya no podía caminar y a la otra le ‘bailaban’ los zapatos, al darse cuenta de lo ocurrido salieron corriendo ella y una asistente hacia la iglesia de Cristo Rey a buscar los zapatos y así hacer el intercambio de calzados comenzando las dos bodas con algún retraso, pero zanjando la difícil situación”, nos cuenta José Enrique Sequera.

“Un día mi mamá estando embarazada allá a mediados de los años 50 salió presurosa y tomó la calle Manuel Domínguez subiendo por la famosa ‘vereda escalinata’ de dicha calle en su trayecto entre las calles Brasil y Tte. Rojas Silva rumbo al Salesianito para confesarse con el legendario padre Rogelio Duarte, le preguntó cuál era su pecado y le dijo: le robé a mi marido 100 guaraníes (de aquella época) para pagar una cuenta de la casa y él le respondió: ‘pero señora ¿por qué no le robó 200 guaraníes?’, por supuesto esta respuesta le dio el sacerdote conociendo la honestidad de mi madre”.

PALMIRA YALUK Y SUS RECUERDOS

Son las 5 de la tarde de un martes de noviembre en plena pandemia, tomo el teléfono y le llamo a Palmira Yaluk –la última diseñadora sobreviviente de esa legión de antiguas modistas de alta costura– que me atiende con su dulce voz y una envidiable lucidez, yo le pido que me hable de Aurora de Sequera y al instante ella empieza recordándola con mucha emoción.

“Éramos seis modistas de alta costura que siempre estábamos en contacto, y nos reuníamos los sábados en la casa de Semí Salerno, eso sí, solamente si no tuviéramos que entregar algún vestido de novia” nos cuenta, sigue diciendo: “En una ocasión a Aurora se le fue la mano y aceptó demasiados trabajos, entonces me llamó y me dijo: ‘Palmira te quiero pedir un favor, tomé demasiados pedidos y ya no voy a poder cumplir, te pido que vos le cosas a una novia’, ‘yo le contesté: ¿pero cómo? por algo te pidió a vos la chica, a mí ni me conoce, y ella me respondió’: ‘yo ya le dije que vos diseñás mejor que yo’, así de humilde era Aurora”, termina diciendo, pero nuestra charla duró más de media hora hablando de otros recuerdos que compartiremos en próximas entregas.

AURORA NETTO, LOTI CHAVES Y STELLA MONTÓRFANO

Aurora Netto además de una gran diseñadora y dibujante, era también una gran concertista de piano, tal como lo demuestra un viejo programa del antiguo Ateneo Paraguayo que publicamos hoy, fechado el lunes 21 de octubre de 1946, que reza: “Comentarios de las obras a interpretarse, leídos por el director Juan Carlos Moreno González”, y donde también participaban María Graziella “Loti” Chaves Egusquiza y Stella Montórfano.

LA ANTIGUA MAESTRA ANITA TORRÁS

En la entrega anterior nos contaba José Enrique que Aurora estudió corte y confección con Anita Torrás, debido a ello nos escribió su sobrina María Gloria Torrás Macchi hablándonos de sus recuerdos en los talleres de costura de su tía, recordando a doña Aurora: “Mi padre al terminar la primaria me llevó a lo de tía Anita a estudiar con ella la historia de la moda, alta costura y diseño, hasta estudiábamos los cortes y tipos de sombreros, hombreras etc. Entre las alumnas un poco más grandes, recuerdo vagamente a dos que sobresalían, una de ellas era Aurora Netto de Sequera”, termina diciendo.

FOTOS, MENSAJES Y LLAMADOS

DESPUÉS DE LA PUBLICACIÓN

Después de la primera publicación recibimos un sinnúmero de fotos, mensajes, llamados de antiguas clientas, o de los hijos de estas contado sus experiencias con esta gran diseñadora. Rescatamos algunas anécdotas, como la del padre de una novia que entró a buscarle a su hija a una casa equivocada, pero idéntica a la de la Sra. de Sequera sobre la calle Brasil y cuando los dueños le encontraron en la sala sentado a un desconocido con un impecable traje oscuro esperando en el sofá, se llevaron un gran susto. Una confusión parecida nos contó otra de sus antiguas clientas que también es una de nuestras amables lectoras.

Por su parte, Dody Gaona de Ayala Squef la recordó a ella como también a su ya desaparecida hija Liliana, quien la maquilló para su casamiento. Como estos hay otros innumerables recuerdos que darían para escribir un libro. Este fue solo un pequeño homenaje a una gran asuncena, que además dio trabajo durante décadas a muchas costureras, ayudando así indirectamente también a sus respectivas familias y que trascendió fronteras diseñando vestidos también para clientas de Corrientes, Resistencia, Buenos Aires, Foz de Yguazú, San Pablo, Caracas, Nueva York y por supuesto también para otras muchas ciudades del Paraguay.

Termino con una frase del escritor y etnólogo Amadou Hampâté Bâ, nacido en Mali en 1901: “Cuando una persona anciana muere, una biblioteca arde”, por suerte en este caso podemos rescatar la memoria gracias a todos los que aportan valiosos datos domingo a domingo.

Aurora de Sequera con sus nietos. Asunción c.1989.
La boda de Aurora Netto y Guillermo Sequera con sus padrinos: Óscar S. Netto y Aurora Meza de Netto, Carmen Rodríguez de Sequera y Guillermo Sequera y Zaldívar. Asunción 1947.
Aurora Netto de Sequera.
Diseños dibujados por Aurora para sus clientas.
Programa de concierto de piano de Aurora Netto, Loti Chaves y Stella Montórfano. Asunción 1946.

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