Por Kaweewit Kaewjinda y Carola
Frentzen (DPA)
Varias mujeres están en cuclillas entre la maleza en el norte de Tailandia y prenden varitas de incienso. También trajeron flores así como Fanta de fresa, que en el país junto al río Mekong se ha convertido en una ofrenda para los espíritus. Las mujeres escriben números sobre unos papelitos y los van tirando doblados a un agujero. Ahora le toca a ella: la tarántula, ese orificio es en verdad su nido. Las cifras sobre los primeros papelitos que esta araña gigante vuelve a sacar a la superficie son las que luego se juegan en la lotería.
Para alzarse con el pozo acumulado, los tailandeses recurren a todo lo que tenga números y pueda oficiar de oráculo. La razón de esta euforia por la lotería se puede explica así: en Tailandia los juegos de azar en principio están prohibidos. La única excepción es la lotería estatal, que se sortea el 1 y el 15 de cada mes.
PROHIBIR ES DESEAR
“Prohibirnos algo es despertarnos el deseo”, decía ya el filósofo francés Michel de Montaigne en el siglo XVI. POr eso, toda la pasión de los jugadores se concentra en la tómbola estatal. En este país del sudeste asiático, con sus casi 70 millones de habitantes, cada 14 días se venden unos nueve millones de billetes de lotería. Así lo determinaron los cálculos del banco TMB, uno de los institutos crediticios líderes de Tailandia.
Cada billete tiene seis números y cuesta 100 baht (unos 3,25 dólares). Los premios van de los 2.000 baht hasta el pozo de seis millones de baht. Eso es mucho dinero en Tailandia. Para ponerlo en perspectiva: quienes ganan menos, en un año tienen ingresos por unos 4.000 dólares. Por lo tanto, para alcanzar el monto del premio mayor deberían trabajar casi 50 años.
EL NIDO DE LA TARÁNTULA
El nido de la tarántula fue elegido como oráculo por los habitantes de la provincia de Phetchabun, en el Norte, porque estaba orientado al este, lo que en Tailandia es considerado una señal positiva. Pero también circunstancias negativas como, por ejemplo, enfermedades pueden servir para predecir los números ganadores: el 1 de agosto una mujer de 55 años obtuvo el premio mayor luego de haber comprado un billete con el número de la cama de hospital de su marido. Alentados por ese tipo de historias, los aficionados a la lotería buscan indicios prometedores en todo el reino.
Así sucedió hace poco en la provincia de Surin, en el noroeste, donde sobre un cartel en el camino que indicaba distancias en kilómetros se había formado un nido de termitas. Más de mil personas ya peregrinaron hasta allí para interrogar a los supuestos talismanes. Previamente, habían salido sorteadas consecutivamente cifras que de alguna manera podían relacionarse con el cartel y los insectos que habitan sobre él.
Por el aire circulan vapores de incienso. Incluso se levantó una de las casa de espíritus típica de Tailandia, para predisponerlos positivamente. Los vendedores de lotería presintieron el negocio e instalaron sus puestos en las cercanías. Hace solo pocas semanas, el diario más grande de Tailandia, “Thairath”, publicó un informe sobre cómo sus lectores pueden hacerse con el dinero interpretando sus sueños.
GALLINAS, DRAGONES Y RATONES
De acuerdo a ese texto, si el lector soñó con gallinas, dragones, ratones, sapos, lápices o velas, debe adquirir un billete con el número 1. En tanto si sueña con agua, pantalones, zapatos, pendientes o mariposas, debería apostar por el número 2. Las arañas, las termitas, los escorpiones, los patos y los monjes, a su vez, se relacionan con el número 8.
¿Qué dice la autoridad estatal de lotería sobre todo este jaleo en torno a su tómbola? También su portavoz Thanavath Phonvichai está convencido de que la fascinación tiene que ver con la falta de alternativas: “Mientras en países occidentales hay numerosas opciones de juegos de azar, como casinos o apuestas deportivas, aquí todo se concentra en la única manera legal de ganar dinero”. Ya que no hay carreras de caballos o de perros, en este país antiguamente llamado Siam se apuesta esperando contar con la ayuda de tarántulas y termitas.