En vísperas de las elecciones de los Estados Unidos de América, que se realizarán este martes 3 de noviembre, La Nación te acerca el análisis de Roberto Izurieta, director de Programa de América Latina y Campañas Políticas, de la Escuela de Gerencia Política de la prestigiosa Universidad de George Washington. En esta ocasión, hablamos de lo que significa para un latino votar al Partido Republicano o al Partido Demócrata. Además, el especialista explica cómo funciona el voto indirecto, los colegios electorales y las diferencias políticas entre Donald Trump y Joe Biden.

Por Víctor Cano

Periodista

victor.cano@gruponacion.com.py

Fotos Gentileza

–¿Cómo fun­cionan el voto indi­recto y los colegios electo­rales en EEUU?

–Los colegios electorales res­ponden principalmente a que los Estados Unidos de Amé­rica es un Estado Federal, donde se le da la mayor auto­nomía posible a cada Estado, dentro del marco de la Cons­titución de los EUA. Los Esta­dos eligen al presidente a tra­vés del voto popular, que se realiza, administra y cuenta en cada Estado. Una vez que hay un ganador, todos los “electores” de esos estados están obligados a votar por ese candidato escogido, todos votan en el Colegio Electoral.

Las razones históricas de ser así son principalmente dos: –que, al ser un país tan grande, y sin la comunica­ción que tenemos hoy–, la mejor manera para saber por quién vota un estado, es a tra­vés del “envío” de delegados para que expresen esa volun­tad popular. La segunda razón histórica tiene que ver con el deseo de balancear el poder y la influencia de las ciudades, las distancias, y los Estados con menos influencia.

En los últimos años, el voto popular no coincidió con el voto del colegio electoral –es el caso en la elección Bush vs Gore y en la de Trump vs Hila­rry–. No pienso que si la dife­rencia en esta ocasión fuera más de 5% en el voto popular a nivel nacional, esto vaya a alte­rar el resultado que se expresa a través del voto en los colegios electorales. Es posible, es legal, pero no lo veo muy probable. Y pienso que, en este caso, la diferencia será mayor que 3%.

–¿Qué significa para un latino votar por el Partido Republicano o por el Par­tido Demócrata?

–En general los votantes lati­nos tienen las mismas pre­ocupaciones que cualquier otro votante: el empleo, la economía, la salud y la pan­demia. Dicho esto, también la retórica política afecta. La retórica antiinmigrante ha afectado a muchos hispa­nos, sobre todo los de origen mexicano y centroamerica­nos. Los de origen cubano, quizás más por la cuestión de mantener las relaciones o no mantenerlas con Cuba. En Florida, la retórica sobre qué posición tomar con Venezuela también ha influido. Aunque en mi opinión, con respecto a esta última, ambos gobier­nos harán lo mismo: apoyar la lucha de los venezolanos para producir un cambio.

–¿Cómo la pandemia ha afectado la campaña y la elección?

–Ha afectado totalmente, tanto en la campaña electo­ral como el proceso electivo. La pandemia del SARS CoV-2 a influenciado en todo; la prin­cipal preocupación de los ciu­dadanos continúa siendo la salud, a lo que se suma la sensa­ción de miedo, que es siempre la emoción más fuerte que sus­cita toda campaña electoral; y también ha afectado la eco­nomía de los Estados Unidos y del mundo. Casi todo cambió, pero hasta ahora, las cifras de intención de voto se mantie­nen casi estables desde marzo. Ya veremos con el transcurrir de los días.

–¿Cuál es el impacto de las fake news y el fraude electoral?

–Las fake news o las noticias falsas son un problema no solo en Estados Unidos de América, sino en todo el mundo. Sobre el fraude electoral en estas elec­ciones, no lo veo posible. Pero, por otro lado, las disputas elec­torales siempre las hay. En este sentido lo importante es que se resuelvan dentro del marco de la ley y sin violencia. La resolución pacífica y dentro de las leyes ha sido históri­camente el caso en los EUA y espero que siga siendo así.

–¿Qué se debe saber sobre el voto por correo y la Corte Suprema de Justicia?

–No creo que esta elección sea resuelta en la Corte Suprema de Justicia, o sea, en la última instancia del proceso de justicia.

En los Estados Unidos de América hay al menos 5 esta­dos donde el voto por correo es la norma o la obligación. Tam­bién siempre existió en cada Estado, pero algunos más con­centrados en el voto a distan­cia, comúnmente aplicado a los miembros de las Fuerzas Armadas que estén en otro Estado o país por razones de trabajo. Con el tiempo se ha flexibilizado esta modalidad y ahora con la pandemia, casi todos los Estados lo han faci­litado, unos más, otros menos.

También se aplica el voto anti­cipado, que es cuando votas en persona en un recinto, aunque están disponibles muchos menos, de manera a votar anticipadamente a la fecha de votación presencial. En algunos Estados, este pro­ceso anticipado era, por ejem­plo, solo una semana antes y ahora pueden ser tres o cua­tro semanas antes. Definitivamente hay más facilida­des para votar: ahora podés votar en persona en el día de la elección, podés ir antes a votar o podés votar por correo. Algún día llegaremos a votar electrónicamente.

–¿En qué se diferencia el proyecto de Donald Trump y el de Joe Biden sobre Amé­rica Latina?

–Donald Trump no es parti­dario de la globalización –que ha sido una bandera política más bien del Partido Repu­blicano–, su política es más nacionalista, utiliza tarifas a las importaciones para algu­nos productos o países. Los demócratas prefieren más acuerdos regionales, aun­que parte de su base elec­toral, los sindicatos, no son muy proclives a los acuerdos comerciales y preferirían mucho más la restricción a las importaciones. Esta es una de las razones por las cuales las bases electorales del trumpismo y de los demó­cratas en algunas regiones han migrado del uno al otro.

En el caso de Venezuela pienso que serán iguales, pero con retóricas distintas, en el tono más que el fondo. Ojalá que no se siga usando el miedo a la migración como arma polí­tica. Por ejemplo, ambos par­tidos seguirán renovando el muro fronterizo, donde exista y quizás en algunos lugares más, con cierto obs­táculo físico o tecnológico. Pero no veo que los demócra­tas lo hagan para usarlo como arma política que motive a su base electoral.

RESEÑA:

Roberto Izurieta. Profe­sor y director de proyectos para América Latina en la Escuela de Gerencia Política de GSPM en The George Washington University en Washington, D.C. Es comen­tarista y analista político de la cadena norteamericana CNN en español. Estratega y especialista en desarrollo de mensaje público y político, ha sido asesor, entre otros, de los presidentes Jamil Mahuad en Ecuador, Alejan­dro Toledo en Perú, Álvaro Colom en Guatemala, Hora­cio Cartes en Paraguay, Iñigo Urkullo en el País Vasco, España y Enrique Peña Nieto en México. Ha escrito “Estrategias de Comuni­cación para Gobiernos” y “Cambiando la Escucha”.


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