Por Juan Carlos Dos Santos G., periodista y analista de datos - fotos: gentileza

Juan Evo Morales Ayma hizo historia cuando con casi el 54% de votos se convirtió en el primer presidente de origen indígena de Bolivia y se mantuvo en el cargo durante 13 años hasta el 10 de noviembre del 2019, cuando presentó su renuncia acusado de fraude electoral tras la última elección general realizada el 20 de octubre pasado.

Evo fue dirigente sindical de productores de coca en la década de 1980 y uno de los fundadores del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), que luego se aliaría con el Movimiento al Socialismo (MAS) para participar de las elecciones generales de 1997, en las que resultó elegido diputado por Cochabamba.

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A partir de las últimas elecciones presidenciales, donde los cómputos oficiales le dieron el triunfo por poco más del 10% de diferencia sobre el opositor Carlos Meza, la carrera política de Evo Morales comenzó a descender tan raudamente como había iniciado, cuando en el 2002 quedó a solo 1,6% del total de votos del vencedor de esa elección presidencial, Gonzalo Sánchez de Lozada.

¿EL COMIENZO DEL FIN?

Los meses finales del 2019 y gran parte del 2020 habrán sido, posiblemente, los peores en toda su carrera política, pues no solo tuvo que abandonar el poder en Bolivia, sino que se vio forzado a marcharse del país por los hechos violentos que amenazaron con incendiar todos los rincones de la nación andina, polarizada entre quienes reclamaban el fraude electoral y sus partidarios.

Se marchó a México, recibido por el presidente mexicano Manuel Antonio López Obrador (AMLO), pero apenas asumió Alberto Fernández como presidente argentino, dejó México y llegó a Buenos Aires para desde ese lugar comenzar a rehacer sus planes buscando retornar al poder en Bolivia.

A mediados de agosto de este año, el Ministerio de Justicia de Bolivia presentó ante la Fiscalía una denuncia penal en su contra por haber tenido supuestamente una relación amorosa con una menor de edad. Fue acusado por los delitos de “estupro, trata y tráfico de personas”, afirmaba el viceministro Guido Melgar durante una conferencia de prensa.

Esta complicada situación que, de comprobarse, no solo pondría un final definitivo a la carrera política de Evo Morales, sino que pondría en riesgo su propia libertad, en caso de regresar a Bolivia o si es extraditado desde la Argentina, algo muy improbable por el fuerte vínculo que mantiene con el gobierno de Alberto Fernández.

En los medios locales y en redes sociales fueron exhibidas varias fotografías de Evo con una joven identificada como N.M., ahora de 19 años. Esas imágenes habían sido extraídas de un teléfono celular de una familiar de la joven y se la observa en viajes del entonces gobernante por el país.

SIGUIENDO AL DINERO

Descubrir las transferencias de dinero que el entonces presidente de Bolivia Evo Morales había estado haciendo desde hace tiempo a Pablo Iglesias, secretario general del partido Podemos y actual vicepresidente segundo del gobierno de España, fue la difícil tarea que la dirección del periódico español OkDiario encomendó a uno de sus periodistas de investigación, Alejandro Entrambasaguas, y, para tal fin, decidieron enviarlo a Bolivia en diciembre del 2019, ya cuando Evo no estaba al frente del país.

La Nación se puso en contacto con el mencionado periodista español, quien accedió a dar detalles de cómo se originó este trabajo, que inicialmente tenía otro objetivo, pero culminó por descubrir mucho más de lo que estaba previsto.

“El medio para el cual trabajo, OkDiario, me envió a Bolivia en diciembre del 2019 para investigar los pagos de Evo Morales a Pablo Iglesias. Durante mi estancia en el país, que fueron como dos meses, llegué a publicar varios artículos relacionados al tema. Uno de ellos fue cuando localicé a Carlos Romero, ministro de Evo durante catorce años. A Romero, la Fiscalía le señalaba como la persona que se encargaba del pago de dinero al partido político español Podemos. El ex ministro se mantenía escondido desde que Evo había salido de Bolivia y lo encontré. Esa publicación ayudó a que Romero fuera detenido y el trabajo realizado adquirió gran repercusión”, nos comenta Entrambasaguas.

LAS PRUEBAS CONTRA EVO

LN - Basado en lo todo lo publicado en el material periodístico de su medio, ¿Existen pruebas que demuestren que haya existido alguna relación impropia, incluso sexual, entre Evo Morales y N.M., antes que ella cumpliera los 18 años?

AS - Existen indicios. Hay fotografías de Evo Morales y la niña N.M. tumbados en una cama sin apenas ropa. Estas instantáneas, según la Policía, fueron tomadas cuando ella aún era menor de edad en las estancias privadas de Evo Morales cuando él era presidente. Es decir, en la residencia de San Jorge y en la última planta de la Casa Grande del Pueblo en La Paz. No puedo entender qué hacía una niña en esos ambientes y sobre todo me pregunto por qué nadie nunca dio la voz de alarma. Otro de los indicios que manejan los investigadores, y que nosotros publicamos en exclusiva, son las conversaciones de WhastApp entre ambos, donde se habla de relaciones sexuales sin tapujos. Pero la “bala de oro” es el testimonio de la propia niña N.M. Cuando fue detenida, ella misma confesó a la Policía que conoció a Evo Morales con tan solo 13 años, en los carnavales de la ciudad de Oruro del 2015, por lo que le faltaban cinco años para que cumpliera la mayoría de edad. Las relaciones sexuales con menores de edad son delito en Bolivia, como casi en todo el mundo, incluso aunque fueran plenamente consentidas por parte de la niña. Tras publicar este caso en OkDiario, el ministerio de Justicia de Bolivia denunció ante la Fiscalía a Evo Morales por tres delitos: estupro, abuso sexual y trata de menores.

LN - Los viajes a México y Argentina son jurídicamente irrelevantes por cuanto fueron realizados cuando N.M. ya había cumplido los 18 años de edad. ¿Dónde radicaría el inconveniente con los viajes entonces?

AS - Se ha denunciado haberla visto junto a Evo Morales en otros viajes.

LN - ¿Estos datos han podido ser contrastados en las oficinas de Migraciones de Bolivia o de los países al cual creen que pudo haber viajado, incluso siendo parte de una delegación oficial?

AS - Sí. De hecho, en OkDiario hemos publicado el flujo migratorio de la niña de manera íntegra. En el documento se refleja cómo la adolescente nunca había salido de Bolivia hasta ahora para visitar a Evo Morales. Primero a México, donde estuvo entre el 22 de noviembre del 2019 y el 2 de diciembre del mismo año, y luego a Argentina, donde fue dos veces, el 16 de diciembre del 2019 y el 16 de febrero del 2020. Las fechas de estos cuatro viajes, confirmadas por la Dirección de Migración de Bolivia, coinciden también con la geolocalización del teléfono móvil de la niña N.M. y eso delata la situación definitivamente, porque su ubicación la centra en el palacete de la calle Canesa de Buenos Aires, donde está viviendo Evo Morales.

LN - ¿Qué se sabe de la familia de N.M.? ¿Usted ha logrado establecer contacto con alguien del entorno de ella? Ya que entiendo que no ha contestado ninguna de sus llamadas.

AS - La familia de N.M. es muy humilde. Su padre es agricultor y su madre trabaja en un baño público de la ciudad de Cochabamba. He intentado hablar con ellos varias veces, pero siempre se han negado a atenderme. Sí logré hablar con el padrino de la adolescente, quien está escandalizado con todo lo que se estaba publicando y sobre todo muy preocupado por ella. El testimonio de los padres es vital. Deben explicar si conocían que su hija era pareja de Evo Morales cuando aún era menor de edad. En el caso de que sea así, estaríamos hablando de algo gravísimo, ya que serían cómplices de un delito.

LN - ¿Usted ha conversado con personajes cercanos al ex presidente Evo Morales sobre estas denuncias?

AS - He hablado con el entorno de Evo Morales y con el propio Evo Morales. Lo hice antes de publicar el artículo. Quería conocer su versión de los hechos. Me dijo literalmente: “No voy a hablar de ese tema”. Seguidamente me colgó el teléfono. Me pareció una actitud muy cobarde y sobre todo extremadamente sospechosa. Si no hubiera tenido nada que ocultar, no habría reaccionado así. En los últimos días he llamado a dos personas muy próximas a él, una de ellas, Luis Arce, ex ministro y ahora candidato de su partido a la Presidencia. También con Eva Copa, presidenta del Senado, y ninguno de los dos han querido atenderme. Cuando publicamos el caso, dijeron públicamente que no se debía hablar de esta historia porque formaba parte de la vida personal de Evo Morales. Sin embargo, conforme hemos ido desvelando más pruebas de la relación entre Evo Morales y N.M., han ido variando su discurso. Ahora dicen que no ponen la mano en el fuego por nadie. ¿Qué será lo siguiente?

LN - ¿Cómo surge el caso? ¿Fueron alertados por alguien, tal vez alguna persona haya observado las apariciones de N.M. en las fotos de Evo, quizás haya sido alguna investigación de las autoridades bolivianas por sospechas o simplemente se filtraron?

AS - Tras localizar a Carlos Romero, mi trabajo adquirió notoriedad en Bolivia y, a raíz de ese hecho, cuando salía por la calle me paraba mucha gente y me decía de manera vehemente que investigara la relación de Evo Morales con niñas menores de edad. Yo quedé atónito porque esa situación se repetía constantemente. Me lo pedían muchas personas. En Bolivia, el asunto era vox populi, pero hasta que lo hemos publicado en OkDiario, nunca habían existido pruebas contundentes. Logré hacerme con un informe policial secreto en el que constaba que se estaba investigando a Evo Morales por haber tenido una relación con una niña llamada N.M. Hicimos las contrastaciones oportunas y lo publicamos.

LN - Tras hacerse pública esta investigación periodística, ¿han aparecido denuncias de otras personas en similar situación?

AS - Así es y celebro que el gobierno de Bolivia haya denunciado un segundo caso de otra niña menor de edad con la que Evo Morales habría tenido un hijo. Publicar el caso N.M. ha abierto una caja de Pandora. Me consta que hay decenas de otros casos similares y se conocerán de manera encadenada, uno tras otro. La gente ya ha perdido el miedo a denunciar y las mujeres ya no tienen miedo a represalias.

LN - ¿Cuál cree que será el próximo paso, tanto a nivel investigación de las autoridades bolivianas como lo que se podría hacer a nivel periodístico?

AS - Lo desconozco. A día de hoy la investigación se encuentra en una fase preliminar y aún así, fíjese la que se ha armado con lo que hemos publicado. Me consta que la Policía está trabajando sin descanso. Por mi parte, trabajo en obtener nuevos datos. Cuando los obtenga y sean contrastados, verán la luz. Ni a OkDiario ni a mí como periodista de investigación nos va a temblar el pulso a la hora de seguir publicando.

EL PELIGRO DE SER PERIODISTA

LN - ¿Tuvo algún problema que podría estar vinculado a su investigación, amenazas o amedrentamiento?

AS - Llegwué a Bolivia el 31 de diciembre del 2019 y cuatro días después publiqué la primera nota. Esa noche, cuando volví al hotel donde me alojaba, el jefe de la recepción me advirtió que habían descubierto a tres personas haciendo fotografías a la puerta de la habitación que yo tenía asignada. Desde ese momento empecé a llevar escolta. Como durante dos meses tuve una presencia mediática muy fuerte, aparecía con frecuencia en los medios y eso provocó que la gente me fuera reconociendo por la calle. Por lo general, era gente agradable que quería saludarme, pero también había quienes me increpaban. Conforme avanzaban las investigaciones y las publicaciones, llegaban más amenazas. En una ocasión recuerdo que recibí en mi teléfono móvil fotografías mías haciendo vida corriente en la ciudad de La Paz con un mensaje que decía: “Te aconsejo que te cuides”.

Alguien me estaba siguiendo y pretendía amedrentarme. Lo denuncié ante la Policía y encontraron al responsable. Descubrieron que aquel tipo estuvo implicado hace dos años en un asesinato y saber eso fue realmente escalofriante. Sin embargo, las amenazas me animan a seguir haciendo mi trabajo. Si los corruptos se ponen nerviosos, significa que voy por el buen camino. Bolivia es un país seguro, pero aún quedan resquicios de grupos radicales muy violentos afines a Evo Morales que quieren amordazar a la prensa. Eso también pasa aquí en España. Pablo Iglesias y Podemos señalan a periodistas que publican informaciones contra ellos con el fin de acallarlos.

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