Luego de 20 años juntos y en una boda sencilla se han casado Joaquín Sabina y Jimena Coronado en Madrid. En la Argentina, todos hablan de la separación de Tinelli. La hija menor de Carolina de Mónaco ya tiene novio y, además, Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler, es la nueva Marquesa de Griñón, además de chica it.
LA BODA DE JOAQUÍN Y JIMENA
Esperada desde que hace tiempo lo anunciara públicamente el amigo del novio, Joan Manuel Serrat, en una entrevista: Por fin, Joaquín Sabina le había pedido matrimonio formalmente a su pareja de hace 20 años, Jimena Coronado, en la reunión con la que festejaban el cumpleaños 50 de ella, la fotógrafa peruana que lo había enamorado en Lima, cuando fue al hotel en donde el artista se hospedaba durante una gira a realizar un reportaje.
Desde entonces no se separaron más y ella, Jimena, se ocupa de todo lo que él no quiere hacer: números, contratos, organización y cuidados de vida y obra del artista. La anunciada boda se suspendió por el accidente que sufriera Sabina en una de las últimas presentaciones en Madrid, cuando Joaquín se cayó del escenario y sufrió golpes y un derrame cerebral pequeño que lo tuvo en la UTI y luego del alta vino la pandemia a ponernos a todos en cuarentena y también a ellos.
La boda se pospuso, pero el último día de junio, apenas fueron permitidas las ceremonias pequeñas, ambos de azul casi eléctrico (ella de sandalias sin taco y un ramo de flores, él con anillo de calavera) entraron al Registro Civil de la mano y con tapabocas, para cumplir con lo que manda la ley. “Ella se merece estar feliz y con sus papeles “, dijo Joaquín, ya que ahora la condición legal de Jimena es de esposa legal. Fue una ceremonia sencilla, con amigos íntimos, los testigos: Serrat, las dos hijas de él Carmela y Rocío y la madre de ellas, Isabel Oliart. El propio ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, se encargó de la ceremonia civil y también participó del almuerzo íntimo.
TAMARA, DE HIJA TÍMIDA A MARQUESA
Tamara Falcó Preysler era de los numerosos hijos de Isabel Preysler: 3 con Julio Iglesias (Chabeli, Enrique y Julio), Tamara, con el marqués de Griñón, Carlos Falcó, y Ana Boyer, con el ex ministro Miguel Boyer, la más tímida, alejada de los flashes y hasta devota religiosa. Sin embargo, como en las películas románticas del tiempo de teléfonos blancos en Hollywood, ha atravesado etapas y se ha convertido en “La It girl” de España y una de las más importantes figuras juveniles del jest set, a la que todas se quieren parecer.
De “chica con problemas de peso”, gordita y sonriente en las fotos con su madre siempre pluscuamperfecta y delgada como un junco, a ser la joven de moda de la que todos hablan y a quien todos adoran. La cosa comenzó con un cambio de imagen que incluyó dieta y mucha gimnasia y luego, algún noviazgo intrascendente y la comparación inevitable con su hermana Ana, de novia con el tenista Verdasco (hoy marido), parecía destinada a ser la más “gris” de la saga Preysler.
Sin embargo, ha sido la sorpresa, al participar con gracia y alegría del reality show “MasterChef celebrity, talent”, del que fue la ganadora absoluta el año pasado causando asombro en el público y hasta en su madre que jamás hubo pisado una cocina. Ahora, tendrá programa propio “Cocina apunto” y, además su padre, el recientemente fallecido marqués de Griñón, le ha dejado de herencia, el título de “marquesa de Griñón” como demostración de amor… Las chicas quieren ser como ella, con sus looks y su alegría. La historia de Tamara, la “menos pensada” mediática es como de cuento.
EL BARCO DEL AMOR
El Pacha III es un barco familiar que ha visto muchas de las grandes historias de amor de los Grimaldi. Fue un regalo de Stéfano Casiraghi a Carolina de Mónaco en 1989, casi seis años después de que la pareja se casara, como gesto de amor del empresario hacia su mujer, que se había enamorado de la embarcación, un yate construido en 1936 que antes había pertenecido a la viuda de Louis Renault, entre otros. Carolina lo amó desde entonces y toda su familia lo disfruta. Y, ahora, es la más pequeña de las hijas de Carolina, Alexandra de Hanover, hija del díscolo príncipe Ernest de Hannover, quien a sus 16 años pasea su primer amor por la costa azul francesa y especialmente Saint Tropez, además de navegar en el Pacha III, como antes lo hicieron su hermano Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo y la propia Carolina. Alexandra está de novia con Ben-Sylvester Strautmann, un joven de origen alemán, perteneciente a una familia de banqueros. Recordemos que Alexandra, de todos los hijos de Carolina, es la que tiene más títulos de nobleza por el origen de su padre, Ernest de Hannover, que pertenece a una de las familias con más prosapia y está emparentado hasta con la Reina Isabel II, además de la nobleza alemana con importantes castillos y propiedades.
TINELLI Y GUILLERMINA: FIN DEL AMOR
“Después de estos casi ocho años hermosos que vivimos, sentimos que es lo mejor para los dos, y compartiremos un hijo maravilloso y amado que va a tener siempre a sus papás presentes”. Así informó “oficialmente” en su cuenta de Instagram, el propio Marcelo Tinelli su separación de Guillermina Valdés. Éste continúa siendo uno de los temas del momento en los programas de farándula y hasta en los noticieros de Argentina. A estas horas, siguen las especulaciones sobre la posible (o no) existencia de otras personas en la vida del exitoso conductor, dirigente deportivo y parece que con muchas aspiraciones políticas, Marcelo Tinelli. Guillermina Valdés, que tuvo anteriormente una larga relación con Sebastián Ortega, productor y director, con quien tuvo 3 hijos, tuvo palabras breves para definir las cosas: “Es como dijo Marce, las cosas son así”. Se debate todo, desde la posible infidelidad de él o la incomodidad de ella ante el nuevo cariz que está tomando la carrera de él, en la política. También surgen comentarios sobre las peleas que ya venían desde el verano compartido en Punta del Este y en la cuarentena criticada en Esquel, en la Patagonia. Lo cierto es que, por ahora, como ocurrió en sus dos matrimonios anteriores, Tinelli lo termina con pocas palabras y la promesa de hacerse cargo de su hijo, como lo hizo con las dos mayores, los dos de su segundo matrimonio con Paula y ahora, el pequeño Lorenzo, con Guillermina.