Dejó Cerrito, Ñeembucú, con apenas 15 años, con el único objetivo de convertirse en un arquero profesional y antes de cumplir 20 ya estaba defendiendo los colores de Sol de América del fútbol de Primera. Disfrutó de la pasión futbolera de Rosario, en Argentina, del orden y profesionalismo de España y la locura colocolina en Chile, además de ser el guardameta que hizo historia defendiendo la Albirroja en aquel icónico Mundial de Sudáfrica 2010. Justo Wilmar Villar desafió y superó a mucha gente que no lo veía en el arco por ser “pequeño”. El hoy director deportivo de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) en una charla de reflexión y análisis con Augusto dos Santos para Expresso de Canal GEN, deja escapar un pequeño deseo: ser formador de jóvenes talentos.
Fotos Fernando Riveros
-Augusto dos Santos (ADS): Debe ser jodido jugar frente al sol, ¿no?
-Me tocó jugar, antes había muchos partidos en el sol. Anteriormente. En Argentina me tocó mucho en horarios con sol, en Independiente, la cancha de Vélez, la cancha de Arsenal, como que están de oeste a este, no es fácil, pero en la campaña también nos toca jugar con sol.
-ADS: Justo, ¿Almeida te enseñó los secretos de atajar penales?
-(risas) No solamente eso. Los secretos del arco. Muchas veces somos celosos, los profesionales de poder enseñar cosas. Somos egoístas. Pero en ese caso yo le encontré a un tipo muy abierto, a una persona muy dispuesta a pasarme su conocimiento que por supuesto era muchísimo y creo que aproveché muchísimo. Recuerdo que siempre me decía, de atajar, sabemos todos, pero caminar el arco…
-ADS: Caminar el arco…
-Caminar el área me decía. ¿Qué era, decía yo? Y bueno, era la ubicación dentro del arco, dentro del área chica y dentro del área grande. Y hoy en día eso es más importante. Para el arquero de hoy es mucho más importante. Tener el tiempo para poder manejar su área. Eso decía siempre y no solamente el área chica. Porque antes te decían que “el área chica es del arquero” y ese mito hoy se acabó. Podés manejar toda el área y por arriba a veces tenés que quedar dentro del área chica sin poder salir porque los centros son diferentes, los jugadores son diferentes, pero eso sí, en los penales me enseñó mucho, pero no solamente en los penales, como te decía, en otras cosas también.
-ADS: Esa discusión que no acaba y que no va a acabar nunca al respecto de la manera de atajar penales, ¿la resolviste mentalmente o tenés un verso para responder?
-Yo creo que tenemos un poco de todo. No sé si es un verso, pero sí es una manera. Cada arquero tiene su manera. Muchas veces sicológica, muchas veces técnica y a veces hasta es un desafío casi personal, de miradas incluso, cuando ya le conocés muy bien al delantero que va a patear, o al que va a ejecutar un penal, y él te conoce también y termina siendo un duelo mano a mano bastante interesante. Por eso digo que hay distintos jugadores y a todos hay que mirar. Eso aprendí de Ever, por ejemplo. Lo de buscar la manera que patee hacia donde yo quiera.
-ADS: Vos sos un jugador conocido como un jugador correcto, no sos de esos que por ahí va intimidando verbalmente, pero igual imagino que tenías tus mañas no, cuando ibas a enfrentar a un delantero.
-Y a mí me tocó una etapa en la que se debía estudiar a los penaleros. Un día antes o en la semana ya tenés alguien que te ayude a ver cómo patean sus delanteros o la tendencia que tienen para patear.
-ADS: ¿Eso sirve, esas estadísticas?
-Sirve y sirve mucho. Nosotros teníamos la tendencia de los pateadores. Una vez hicimos la tendencia de nuestros pateadores, de nuestro equipo. Lo hice en Chile y vimos que el 80% de sus chutes se fue para la izquierda. Y vimos también el tiempo, el momento, cómo iba el resultado.
-ADS: ¿Creés que el pateador tiene resuelta ya la cuestión de hacia dónde te va a patear?
-Depende. Hay algunos que sí. Otros que miran y te colocan, o podés imponerle vos hacia dónde querés que te patee. Porque hay veces que mirás al arco y ves que hay arqueros que se paran para un lado. Y le confunde al que va a patear, entonces termina siendo una tendencia que uno logra que el jugador patee. Pero ahora creo que el pateador está mucho más entrenado, profesionalizado por decir, y que estudia o mira al arquero antes de patear.
-ADS: Siguen existiendo querido Justo pocas alternativas nomás a la hora de patear penales, a la izquierda o la derecha… ah también al medio.
-Anteriormente no había tres. Justo estábamos hablando de eso. Anteriormente decíamos que era muy difícil que un pateador se animara a chutar al medio. Hoy cada vez es más habitual y no fuerte. Ahora la tocan, la tiran un poquito arriba, ahora el arquero ya tiene tres lugares para atender.
-ADS: Viniste muy chico a Asunción, tenías 15 años, ¿ya venías para el arco o para cualquier lugar de la cancha?
-No, para el arco (risas), para el arco. Yo nací para el arco. El arquero nace para ese puesto, digo yo. Creo que es difícil que uno tome de opción ser arquero. Porque generalmente uno está viendo que sus compañeros hacen goles, uno sufre que le hagan goles, y bueno, a mí me tocó en gracia, detener penales y festejar eso, y también es algo muy bueno. A pesar de que jugando en cancha tampoco era malo, digamos, pero siempre me gustó el arco.
-ADS: ¿En qué posición jugabas fuera del arco?
-Delantero y defensa central. Pero siempre me emocionaba más ver a un arquero. Cuando miraba un partido de fútbol siempre me fijaba en lo que hacía el arquero, y qué me gustaba y qué no me gustaba de lo que hacía.
-ADS: Para esos tiempos, Justo, ¿querías ser como quién?
-Peter Schmeichel, arquero de Dinamarca, y del Manchester United. Recuerdo que miraba mucho cómo jugaba, a pesar de que no podía ver tantos partidos de él porque en Cerrito (departamento de Ñeembucú) no tenía mucha tele para ver (risas), pero me gustaba mucho su personalidad y acá cuando ya empezaba con mi pasión con el arco, estaba Almeida, el “Gato” Fernández y Chilavert, que ya empezaba a perfilarse a ser lo que fue. Esos eran mis referentes.
-ADS: ¿Cuántos tipos de arqueros creés que existen? ¿Vos tenés una clasificación de arqueros?
-Clasificación en sí no sé, no creo. Sí está el hecho de que algunos tienen ciertas características que otros no tienen. Pero sí hay arqueros para diferentes equipos. Eso sí hay. Por ejemplo, un equipo que sale jugando necesita un arquero que juegue con los pies para servir de apoyo para el desenvolvimiento del equipo. En cambio, un arquero más atajador que sepa más sacar pelotazos para el contragolpe, quizás sirva más para un equipo que quiera jugar a eso. Que se defienda, que tenga un arquero que saque rápido para poder ir de contragolpe. Creo que depende mucho también del sistema del equipo para saber qué tipo de arquero se necesita.
-ADS: ¿En qué año empezaste a jugar?
-En el 96.
-ADS: ¿Cómo analizás los cambios en el fútbol hoy? ¿Qué cambios creés que fueron los más rotundos?
-La lentitud con que se jugaba anteriormente. Antes el equipo que sabía sacarle provecho a esa lentitud ganaba el partido. Antes, por ejemplo, cuando yo empezaba a jugar, el arquero todavía podía agarrar con la mano un pase atrás de su compañero. Imaginate que ibas ganando 1 a 0, el jugador le pasaba al arquero, la agarraba con la mano, le pasaba de vuelta al compañero y así podías hacer pasar tiempo. Pero hoy eso ya no se puede hacer.
-ADS: ¿Pero el fútbol de hoy es más lindo que el de antes?
-Yo creo que es más rápido y ágil, no sé si es más lindo. Quizás era más desorganizado, hoy como que los equipos son más compactos, buscan protegerse bien. Hoy el que hace show es el que tiene la posesión de la pelota y está atacando la pelota.
-ADS: Hace poco decían que es estúpido por ejemplo comparar a Pelé con Messi, porque ni uno ni otro funcionaría como funcionaron en el tiempo del otro, ¿no?
-Yo creo que, en ese sentido, los futbolistas actuales estarían más preparados para jugar en el fútbol antiguo. Porque lo de antes era más lento, más físico, también era de pegar mucho más, a los jugadores habilidosos se les pegaba muchísimo, los árbitros no los cuidaban tanto como ahora, antes una roja era cuando ya…
-ADS: Habría que llevarlo a terapia intensiva al que recibió la falta.
-(risas) Sí, sí, algo así. No hay sangre, decían. Y hoy no, porque también se ha vuelto, creo yo, económicamente mucho más rentable la vida de un jugador de fútbol. Antes el futbolista era alguien que entraba dentro de la cancha, divertía a la gente y el resto era lo que pasaba en ese entorno nada más. Pero hoy día, lo que la industria del fútbol hizo, de algo que sigue siendo un juego, pero la parte económica ha crecido exponencialmente, tal es así que hay jugadores que cuestan millones y millones de dólares, cosa que, para mí, tampoco es… no sé, creo que nos fuimos al extremo.
-ADS: ¿Qué representó para vos la consagración en Paraguay, lo de Argentina, también lo de España, Chile? No hablo meramente en lo futbolístico, sino también en aprendizaje cultural, en lo social.
-Para mí muchísimo, muchísimo realmente. Porque una vez que uno sale del país entiende y aprende más lo que hay afuera. Argentina tiene, digo yo, generalmente decimos que el argentino es más vendedor, y sabe venderse a sí mismo, y venderse mucho más de lo que es muchas veces y nosotros somos más reacios. Y yo creo que en ese sentido son muy buenos en el fútbol, de poder vender sus productos. Y la pasión es desbordante, a pesar de que últimamente ya no se permite la hinchada visitante pero igual la hinchada local siempre está alentando. A mí me tocó estar en Newell’s Old Boys, en Rosario, donde la pasión es mil por mil. O sos de Newell’s o de Central.
-ADS: Es muy fuerte la contra en Rosario, ¿no?
-Es muy fuerte. Una ciudad de tres millones de habitantes, y mitad y mitad. Pero la pasión que existe ahí no lo encontrás en ninguna otra parte, por ahí ya es enfermiza, porque también hay otras cosas que se mezclan y se descontrola todo. En España todo lo contrario. El orden, las cosas en su lugar. Cada quien tiene su función y por eso terminan haciendo como tienen que hacer. Y también la pasión que hay ahí en las gradas no es lo mismo. A mí me impresionó la primera vez que me tocó jugar de local (Real Valladolid), de jugar en una cancha donde no escuchaba el canto de la gente.
ADS: Y venías de la Argentina…
-¡Sí!, que es todo lo contrario. Sobre todo, en Newell’s, donde los hinchas cantan, todos los hinchas cantan, perdiendo, empatando o ganando. Y en España es como ir al teatro. Ir, sentarse, aplaudir en una jugada, callarse de nuevo. El cambio fue grande. Y en Chile me tocó ir a un club muy grande. Colo Colo es muy grande. Más de la mitad de los habitantes de Chile son hinchas de Colo Colo. A dónde vas, siempre hay lleno de colocolinos y la pasión también es muy desbordante. Y creo que también pasa por lo que significa Colo Colo para ellos, ya que representa las raíces no, de su identidad, ya que tiene un indígena en su escudo.
-ADS: Justo ¿qué es para vos hoy día un jugador profesional?
-Uno que se dedica enteramente a ese deporte y que es remunerado por ese trabajo y que además está afederado, digamos por ejemplo nosotros, por el Comité Olímpico Paraguayo. El fútbol es un deporte profesional, pero también es profesional uno mismo cuando comienza a entender los deberes y las obligaciones con esos derechos adquiridos. Creo que ahí empieza todo. Yo me di cuenta que era profesional no cuando cobré mi primer sueldo, cuando ya no estaba estudiando nada porque practicaba, y dije este es mi trabajo, este es mi destino y este es mi trabajo, jugar al fútbol. Yo decía que disfrutaba, hasta que me di cuenta que era realmente un trabajo de verdad.
-ADS: Y en toda esa cadena de representantes, dirigentes, ¿quién le enseña al jugador de fútbol esas reglas?
-Hoy en día creo que hay más personas a quienes acudir para centrarse. Generalmente ahora el que te dice sos profesional, tenés que nutrirte bien, tenés que cuidarte, descansar bien, ya viene desde el club y principalmente el representante. Porque ahora se habla muchas veces de sí, qué no, qué tiene o no tiene que ser. Pero me parece a mí que el representante es alguien importante en el fútbol para poder llevarle bien al futbolista en su profesión. Porque hay cosas que nosotros no podemos hacer. Por ejemplo, yo no puedo administrar mi carrera o lo que yo gano, o lo que yo tengo que hacer para vender mi imagen, yo debo entrenar, enfocarme 100% en esto y hay alguien que tiene que hacer ese trabajo.
-ADS: Si no te compromete citar un solo nombre ¿Quién fue el técnico maestro de tu vida?
-Pienso que fueron varios. A mí me marcó Ever Hugo Almeida, el “Tata” Martino y otros que me fueron dejando cosas. Almeida por la posición y lo que yo era. Él me tomó casi como su pupilo en ese entonces. Porque no era fácil que traspasara a cualquiera sus conocimientos. Y creo que también se vio reflejado un poco en lo que yo hacía o al menos intentaba hacer. Y yo sé que, no sé si peleó, pero me bancó mucho con muchas personas, sobre, por ejemplo, mi estatura, ya que mucha gente decía que no tenía la medida ideal para arquero, pero creo que no se equivocó, porque creo que, hicimos una buena carrera (risas). Él en eso me defendió.
-ADS: Y con tu carrera ya consagrada, ¿qué reflexión te deja el hecho de tu altura y lo que justamente hablamos aquí?
-Que nada es imposible si nos proponemos algo. Yo por ejemplo y teniendo las personas correctas que te puedan ayudar. Hoy día hay mucho eso de sicólogo para ayudar a los jugadores, por ejemplo, para superar lesiones, cuando no sos tenido en cuenta por un DT, o por cualquier cosa que se diga, entonces eso ayuda. En mis tiempos me tuve que afianzar y tomar como un desafío el que me digan que no iba a poder llegar porque era chico.
- ADS: Lo supliste eso con de Almeida, caminar el área…
-Es que teníamos una manera de pensar que el arquero tiene que ser alto para jugar y creo que eso no es tan así. Recuerdo que, en el Mundial del 2002, nos topamos en un ascensor con Fabián Barthez (campeón del mundo con Francia en 1998) y le veo que es más chico y flaco que yo. Entonces digo, ¡este tipo fue campeón del mundo! (risas) pero hay muchos ejemplos, Jorge Campos de México, Higuita de Colombia mismo.
-ADS: ¿Cómo hacés como jugador de fútbol contemporáneo para enfrentarte a esa bestia -y lo digo en forma figurativa, no peyorativa- que son los medios de comunicación, con sus apetencias, de saber sus intimidades?
-Es difícil. Es difícil porque te hace vivir una realidad que no es tal. El jugador de fútbol que llega a tener un equilibro en su vida, tanto familiar como social y en lo que muestra, tiene más tiempo para subsistir dentro del fútbol. Porque esto es una carrera a largo plazo para el futbolista, pero si nos metemos en el ruido del marketing, y comenzar a vender, y hacer publicidad, de salir acá, venir acá, estar por todos lados, se puede complicar. Y vamos a mencionar dos casos que son los mejores del mundo actualmente. Cristiano Ronaldo y Messi. Ronaldo es un tipo que sabe venderse y cómo juega. En el otro lado está Messi, que parece más hermético, introvertido, pero su imagen sola atrae. No sabiendo vender tanto como Cristiano, igual vende. Pero nosotros tenemos que cuidar mucho ese factor porque llegar es fácil, porque te pueden vender e inflarte como un globo un día, pero al otro día, desapareciste. Lo ideal es mantener un equilibrio; ni muy expuesto ni muy encerrado.
-ADS: No todos los chicos que vienen del interior tienen el talento evidentemente, pero vienen a intentar. ¿Qué le dirías a esos chicos que están intentando y que quieren ser como ese que está en la TV los domingos?
-Que no tienen que apurarse. Pienso que los tiempos llegan a cada uno. Les va a tocar y tienen que aprovechar. Esa oportunidad se tiene que aprovechar y estar lo máximo prendido. Y en eso no entra solamente el jugador sino toda la familia. Creo que el error más grande que tenemos hoy en día es que todos los padres cuando ven que un chico medianamente nuevo ya lo colocan como lo mejor, lo comparan y creo que esa no es la manera de llevarlos.
-ADS: ¿Si tuvieras que escoger cinco arqueros –que no sean paraguayos– que admirás en el mundo, a quiénes elegirías?
-Hoy, Jan Oblack (esloveno, arquero de Atlético de Madrid), me parece un arquero muy seguro. Me gusta muchísimo el arquero del Barcelona de España, Marc André Ter Stegen (alemán), por el juego con los pies. En Sudamérica he visto algunos que son buenos, pero me parece que la sobriedad que a mí me gusta o me llama la atención no lo estoy encontrando.
-ADS: Hoy día el fútbol ya no es para el “Loco” Gatti (Hugo, arquero de Boca Juniors de Argentina en los 80), ¿no?
-Yo creo que sí, pero a ver, depende del club. Hoy en día, un Boca Juniors, donde Gatti fue conocido, ¿tendría un arquero como Gatti?
-ADS: Por eso… ahí está.
-Y ahí es donde yo digo que los clubes mismo cambiaron también. Hay que tener mucha personalidad como arquero, todo lo que quieras, pero los clubes te marcan también qué lo que quieren de uno. Porque vos podés ser todo lo histriónico o showman que quieras y en un partido final, por querer llamar la atención de todos, cometés un error que termina costándote el partido. Hoy quizás los arqueros son más cerrados, más acartonados digamos en su trabajo, pero sigue habiendo. Por ejemplo, el “Patón” Guzmán, que fue compañero mío en Colo Colo y ahora está en Tigres de México, no sabés con qué te puede salir (risas), pero es un buen arquero, muy seguro, con mucha personalidad.
-ADS: A nivel de tu historia, ¿tenés un arquero que te parece que es alguien que es como el santo a quien venerarías?
-No, creo que todos tuvimos equivocaciones. Cuando lo conocí al Chila, por ejemplo, me encantaba la personalidad que tenía, lo que transmitía en la cancha.
-ADS: Aprovechando… si tuvieras que elegir cinco arqueros para armar uno solo y tener un súper arquero, ¿a quiénes elegirías y por qué?
-Chilavert, por su personalidad. Almeida, por su ubicación. Siempre bien ubicado. El buen juego de los pies de Oscar Córdoba, la agilidad de Iker Casillas y el juego aéreo de Oscar Ustari.
-ADS: ¿Te tienta ser técnico?
-Estoy siguiendo el curso de entrenador. No es que me apasiona demasiado. Sí me llama la atención la formación de los chicos. Pienso que estamos escasos de formadores y si me toca poder entrenar a los chicos y abrirme a eso, sé que puedo contar con otros compañeros para contar sus experiencias de cómo creció y se formó en el fútbol. A mí me gusta más la formación de arquero o de jugadores dentro de la cancha, no es cuando llega y pulirle nomás. Si ahora me preguntás, yo quiero entrenar a los chicos.
-ADS: ¿Te interesarían otras cosas que no sean el fútbol, por ejemplo, los medios, la política?
-Me llama la atención, pero uno nunca sabe dónde lo va a colocar Dios. Porque mirá que venir de Cerrito acá, hacer lo que hice y gracias a él me fue bien. Yo quiero servir, obviamente si me sirve para yo sentirme útil, sería bueno. Pero no para ser manoseado, todo lo que vivimos con mi familia, mi esposa, mis hijos, no lo puedo hipotecar por cualquier cosa.