POR EDUARDO PALACIOS, fepalacios@tigo.com.py

Las emisoras de radio en las décadas pasadas contaban con programas que se constituyeron en clásicos de sus emisiones y tenían identidad con el medio. 

Por años fueron sumando audiencia con base en la excelencia de sus artistas, locutores y animadores, y comprobados con el soporte de las miles de cartas que los oyentes, de los más diversos puntos del país y de las ciudades argentinas limítrofes, remitían a sus conductores por un reporte de recepción o con expresiones de felicitaciones por la excelencia del programa, en muchos de los casos.

Las cartas de los oyentes a los programas de las emisoras han sido una característica de las décadas pasadas en la relación del medio con su audiencia. Esa sintonía se daba igualmente con otros programas de las diferentes emisoras de la época, a la que se sumaba la presencia de público en el auditorio cuando contaba con la actuación de orquestas y conjuntos. En la actualidad es impensable el nexo radio-audiencia, mediante correspondencias; hoy es totalmente obsoleta esa vía por la aparición de la tecnología digital, que permite una fluida comunicación vía mensaje de textos por las redes sociales.

I.- “MAÑANITAS PARAGUAYAS”

Fue un programa que cosechó éxitos por muchos años. Se inició el 10 de octubre del año 1953, en ZP 7 Radio Guaraní, que transmitía cuando entonces en su local de Independencia Nacional y Primera. El programa lo conducía Rubén Brítez Monin, un popular locutor y animador que le dio vida al programa, contando con Pedro Angelino como operador. Se irradió hasta los años 80, siempre en el mismo medio.

El alcance de las emisiones de la radio le permitía llegar hasta las ciudades del norte de la provincia de Formosa, lindante con nuestro país, donde cosechó audiencia y accedió a la promoción publicitaria de importantes comercios y empresas de la región del norte argentino, hasta que una disposición gubernamental del vecino país prohibió las promociones en los medios paraguayos.

Suceso musical

Cirilo R. Zayas, libretista, poeta, periodista y docente, le dedicó unos versos al recordado programa radial, y Alejandro Villamayor, el insigne arpista nacional, le puso música a “Mañanitas paraguayas”, el título del programa, resultando la página musical todo un suceso, pasando a ser parte del repertorio de los conjuntos nacionales.

El mismo exitoso compositor, en su rol de periodista escribió también una página dedicada al programa que recordamos hoy. Fue en la revista Fa Re Mi, del prestigioso Bernardo Garcete Zaldívar, en una publicación del año 1959, señalando que: “Todo indica que existe interés en mejorar los programas donde la música paraguaya tiene su razón de ser como expresión acabada de la cultura estética de nuestro pueblo”. 

“Si la radiofonía no contribuye a elevar el nivel de nuestra música, superando día a día la posibilidad del artista que pone todo su talento y cariño en las composiciones, no sería nada extraño que la mina de oro –porque así debe denominarse– que existe en nuestro ambiente artístico, se vea empañada por los espesos nubarrones del desaliento. ‘Mañanitas paraguayas’ cumple una misión en pro del artista y el arte nativo en tal aspecto”, señala un párrafo del extenso artículo sobre el programa.

II.- “LA PENSIÓN DE DOÑA LIGA”

La ZP 4 Radio Teleco, en los primeros años de la década del 40, cuando entonces bajo la dirección de Gerardo Halley Mora, muchos años antes de la creación de Emisoras Paraguay, inició con todo suceso la puesta en el aire del programa “La pensión de doña Liga”, una obra radioteatral del género humorístico, con libretos de Néstor Romero Valdovinos.

Sus personajes representaban a los hinchas de clubes de la entonces Liga Paraguaya de Fútbol, quienes vivían en una “pensión”, donde se desarrollaban las escenas radioteatrales, que tras su difusión en el auditorio radial, se representaba en las salas de teatro de los barrios capitalinos. 

Los actores que conformaron el primer elenco eran entre otros: Emigdia Reisofer, César de Brix, Leandro Cacavelos, Antonio Achón, Nelly Prono, Ernesto Báez, Alex Solberg, Aníbal Romero y Carlos Gómez. Años más tarde cuando el programa pasó a Emisoras Paraguay, en la década de los años 50, el elenco estaba constituido por los actores: Carlos Gómez, director del grupo, Matías Ferreira Díaz, Nicasio Altamirano, Graciela Pastor, Sarita Rivas Crovatto, Osvaldo Prono, César Álvarez Blanco, Amado Nery Farina y Juan Carlos Hermosa, con libretos de Mario Halley Mora.

III.- POR LOS AÑOS 60

El periodista y escritor Efraín Martínez, quien hizo radio en los primeros años de su tarea en los medios, tiene un blog dedicado a estos temas de rescate de las vivencias y protagonistas de las décadas pasadas de los medios radiales, y en su particular estilo escribió hace algunos años atrás sobre lo que acontecía en los años 60 en las emisoras capitalinas.

“La década de 1960 fue apasionante en la radiofonía paraguaya. Fueron tiempos de muchos agradables cambios venidos de la mano del rock and roll de Elvis Presley, del radioteatro nocturno de Ricardo Turia y de los programas de boleros de Herma Sosa Montanía. Era la década de la creación de radio Ñandutí y de la vigencia de aquellos respetables noticieros de Radio Paraguay y, como si todo fuera poco, de la creación y puesta al aire de Canal 9, TV Cerro Corá, desde su pequeño estudio del edificio del IPS sobre la calle Pettirossi”.

“Los años 60 me recuerdan los programas en vivo de radio Ñandutí sobre la calle Antequera al 654, de los sábados al anochecer, y de los de Paraguay, los domingos desde las 10:00 y que arrancaba con la presentación de Rafael Rojas Doria y César Álvarez Blanco (Los compadres) para seguir con la presentación en vivo de orquestas asuncenas famosas de la época como los Blue Caps, artistas exclusivos de las grandes fiestas del prestigioso Club Deportivo Sajonia”.

“¡Y los radioteatros!: ¡Qué tiempos de Ricardo Turia y su ‘Drácula’ y de Luis Roberto Volpi y Mabel Saenz con ‘El león de Francia’! El elenco de Carlos Lacentre Júnior no quedaba atrás. Toda la tarde de Radio Comuneros era de los radioteatros. Y el relator infaltable de esos imperdibles capítulos era Silvio Noguera Ayala y el operador, también infaltable, Lucio Ovelar Santacruz. Los radioteatros no tenían competencia, se cortaban solos ya que la televisión apareció recién en 1965 e iniciaba su transmisión a las 17:00”.

Son recuerdos de los años 60 que nos trae la memoria, escritos por sus propios protagonistas, como en este caso el periodista y escritor Efraín Martínez.