• Por Julio de Torres, actor, ilustrador, escritor, músico, sociólogo, investigador, docente 

El pasado miércoles 20 de mayo tuvo lugar la primera charla virtual del ciclo “Poco puede la lluvia con las palabras”, que ya va por su segundo año, organizado por las escritoras Luz Saldívar y Estela Asilvera, e impulsado por el Centro Cultural de España Juan de Salazar. En esta primera charla, el actor, escritor e investigador Julio de Torres se refirió a Concepción Leyes de Chaves. A continuación, una síntesis de la ponencia.

En la avenida Artigas de la ciudad capital, una calle sale entre dos esquinas, la de un hospital y la de una empresa de seguros, y tiene como nombre Concepción Leyes de Chaves. El mismo nombre ostenta la parada de buses, a metros. Cierto día, cuando transitaba por ahí, un primo mío, menor, que viajaba conmigo, me preguntó quién es Concepción Leyes. Tuve el privilegio de responderle. Golpe de suerte o puro mérito de saber quién era ella, muchos ciudadanos conocemos pocos personajes a los que honran nuestras calles.

Ocurre que en la escuela he dado con “Río lunado”, compilación de mitos y leyendas de Paraguay. Mi sorpresa fue mayor cuando en la biblioteca de mi abuela obraba el libro. Segunda edición, argentina, de 1976. Mi primer encuentro con Concepción Leyes fue ese, gracias al cual supe de esa escritora con alta destreza. Una estudiante de letras que participó en el foro virtual no corrió la misma suerte que yo a temprana edad: dijo que no la conocía hasta entonces, en la facultad. Ello da cuenta de la vergonzosa falta de compromiso de nuestras instituciones educativas, culturales y académicas con nuestros autores y nuestras autoras.

“POCO PUEDE LA LLUVIA”

Más allá de centrarnos en la vida de Concepción Leyes y en lo formal de su obra, el ciclo de narradoras enmarcado en el valioso proyecto “Poco puede la lluvia con las palabras” fue el espacio ideal para trascender la mera interpretación de su obra y brindar al público una lectura diferente de sus contenidos. El cuento “Romance de la niña Francia” es la excusa ideal para hablar no solo de un régimen, sino de la condición de ser mujer, vigente hasta hoy.

El cuento no escatima detalles al describir el escenario que circunda al personaje, una muchacha signada por la desgracia de ser hija del supremo dictador, y ejerce una crítica insoslayable al régimen francista. Leído desde la contemporaneidad, haya tenido o no, la autora, intenciones de denunciar una sociedad patriarcal y machista, el “Romance de la niña Francia” es una metáfora de una realidad palpable hoy y que tiene como producto, en muchos casos, episodios de violencia contra la mujer. El análisis contemporáneo de obras clásicas posibilita este tipo de lecturas a obras más recientes que conciben una denuncia. Ya lo hicieron Sófocles, con “Antígona”, y Eurípides, con “Medea”, en el siglo V a.C., donde, sin quererlo, la condición de ser mujer aseguró un destino trágico a sus heroínas. La lectura con un enfoque femenino es hoy ineludible, y que en la década del cincuenta la “leyenda” de la niña Francia sea contada por una autora, ya entonces prestigiosa, es loable. Este cuento fue adaptado al teatro por la escritora paraguaya Gloria Muñoz.

REIVINDICACIÓN DE LA MUJER

Concepción Leyes reivindicó a la mujer con otra narración: Lucía Miranda. La misma también es parte de “Río lunado”. Sintetizando el relato original de Ruy Díaz de Guzmán, “Lucía de Miranda”, nuestra autora evoca el martirio de la española en tierra americana. No pasa desapercibida la intención de visibilizar injusticias contra la mujer, violaciones de sus derechos y subordinaciones ante el patriarcado. Lo hizo más de una vez a lo largo del libro, lo que nos lleva a pensar su obra desde una nueva concepción del feminismo. El feminismo que siempre fue, que desde el vamos, aunque quizás ella no lo haya querido, vertebró la obra literaria.

Leyes también escribió teatro: “Urutaú”. Es la última obra que hace parte de “Río lunado”. Una obra de raigambre clásica, dramática, con un lenguaje mítico –rescata el mito del urutaú– que ocupa un lugar importante en el repertorio dramatúrgico local, hoy escaso.

PEQUEÑA BIOGRAFÍA

Concepción Leyes nació en Caazapá, capital del departamento del mismo nombre, el 26 de abril de 1891. Fue hija del español Francisco Leyes y Benita Espínola. Maestra normal, trabajó primeramente en Ayolas, en el departamento de Misiones. Especializada en arte, narradora, dramaturga, ensayista y periodista, colaboró desde muy joven en diarios de la capital paraguaya y en revistas y publicaciones de países limítrofes.

Fue reconocida como una extraordinaria conferencista, entre 1936 y 1975 dictó más de 30 conferencias sobre temas diversos. La última de ellas en la Academia Paraguaya de la Historia, versó sobre “La mujer en la historia de América” y fue unánimemente elogiada por su profundidad y rigurosa documentación. Su nombre cobró notoriedad nacional cuando, en un concurso convocado por el Ministerio de Educación y Ciencias, sus libros de lectura fueron aprobados para el uso en todas las escuelas de la República. Así, “Amanecer”, “Caminito”, “Nave”, “Alegría”, “Patria mía” y “Cumbre”, libros para el primer al sexto grado de la escuela primaria, fueron los aliados de maestros y niños en el logro de una educación significativa para el país. Obtuvo, a lo largo de su vida, numerosos premios, reconocimientos y galardones, al tiempo de desempeñar importantes cargos.

Entre otros, obtuvo, en su carácter de presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, el reconocimiento de los derechos jurídicos de la mujer en América. Fue incluida entre las cuatro mujeres más destacadas del año en toda América. Fue reconocida con premios y distinciones en toda América, además de presidenta de la Alianza Francesa de Asunción y directora del Anuario de la Academia Paraguaya de la Historia. En 1980 fue asesora emérita de la Comisión Interamericana de Mujeres. Obras suyas fueron publicadas en revistas de los Estados Unidos como Ride With The Sun y United Nation Women’s Guide, y figuran asimismo en la antología hispanoamericana “América habla” (Buenos Aires, 1976) y en la “Historia de la literatura iberoamericana”, publicada en Madrid en 1982. Su casa fue un sitio de encuentro de la intelectualidad paraguaya, dados su carácter afable, su dotes de anfitriona notable, su innata inteligencia, su jovialidad y su apertura.

Casada con Manuel W. Chaves, profesor, periodista y parlamentario, fue madre de seis hijos. Falleció en Asunción en 1985.

Entre sus obras se destacan: “Tava’i” (1942), novela de carácter folclórico; “Río lunado - Mitos y leyendas del Paraguay” (1951); “Madame Lynch” (1957), biografía novelada de la compañera del mariscal Francisco Solano López, héroe paraguayo muerto en 1870; “Hechizos de guarania” y “Romance de la niña Francia”, ambas obras adaptadas a ballets.

Concepción Leyes de Chaves.

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