La radio y sus protagonistas, personajes que en una época no muy reciente han sido el centro de la atracción y han monopolizado la audiencia de sus medios.

Estas historias, posible­mente, no tendrán el rigor cronológico que la ciencia establece como un protocolo que da continui­dad a los hechos históricos, pero tienen el respaldo del valor testimonial de algu­nos protagonistas, y en otros casos, de las publicaciones de revistas, diarios, semanarios y otros materiales gráficos de un tiempo pasado, obte­nidas y recolectadas desde hace tiempo, en esta tarea realizada con el solo afán de sacar a la luz una parte de la historia misma de nuestro país, encerrada en el gran mundo de la radio.

Por las diferentes emisoras del país han pasado nume­rosas figuras de hombres y mujeres que han dejado muestras de su talento profe­sional, su testimonio de ser­vicio en favor de la comuni­dad o su dones personales, como hechos relevantes que en su momento los consa­graran como profesionales destacados en ese tiempo, y que hoy en estas páginas de la historia radiofónica trata­mos que no se pierdan o cai­gan en el olvido.

Juan Darío Ortiz, en entrevista radial al poeta pilarense Carlos Miguel Jiménez.

“LULÚ” ORTIZ

Hoy recordamos a un per­sonaje muy querido en el ámbito de la radiofonía nacional y del periodismo todo, como fue Juan Darío Ortiz Juvinel, conocido como “Lulú” Ortiz, cuyo quinto aniversario de des­aparición física se recordó el pasado 16 de abril. Había nacido el 24 de noviembre de 1938. Estaba casado con Herminia Ruffinelli, con quien tuvo dos hijos. Años antes había formado pareja en Pilar con Ramona Bot­tino, fruto de cuya relación nació Carlos Darío. Asi­mismo, tiene otra hija, de nombre Lydia Ortiz.

Locutor, animador de fies­tas, maestro de ceremo­nias, en algún momento fue actor de radioteatro; en fin, múltiples facetas de un hombre sencillo y culto, que dedicó toda su vida a la radio, recibiendo homena­jes y recordatorios de los medios donde se desempeñó y de instituciones sociales y organizaciones artísticas.

Un conocedor de nuestra figura de hoy, quien al igual que Ortiz también tra­bajó como locutor en Radio Comuneros, por los años ’70, el hoy escritor y periodista, Efraín Martínez Cuevas, al referirse a “Lulú” señaló que “Ortiz transmutaba los suce­sos y las fortalezas y agonías intermitentes de la ciudad, de la capital del Alto Paraná”.

KARAI GUASU

Señaló también que “Juan Darío ‘Lulú’ Ortíz no dejó testimonios por escrito, sino en cintas magnetofóni­cas que algún familiar debe tenerlas de recuerdo. ‘Lulú’, quien en el 2015 falleció a los 75 años de edad, también sabía crear opinión pública desde la aguda como diver­tida manera personal de ver las cosas”, expresó.

“Su voz fue la pluma y la tinta con que escribió en el aire sus experiencias de locutor sabio. Con el tiempo el Este lo tuvo como a un hijo. Los esteños sabían cuán señor fue. Señor en la exuberan­cia de su verbo radial, como amigo, señor como esteño. Un karai guasu del micró­fono”, tal como lo describiera Efraín Martínez.

“Su voz estará pegada en el obrero que antes del ama­necer ya ocupa su puesto en las calles del microcentro, en el recuerdo de los mesite­ros, taxistas y mototaxistas, de los colectiveros y de los vecinos pioneros. Su inmor­tal y etérea figura estará en las transmisiones radiales callejeras, en las cobertu­ras periodísticas en las ofi­cinas públicas, en la conduc­ción de algún acto cultural, deportivo o político, siem­pre como el locutor que fue, siempre como el servidor de la ciudad que lo admiró y que hoy, tras años de ausencia, lo extraña”, escribió el perio­dista y escritor, Efraín Mar­tínez, quien viviera por algu­nos años en Ciudad del Este, donde tuvo ocasión de vol­ver a compartir con “Lulú” Ortiz, residente en esa ciu­dad desde mediados de la década de los años ’70 hasta su fallecimiento.

En radio Itapirú de Ciudad del Este, mediados de los años ’90, conduciendo el programa “El trencito de la felicidad”.

UNA ANÉCDOTA

Por su parte, Kike Krona, con quien mantuvo amis­tad desde los años ’60, contó una experiencia que vivió y en la que valoró el apoyo de “Lulu” Ortiz, tras un lamen­table accidente automovilís­tico que tuviera como víc­tima al artista y el grupo Los Jokers, luego de una actua­ción en Ciudad del Este, retornando a Asunción.

Todos los integrantes de la orquesta fueron internados en los hospitales de Ciudad de Este: “Yo estuve en coma dos días y al despertarme al pri­mero que vi fue a ‘Lulú’ Ortiz. Él nos atendió de lo mejor, nos puso en contacto con nues­tros familiares, se preocupó por medicamentos hasta el día que vinimos a Asunción”, señaló Kike, poniendo de resalto la gran vocación de servicio que animaba a “Lulú” Ortiz, “a quien lo recordaré siempre por el gesto que tuvo con nosotros”, dijo.

VARIOS MEDIOS

Otro ex compañero suyo en la radio, Sigisfredo Vázquez Chamorro, señala que “‘Lulú’ estuvo en ZP12 radio Carlos Antonio López de Pilar desde 1964; fue célebre su programa ‘¡Ñe’embucuuu en el aire!’ Desde 1968, en ZP13 radio Boquerón de Alberdi; 1972, en ZP26 radio Itapirú, en Itapirú, confluencia Paraguay-Pa­raná; 1975, radio Itapirú AM de Ciudad Pdte. Stroessner; 1978, radio Itapirú FM de la misma ciudad”.

A principios de la década de los años ’70 estuvo igual­mente en radio Ñandutí. Asimismo, fue locutor de radio Stentor, Teleco y radio Comuneros, antes de ser convocado por Miguel Ángel Rodríguez para trabajar bajo su dirección en radio Carlos A. López, de Pilar, en donde con otras voces privilegiadas como “Toti” Brizuela, Sarita Rodríguez, Héctor Bottino, Roberto Simbrón y los locu­tores pilarenses Ilfo Riveros Brest y Celiano Salcedo, entre otros, realizaron atractivos programas y prestaron una importante colaboración a la comunidad pilarense.

EN ALTO PARANÁ

Benjamín Esquivel, locutor y periodista de larga trayec­toria en el Alto Paraná, en el portal informativo “Últi­mas Noticias de CDE”, el día del fallecimiento de “Lulú” Ortiz escribió sobre su tra­yectoria señalando que “su historia de locutor comenzó mucho antes de que el des­tino lo trajera a la Triple Frontera, con la forzada mudanza de radio Itapirú. Fue la emisora que debió desmontar antenas y emba­lar equipos para dejar la isla del mismo nombre en la con­fluencia de los ríos Paraná y Paraguay a mediados de la década de los años ’70 del siglo pasado”.

En la reseña escrita del periodista altoparanaense sobre nuestro personaje de hoy expresó: “Pero fue en el Alto Paraná donde su figura alcanzaría su esplendor, no solamente por los años pasa­dos aquí, sino por su enorme carisma como hombre de bien. Desde su ‘Trencito de la felicidad’, y con el ‘Chucu Chucu de la siesta del Alto Paraná’, contagió sus ale­grías y sus travesuras a un país entero”, refiriéndose a los programas creados en radio Itapirú de CDE.­

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