- Por Marycruz Najle, marycruz.najle@gruponacion.com.py
- Entrevistas: María Paz Vaesken
- FOTOS: ARCHIVO –AFP
El presidente de la República ha decidido, decreto mediante, prolongar la cuarentena hasta el 26 de abril. Afirman que llegaremos tal vez hasta el 10 de mayo. Pero, más allá de lo inmediato, nos interesa saber cómo viviremos después de esta primera fase y para ello iniciamos una serie de consultas con especialistas de distintos rubros. Comenzamos con Salud y Educación, dos rubros claves que nos afectan a todos.
En estos días abundan las noticias sobre el enorme cambio que significa la COVID-19 en la vida de todos en todo el mundo. Los sistemas de salud y el cuidado de la misma tienen otras urgencias; además, la educación está en un momento de crisis sin precedentes y debe adoptar nuevas formas que no están, aparentemente, al alcance de todos.
Iniciamos con estos dos temas fundamentales, salud y educación, esta serie de notas sobre cómo viviremos “cuando pase la pandemia” o, para ser más exactos, en los meses y años que sigan a lo más estricto de la cuarentena. Para ir aprendiendo y formulando respuestas posibles, este domingo les damos voz y espacio a especialistas en salud como los doctores Tomás Mateo Balmelli, infectólogo y pediatra de larga trayectoria y experiencia en el campo, y Antonio Arbo, infectólogo y ex ministro de Salud, para que nos hablen desde sus conocimientos y experiencias sobre el mañana o los días que vendrán cuando termine la etapa de la cuarentena más estricta que el Gobierno acaba de prorrogar hasta el 26 de abril.
También fuimos con la misma inquietud a consultar con el especialista en temas de educación y director del CEI, Luis Fernando “Pai” Ramírez, quien nos dice lo que piensa sobre el futuro de la educación y el deseo de tantos de “volver a la normalidad”. Él se pregunta ¿de qué normalidad estamos hablando? Y plantea una tesis sobre la necesidad de aprender de este tiempo tan especial a ser nosotros los que reformulemos nuestra forma de ser y hacer ante el desafío de formar a las nuevas generaciones.
“QUÉ PASARÁ MAÑANA”
Es la primera entrega de esta serie de notas sobre lo que podríamos llamar “noticias del futuro cercano”, en la que iremos buscando respuestas a lo que pasará cuando termine la fase crítica de la pandemia y debamos asumir la tarea de recomenzar nuestras vidas cotidianas.
La semana próxima estaremos en contacto con expertos en economía que nos ayudarán a entender cómo “renacer de las cenizas” de una de las áreas más castigadas por la pandemia: la economía, el empleo, las pequeñas y medianas empresas. También abordaremos lo que ha producido esta situación especial en el siempre crítico mundo de la política. Por ahora, va esta primera parte sobre dos prioridades absolutas en este momento y siempre: salud y educación.
Por su parte, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, quien encabeza el equipo de lucha contra la COVID-19, afirmó hace pocas horas que la tarea de ellos será ir evaluando qué manera será la más adecuada para ir saliendo de la cuarentena estricta evitando, como hasta ahora, el colapso de los servicios de salud.
Mazzoleni anunció el viernes que se flexibilizarán las restricciones en las próximas semanas, pero dejó en claro que se puede “retroceder” en caso de ser necesario. La recomendación es no iniciar las clases antes del 1 de setiembre.
El ministro expresó que: “El grado de restricción actual es el apropiado. Las próximas semanas vamos a dar un paso adelante, pero vamos a retroceder si es necesario. Antes del 1 de setiembre no vamos a recomendar que se reanuden las clases en el ámbito educativo”, ya que en setiembre suele terminar el ciclo de enfermedades estacionales, pero no existe nada definitivo por ahora. Mazzoleni fue claro al expresar que lo ideal es intentar una flexibilización gradual de la cuarentena, pero se debe determinar qué grupo de personas podría salir, qué sector económico estaría exceptuado reuniendo todos los requisitos como el distanciamiento, así como las medidas de higiene.
“Seguimos recibiendo equipos e insumos médicos, seguimos fortaleciendo el sistema de salud. Tenemos que definir qué sector económico puede salir, qué sectores pueden cumplir estrictamente con las recomendaciones”, agregó el ministro.
“LAS CUARENTENAS VAN A SEGUIR, PERO DE FORMA DIFERENTE”
Por el doctor Mateo Balmelli, infectólogo y pediatra.
“Tengo una visión de cuarentena a muy largo plazo. Las cuarentenas van a seguir por larguísimo tiempo, probablemente hasta fin de año. Las cuarentenas se presentarán de características diferentes, como totales y luego las más flexibles, parciales o seleccionadas. Dentro de la cuarentena existe el protocolo de distanciamiento social, evitar la aglomeración de personas, de esta forma se evita la alta transmisión del virus en la cadena epidemiológica humana, por lo tanto es probable que se tenga un año en el que vivamos con diferentes tipos de cuarentena, algunas más estrictas como la que se vive actualmente y otras un poco más flexibles que no dejan de ser cuarentena. Luego, de a poco, cuando se vea una curva de casos aplanada, que evitemos un crecimiento exponencial de infectados que sobrepasen la respuesta sanitaria, vamos a ir flexibilizando ciertas áreas, regiones del país, ciertas actividades económicas como las agropecuarias y actividades que se realicen al aire libre donde se evite la aglomeración de gente. Poco a poco vamos a ir viendo cómo se comporta desde el punto de vista científico el crecimiento de los individuos infectados y así nosotros vamos a ir tomando o planificando a corto, mediano y largo plazo cómo va a ser este año, que será un año muy diferente a todos los años que pasamos y a todos los años que vendrán”.
En una entrevista radial a la 1020 el pasado viernes, Balmelli remarcó que se deben completar las 6 a 8 semanas de cuarentena para que esa curva o pico de infección no tenga un crecimiento exponencial para que el sistema sanitario no se vea abrumado. El lunes 27 de abril se cumplen las 7 semanas.
Puso como ejemplo de medidas de salida de la cuarentena estricta lo siguiente: “Un sector trabaja 7 días, otros 7 días descansa. Que se aplique a supermercadistas, policías, militares. Todas aquellas personas que están en contacto con la gente. Las farmacias, despachadores de farmacias. Esto hace que no se esté de forma continua con múltiples individuos que de forma asintomática puedan ser portadores del virus”, expresó.
El especialista afirmó que en el mes de mayo obligatoriamente se deberá pasar a otro tipo de cuarentena. “Pero su éxito dependerá de una política sanitaria y educacional para este año y parte del que viene, así como evitar la aglomeración de gente”.
“RECIÉN ESTAMOS EN LA ETAPA INICIAL”
Por el doctor Antonio Arbo.
Según el reconocido especialista, infectólogo y ex ministro de Salud, lo que debemos esperar en el presente y futuro inmediato es que entre el 40 y el 60% de la población paraguaya se infecte con la COVID-19. En cuanto a un estimativo de la expansión y el avance territorial en el país, estima que en la actualidad se está haciendo todo lo posible para que el sistema de salud no colapse, pero será inevitable que a medida que pase el tiempo más personas estarán infectadas y por ello es muy buena estrategia hacer más lento ese proceso, lo que está dando buen resultado. “Lo que se está buscando ahora a nivel país es que el contagio no ocurra de forma simultánea y colapse el sistema de salud”, respondió Arbo a una entrevista realizada por Universo 970 sobre cómo transcurrirán los días hasta que se logre una vacuna efectiva contra la enfermedad.
Más allá de dicha perspectiva, indicó que habrá aspectos que todavía no se pueden saber, sobre todo cómo se va a mantener la situación en otros países como Italia, España, Estados Unidos o Ecuador, pero manifestó que no se debe pensar que en el transcurso del tiempo va a disminuir y que, al contrario, habrá más casos porque todavía se enfrenta la fase inicial y que la etapa más latente puede ser en mayo o junio, que será paralela a la vez a las medidas de distensión que aplique el Gobierno.
En dicho contexto, señaló que el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, y su equipo hicieron bien el trabajo y actuaron de forma adecuada frente a la emergencia sanitaria, aplicando bien el estado de cuarentena, pero que está reprobado en la administración de las adquisiciones de los equipamientos e insumos.
En cuanto a la aparición de una vacuna efectiva, dijo que teniendo en cuenta las investigaciones que se realizan para el hallazgo de una vacuna contra la COVID-19, señaló que para llegar a la génesis de una dosis se atraviesa por varios procesos dentro de una emergencia sanitaria como la actual, tal como ocurrió con la epidemia del ébola, por lo que considera que se podría llegar a una vacuna contra la COVID-19 recién para el segundo semestre del 2021.
Arbo insistió en que si se piensa que ya está todo hecho, está mal. Porque recién el país atraviesa la etapa inicial y que el pico más alto sería en unos 2 a 3 meses. Es por eso que las medidas que se tomen serán más que importantes para marcar el curso de la pandemia y que la mejor estrategia sería que tales medidas puedan disminuir el número de infectados, insistió.
“LA NUEVA ‘NORMALIDAD’ LA CONSTRUIREMOS ENTRE TODOS”
Por Luis Fernando Ramírez, director del CEI.
Escucho decir a muchas personas en estos días frases como “cuando todo vuela a la normalidad”. Y me pregunto ¿a qué se refieren? ¿Qué es normal? ¿Qué fue normal?
Mi primera conclusión es que la nueva “normalidad” la construiremos entre todos.
La COVID-19 se mantendrá con nosotros, no creo que haya un después, sino un continuo. Es decir que tenemos que aprender a vivir un nuevo tiempo que nos exige un ser y estar, un convivir diferente.
La educación debe contribuir con la formación de los seres humanos para este nuevo mundo. La educación tiene la oportunidad de crecer, tenemos la oportunidad magnifica de instalar un modelo que enseñe a pensar, que desarrolle las habilidades para salir del analfabetismo.
La educación de la nueva normalidad debe confiar en la persona, en lo valioso que todo humano tiene, concentrándose en el derecho a la autodeterminación, en el potencial de inteligencia y de realización personal del ser humano y en la importancia de la responsabilidad cívica y del respeto a los demás y el mundo.
Las tecnologías digitales están cambiando nuestra forma de ser y estar, de trabajar, de jugar, de pensar, de sentir y de relacionarnos. Esta revolución apenas está empezando. Los sistemas educativos tradicionales se crearon para otro mundo, uno que ya no existe, que quedó sepultado después de esta pandemia.
A mi modo de ver, la finalidad de la educación en la nueva normalidad es capacitar a los alumnos para que comprendan el mundo que les rodea, sus vidas y la de los otros con los que convive, a fin objeto de que puedan realizarse como individuos y convertirse en ciudadanos activos y compasivos.
La necesidad de un cambio radical en nuestra forma de pensar, de vivir y de relacionarnos difícilmente podría ser más urgente.
Un futuro tan incierto nos propone ir en otra dirección y no insistir en mejorar un modelo que ya no responde a la vida. Tenemos que animarnos a recorrer caminos nuevos para resultados nuevos, por lo tanto no ayuda reparar o perfeccionar el sistema, necesitamos cambiarlo.
Aunque el sistema educativo actual es un problema que afecta al ámbito mundial, el proceso del cambio debe iniciarse en las distintas comunidades, en el aula. Entender esto es la clave para poder llevar a cabo la transformación educativa.
En la educación de la “nueva normalidad”, los temas centrales son interdisciplinarios, trabajando por competencias para el aprendizaje, la creatividad e innovación, pensamiento crítico y resolución de problemas, la comunicación y colaboración.
Competencias como la flexibilidad y la adaptabilidad, es decir, estar preparados para el cambio, son urgentes.
Los jóvenes de la nueva normalidad tienen que ser responsables, con capacidad de liderar y desarrollar competencias sociales que le permitan estar en diferentes culturas.
Es central que la educación enfatice el desarrollo de la humanidad.