El matrimonio alemán Thomas & Sabine Vinke cuenta que, gracias al programa, que se emite por Unicanal, cazadores furtivos dejaron sus armas por las cámaras.

Hace 22 años, el matri­monio alemán Tho­mas & Sabine Vinke se enamoró de la biodiver­sidad del Chaco paraguayo. Pasarían solo seis años desde su primer viaje para que con­cretaran la mudanza a Fila­delfia (a unos 470 kilómetros de Asunción); y otros siete años para debutar en la tele­visión nacional con “Para­guay Salvaje”, que comenzó con apenas una cámara.

Desde el 5 de enero de este año, el programa número uno sobre la naturaleza chaqueña arrancó su novena temporada por Unicanal, que se emite los domingos a la s 11:30 y los sába­dos a las 14:30. Los Vinke rela­tan la evolución tecnológica a cámaras con calidad de cine y drones; pero que aún implica pacientes y respetuosas gra­baciones de animales; así como el impacto positivo que viene aportando su labor educativa desde el corazón del Chaco.

–¿Qué pueden comentar sobre lo que se viene en “Paraguay Salvaje” para el 2020?

–En la temporada actual les vamos a mostrar una buena combinación de temas. Unos capítulos dedicamos la mejor información de una sola especie, su hábitat y su comportamiento, como por ejemplo, el mamífero más grande del Paraguay, el mborevi o tapir, o el yacaré hû. También enfocamos temas ambientales en donde explica­mos la coherencia entre diferen­tes factores, como, por ejemplo, la importancia de reservas natu­rales y la función de corredores biológicos. Y, claro, como nues­tro público lo conoce, lo haremos con hermosas imágenes del pai­saje, tomas más cerca de los ani­males, y con textos de alto nivel y actualidad, pero en un lenguaje para todos.

Elizabeth Ramos, Sabine Vinke y Thomas.

–¿Cómo y cuándo surgió la idea para hacer este pro­grama de televisión?

–Ya en el 2009 surgió la idea de hacer algún programa sobre la naturaleza paraguaya con el objetivo de mostrarla a un público amplio para que la valo­ricen y conserven. Al final en el 2010 empezamos con la pro­ducción de la primera tempo­rada que salió en las pantallas a partir de enero del 2011.

–¿Cómo fue para que se ins­talaran en Paraguay?

–Somos de Alemania, más con­creto de una pequeña ciudad en Renania, en el oeste del país. En Alemania poseíamos un edito­rial que se dedicaba a libros y jornales científicos y de divul­gación. Nuestro primer viaje a Paraguay fue en el año 1998 y nos enamoramos a primera vista. Pronto decidimos que un día no tan lejano queremos vivir en este país y empeza­mos a organizar la mudanza. Volvíamos varias veces y cada viaje reafirmó nuestra deci­sión, hasta que al final logramos realizar la mudanza en mayo del 2004. Elegíamos el Chaco como nuevo domicilio debido a la naturaleza que brinda y, en particular, Filadelfia por la buena infraestructura.

Cachorro zorrito en el Chaco.

–¿Siempre vivieron en Filadelfia?

–Nos sentimos en casa en Filadelfia y todavía vivimos en nuestro primer domici­lio acá, pero usamos tam­bién otra vivienda, ubicada en Campo Loa en particular como base para la grabación en el Chaco Seco.

111 EPISODIOS

–¿Cuántas temporadas y episodios lleva el programa?

–Ya empezamos la novena temporada y contamos con 111 episodios que salieron en Red Guaraní, LaTele, RPC y Trece, y ahora estamos en Unicanal. “Paraguay Salvaje” es mundialmente el único programa documental sobre la naturaleza que exclusiva­mente trabaja con mujeres, lo que vemos como valoración de las guapas mujeres paragua­yas. Todas son profesionales, es decir, biólogas o ingenieras ambientales. Es muy variado cuánto tiempo quedan, o cuan­tos episodios hemos producido, ya que para nosotros es muy importante apoyar la carrera de ellas. Por ejemplo, facilita­mos contactos para estudios en el exterior y/o universida­des para hacer una maestría. Así, entre ellas con quienes pro­ducíamos una buena cantidad de episodios hay que mencio­nar nuestra primera modera­dora, la bióloga Dulcy Vázquez, y las biólogas Gretta Schaerer y Fátima Ortiz, la última ya salió de “Paraguay Salvaje” para hacer su maestría, pero con­tamos con varios episodios que todavía no hemos mostrado. La moderadora actual es la inge­niera ambiental Elizabeth Ramos que, por su formación, entrega nuevos e interesantes aspectos al programa.

–¿Cuántos y cuáles docu­mentales han realizado?

–Aparte de los episodios del programa televisivo, hasta el día producimos 4 documen­tales entre 45 y 70 minutos de duración; de los cuales el primero, conducido de Dulcy Vázquez y Gretta Schaerer, mostraba diferentes ecosis­temas del Chaco y fue estre­nado en diciembre del 2013 en la Manzana de la Rivera. Los siguientes se estrena­ron en el Centro Cultural de España “Juan de Sala­zar” y son: “Sobrevolando las Lagunas Saladas” (2016, con Fátima Ortiz), “El fasci­nante Río Paraguay” (2018, con Elizabeth Ramos) y “El Chaco Salvaje” (2019, con Eli­zabeth Ramos). Otro impor­tante miembro del equipo es Sumahia Azize de Schmidt, la inconfundible voz narradora del programa que se juntaba como locutora desde la cuarta temporada.

Iguana verde o teju león en el Pantanal paraguayo.

–¿El programa se concentra en el Chaco paraguayo?

–La mayoría de los progra­mas hacemos en el Chaco, no obstante tenemos unos programas elaborados en la Región Oriental, pero la producción nos resulta bastante difícil. La Región Oriental cuenta con her­mosos paisajes, como se suelen mostrar en los programas enfocados al turismo, pero la grabación de animales es casi imposi­ble, en particular debido a la cacería ilícita que causa una enorme timidez de los animales silvestres.

–¿El programa ha tenido repercusión internacio­nal? ¿Cómo les ha afectado la aparición de las redes sociales?

–Si bien enfocamos en Para­guay, el programa también es conocido en otros países. En el 2019, por ejemplo, recibimos a un visitante de Madagascar que pidió información sobre cómo trabajamos y cómo se puede instalar un programa parecido allá para impulsar la educación ambiental y la conservación en aquel Estado insular. Las redes sociales son un medio perfecto para llegar a una amplia variedad de perso­nas. El Facebook de “Paraguay Salvaje” (@paraguay.salvaje) cuenta con más de 300.000 seguidores, y estamos pre­sentes también en Instagram y Twitter. Estamos muy con­tentos de que nuestros seguido­res sean muy activos, es decir, ponen “me gusta”, escriben sus preguntas o dudas, y deba­ten entre ellos sobre todos los temas de la naturaleza.

jurumi.

CÁMARAS 4K

–¿Cómo ha sido la evolución del tipo de cámara y la tecno­logía que tenían en el primer episodio de todos, y los nue­vos episodios?

–En los diez años pasados hemos cambiado muchísimo el equipo. Los primeros episo­dios fueron desarrollados con una sola, y luego dos cámaras análogas, es decir, con bandas magnéticas. Ahora trabaja­mos con seis diferentes cáma­ras, de las cuales 2 poseen la capacidad de grabar con HD y las otras con 4K, que significa una calidad 4 veces más alta en comparación de HD. Entre ellas se encuentran 2 drones, para tomas desde la altura, una cámara fotográfica Nikon para tomas de la distancia, 2 cáma­ras de acción y una cámara pro­fesional de Sony.

–¿Qué tipo de situaciones de peligro han tenido durante el rodaje?

–Realmente evitamos llegar a situaciones de peligro. Nos acercamos a los animales con mucho respeto, sin amenazar­les. Por ejemplo, les dejamos siempre la posibilidad y el espa­cio para escapar, y en caso de las serpientes, no tocamos ser­pientes venenosas. Claro que en el Chaco no siempre todo sale como lo planeado –quien nunca excavó su coche durante varias horas, no conoce el Chaco–, pero se puede minimizar el riesgo viajando con buenas herramientas, suficiente agua y alimentos.

–¿Cómo es una grabación de “Paraguay Salvaje”?

–Es muy diferente el tiempo que necesitamos. Por ejemplo, usamos para aves y mamíferos una carpa de camuflaje, a veces lleva un buen tiempo hasta que los animales vuelven y la acep­tan, incluso que la instalamos para unos días para acostum­brar los animales a la presen­cia de la carpa. Otro tema es la grabación de reptiles y anfibios, hay que saber mucho sobre su comportamiento y si hay las condiciones climáticas adecua­das, salimos para buscarles. En otras ocasiones, un animal o una manada pasan nuestro camino y logramos grabar. Un día, Tho­mas grabó a unos tajy katî sobre un pequeño sendero en el bosque seco, una situación donde nor­malmente no se espera la apa­rición de mamíferos debido al inevitable ruido que causa esta actividad. Luego de la grabación, Fátima salió y unos metros atrás de ella, en el medio del camino, estaba sentado un puma, curio­samente observando las excep­cionales actividades.

CAMBIO CLIMÁTICO

–El programa también ha asumido compromisos ecoló­gicos, como la defensa de un cerro emblemático, ¿cómo perciben las situaciones de deforestación, o de los gran­des incendios que ocurrieron en el 2019?

–El polémico debate sobre la explotación del Cerro León, el corazón del parque nacional más grande del país, el Defen­sores del Chaco, terminó con una corrección de la ley que ahora contiene su protección contra toda forma de explota­ción, incluso la investigación, si no tiene como único objetivo la mejor protección del lugar o su flora y fauna. Lamentable­mente el segundo logro, la intimación del Senado al entonces gobierno que se proponga el Cerro León como Patrimonio Mundial de la Unesco queda hasta el día sin acciones.

No hay que mencionar que los incendios causaron una catás­trofe ambiental sin igual. Como vemos ahora en Australia y África, incluso en las zonas más templadas, como por ejemplo en Alemania, el cambio climático con la frecuencia más alta de tiempos extremos hace estos sucesos cada vez más proba­bles. Será importante quitar las costumbres de hacer fuego sobre chacras y pasturas, o para la deforestación. Para este objetivo se necesita una combinación de concienciar y multar.

Tujuju cuartelero con pichones.

–¿En la actualidad se dedican exclusivamente al pro­grama?

–La producción de “Paraguay Salvaje” es nuestra actividad que necesita la más grande porción de nuestro tiempo, pero también seguimos con varias otras actividades y proyectos, como investigaciones y publicaciones científicas, dictámenes para diferentes autoridades internacionales, y como nom­brados miembros de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) analizamos diferentes espe­cies para la Lista Roja de Especies Amenazadas.

–¿Qué les motiva a seguir adelante otro año con “Para­guay Salvaje”?

–Es impresionante cómo, incluso luego de diez años, todavía estamos creciendo. Nuestra pasión es la educación ambien­tal positiva y vemos resultados enormes. Cuando llegamos a Paraguay, la conservación de la naturaleza era un debate entre extremistas en los dos lados, y el interés del pueblo para­guayo era marginal. Ahora existe mucho más conocimiento y se entiende que necesitamos los dos lados, una producción con desarrollo y una naturaleza intacta que brinda sus servi­cios ambientales.

Ahora, por ejemplo, nos llaman ganaderos y piden información cómo se puede proteger su ganado sin perseguir a los animales silvestres, como serpientes y felinos. Los estancieros entienden su reserva natural como enrique­cimiento de su ambiente que observan en su tiempo libre y no más como un área improductiva. Cazadores de entonces nos informan que dejaron sus armas y ahora andan con cámaras. Todavía queda mucho para mejorar, pero vemos el cambio positivo en este hermoso país que nos brinda una nueva patria.

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