- Por Juan Pablo Zaracho, @laespadasagrada
La Fórmula 1 iniciará uno de sus planes más ambiciosos para la categoría, pero gran parte del trabajo no tendrá relación con los autos ni las carreras en sí. La categoría busca disminuir la contaminación que produce mover toda su estructura de competencia en competencia, buscando adaptarse a una nueva realidad a nivel ambiental.
Fanáticos de la Fórmula 1 en Melbourne, Australia, salían descontentos tras culminar la primera carrera del año en el 2014. No estaban molestos por el resultado ni la competencia en sí; sentían que uno de los principales componentes de la categoría había sido eliminado: el ruido. Esto se debía a un cambio de motor, de un V8 a un V6 más pequeño e híbrido. Era uno de los pasos que llevaron a una nueva dirección para uno de los deportes más contaminantes del mundo: el de disminuir su emisión de dióxido de carbono, un plan que fue develado este mes y que busca bajar estas emisiones a cero para el 2030.
UN PLAN AMBICIOSO
Este proceso de buscar disminuir los gases contaminantes producidos por la categoría ya lleva varios años. El cambio más radical en este sentido fue el nuevo motor introducido en el 2014, que además del motor a combustión, sumaba una unidad eléctrica que agregaba 200 caballos de fuerza, obteniendo esa energía a través del calor y los gases producidos por el motor y los frenos.
Esta nueva regulación buscaba atraer a marcas que querían publicitar sus autos híbridos y también tener un menor impacto ambiental. El presidente de la FIA, Jean Todt, dijo que “tenían que tomar en cuenta el medio ambiente” en sus diseños de la categoría. La consecuencia para estos motores, tanto por la reducción en tamaño como por el uso de los gases liberados a través del caño de escape para el motor híbrido, fue una gran reducción del ruido.
La reducción de ruido hizo reaccionar a varios puristas del deporte, quienes podían ir a las carreras sin tapones para los oídos y comparaban a los autos con un carrito de golf. Llegó al punto que Ron Walker, promotor de la carrera en Australia, dijo que semejante cambio representaba una violación al contrato firmado por la categoría. Para muchos, el sonido ensordecedor era una parte clave de la experiencia de carrera, y que así se perdía la sensación de velocidad y vértigo de los autos.
A pesar de las quejas, los equipos continuaron usando estos motores, manteniendo una constante evolución. Hoy son los motores más eficientes del mundo del automovilismo. A diferencia de un auto común, que tiene un rendimiento térmico (la energía producida en comparación a la energía suministrada) de menos de 30%, un motor de Fórmula 1 hoy tiene un rendimiento térmico de 50%, aprovechando mejor la energía y avanzando la tecnología para que eventualmente sea implementada a nivel industrial.
LA CONTAMINACIÓN EXTERNA
El problema de la Fórmula 1 es que, a pesar de estos avances en los motores, los autos solamente generan 0,7% de todas las emisiones de carbono de la categoría. Los constantes viajes, traslados de enormes cantidades de autos, partes, cubiertas, además de un ejército de mecánicos, preparadores, asistentes, hacen que sea la competencia que genera mayor cantidad de dióxido de carbono en el mundo.
Para la temporada 2019, la categoría producirá 250 mil toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a consumir 100 millones de litros de combustible. El 92% de estas emisiones ni siquiera se dan en las carreras, siendo el 70% por causa de logística y transporte. La cantidad de viajes en avión, autos, camiones y buses es enorme y significa que cualquier reducción a nivel carrera no ayuda si no se cambian estos procesos.
Por esta razón, a mediados de noviembre, la Fórmula 1 anunció que implementaría su primer proyecto de sustentabilidad. ¿Su objetivo? Ser un deporte que tenga una huella de carbono cero para el 2030. Las preocupaciones ambientales y las consecuencias del calentamiento global son cuestiones que preocupan a cada vez más personas y los deportes como el automovilismo son blancos de grandes críticas debido a su despilfarro de combustible y de emisiones durante las carreras.
El problema que tiene este nuevo proceso es que no hay una manera muy clara de llegar a una meta tan ambiciosa. A nivel de las fábricas de cada equipo, se busca que el 100% de la energía utilizada sea renovable. En el caso de la logística, el objetivo es “maximizar la eficiencia de la logística y utilizar el transporte que menos dióxido de carbono emite. En algunos casos se podría lograr disminuyendo las distancias entre carrera y carrera, pero aún no hay una forma de reducir la contaminación de los vuelos”.
Parte de este empuje es mantener la Fórmula 1 como una serie de vanguardia. Durante su historia, la competencia ha sido vista como una muestra de las tecnologías que luego serían implementadas en los autos de producción masiva, siendo el avance tecnológico una de sus principales atracciones.
Además buscan mantener una mejor relación con las ciudades donde se realizan carreras o se instalan fábricas de producción, mencionando que “nuestra misión es dejar un legado de cambio positivo donde sea que corramos”. Por esta razón buscarán impulsar campañas para que los fans puedan ir en transportes menos contaminantes, solo utilizar materiales reciclables e incluso ofrecer comida más saludable.
De esta forma, la Fórmula 1 inicia uno de los planes más importantes de su historia, esta vez enfocado casi exclusivamente fuera de las pistas. Sus líderes ya no pueden ignorar las consecuencias ambientales de organizar una carrera, por lo que buscan anticiparse a las regulaciones y ser líderes en avances de disminución de emisiones. En algunos casos los propios fanáticos podrían estar en contra, pero es un desarrollo que no cambiará por los próximos años, así que el ruido de los autos no volverá a ser el mismo, todo por una causa mayor.
Fuentes
1 - “Sustainability Strategy” - Formula1.com
2 - ”Formula 1 launches a plan to become carbon neutral by 2030” - BBC Sport
3 - “Quiet Formula One Cars Spark a Noisy Debate” - New York Times
4 - “How Mercedes Made the Most Efficient Racing Engine Ever” - Revista Road and Track