- Por Eduardo Palacios, fepalacios@tigo.com.py
Por varios años el noticiario ocupó el centro de la audiencia capitalina fundamentalmente, habida cuenta el alcance de la emisora Cáritas, siempre con el relato del locutor que le dio un estilo inconfundible a su labor.
El “Repórter Esso” fue el nombre utilizado por varios noticiarios de radio y televisión patrocinados por la compañía internacional petrolera Eastern States Standard Oil (Esso), muy popular en varios países de Sudamérica entre las décadas de 1940 y 1990.
En el Paraguay, Alejandro Noguera, un destacado locutor y periodista, relataba las noticias en Radio Cáritas al medio día, en los últimos años de la década del 60 y primeros años de la década del 70, en un espacio informativo con ese nombre. Era un noticiario que con el gran respaldo de la seriedad y credibilidad de la hoy decana de las emisoras capitalinas atrapaba a la audiencia con un estilo muy particular de relato que caracterizó al hoy ya desaparecido informativista.
Pocos años después apareció Getulio “Ñoca” Arrúa Vinader, llegado desde su Encarnación natal con otro estilo de locución en los relatos informativos para constituirse en una figura central en la que fuera ZP10 Radio Paraguay, por donde desfilaron grandes “estrellas” de la radiofonía nacional y era considerada escuela de formación de numerosos locutores y animadores, bajo la dirección de don Gerardo Halley Mora.
En el “Repórter Esso”, con el patrocinio de la empresa norteamericana citada, Noguera daba vida a los sucesos informativos de la época, redactados por destacados periodistas del diario La Tribuna, quienes en ese entonces respaldaban con su labor el novel periodismo de los medios radiofónicos.
Por varios años el noticiario ocupó el centro de la audiencia capitalina fundamentalmente, habida cuenta el alcance de la emisora Cáritas, siempre con el relato del locutor que le dio un estilo inconfundible a su labor y marcó un hito en la historia de la radiofonía nacional.
Una época que ya no volverá, pero que marcó el derrotero por donde transitaron luego los demás medios radiofónicos capitalinos.
UN LOCUTOR DE PRIMERA: RICARDO SANABRIA
La aparición de la televisión en Asunción obligó a recurrir a la gente de la radio como soportes para el desarrollo de su actividad en el campo artístico especialmente. Una de las especialidades requeridas fueron los profesionales de la locución.
La profesión de locutor ha tenido figuras preponderantes en diferentes épocas, que en esta página trataremos de hacerlos conocer ya que forman parte de nuestras Historias de Radio. Hoy nos referiremos a Ricardo Sanabria, un talentoso actor y locutor que fue por más de 35 años maestro de ceremonias en los actos oficiales de la Presidencia de la República, que además de su tarea radiofónía fue también el primero en aparecer ante las cámaras de la televisión.
Varios de los más relevantes acontecimientos para la historia política nacional lo han tenido como conductor de las ceremonias, sobresaliendo la Jura de la Constitución Nacional de 1967, la firma del Tratado de Itaipú y las inauguraciones de las centrales de Acaray e Itaipú, por citar solo algunos de los más trascendentes actos que le haya tocado dirigir.
Fue locutor de Radio Nacional del Paraguay desde 1952. Antes estuvo en las mismas funciones en Radio Guaraní. En el rol teatral, la crítica de los años sesenta lo presenta como un actor de gran talento. En ese sentido, hizo teatro bajo la dirección de los más grandes directores teatrales como Héctor de los Ríos, Fernando Oca Delvalle, Mario Prono, Ernesto Báez y otros.
Hizo radioteatro en diversas compañías, entre otras la de Olga Zubarry, actriz argentina que desarrollara una intensa actividad teatral en Asunción en los años 60.
Fue el primer locutor paraguayo que apareciera en las pantallas de la televisión, ya que fue el maestro de ceremonia de la inauguración oficial del primer canal de TV en nuestro país en setiembre de 1965. Hoy, retirado hace años de la profesión, pasa sus días de jubilado en la pintoresca ciudad de Areguá.
“DOÑA MIMÍ”: LA PRIMERA LOCUTORA DE ENCARNACIÓN
En 1930 se instala en Encarnación Radio Bouquet (ZP3 La Radio del Litoral Argentino-Paraguayo), constituyéndose en una de las primeras del interior del país, llenando así un vacío tan importante en la sociedad itapuense. Esta emisora que transmitía desde la que fuera la “Villa baja” se constituía en el eco de los acontecimientos de la vida encarnacena y nacional.
Hilda Gómez Crosta de Villalba, popularmente conocida como “Doña Mimí”, es convocada para desempeñarse como locutora en la emisora, siendo la primera mujer en ocupar dicha actividad, aceptando el desafío que implicaba, al poco tiempo de haber egresado como maestra normal, conforme se cita en la biografía publicada en Encarnación en el libro “Época de Oro I”, del Lic. César Benítez y el profesor Julio Sotelo.
Al estallar el conflicto bélico del Chaco, doña Mimí, como locutora, se convirtió en vocera de las actividades de la Comisión de Aprovisionamiento que funcionaba en el Centro Social de Encarnación.
Tiempo después, tras la desaparición de Radio Bouquet, doña Mimí se dedica a la docencia en instituciones de enseñanza de su ciudad y en 1942 ingresa como locutora nuevamente en la ya instalada Radio Encarnación, dirigiendo programas de diversas características. Fundó la Escuela Encarnacena de Declamación y dictó clases de ortografía y redacción castellana. Falleció el 17 de abril de 1993. La biblioteca de la Casa de la Cultura de la Municipalidad de Encarnación lleva su nombre. Fue formadora de varios profesionales locutores en la capital de Itapúa. Se la recuerda siempre por las iniciativas y la promoción de los valores culturales tradicionales, su intransigencia en cuanto al uso correcto del idioma español y su vocación docente.