Además de ser la sede del Estado homónimo, es un lugar en el que se puede apreciar de cerca la magnificencia de la arquitectura y la belleza imperecedera del arte de quienes le dieron forma. A cada paso, se pueden apreciar los detalles de la más grande belleza, que se traduce en pinturas que reproducen, las escenas principales relatadas en los Evangelios, las largas galerías y las imponentes esculturas de mármol. La Plaza de San Pedro es el epicentro de la fe católica y donde se reúnen creyentes de todo el orbe a escuchar el Ángelus del Papa, cada domingo.

  • FOTOS: CARLOS JURI

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