B. tiene 16 años y se enteró de la opción de cuidado a través de redes sociales. “Vine a inicios de mayo y primero me sacaron la presión, luego pasé con la psicóloga y tuve una charla, para posterior­mente entrar con la ginecó­loga. Me gusta la atención que tienen, es higiénico y te explican todo”, contó a La Nación luego de culmi­nar su consulta en el espa­cio Ñangareko.

El implante anticonceptivo subdérmico se trata de una pequeña varilla de polímero que contiene una hormona llamada progestina, que una vez colocada va libe­rando dosis pequeñas de la hormona. La efectividad del implante para las adolescen­tes es de 3 años.

“Me pareció un método nuevo que me llamó la aten­ción y le hablé a mi mamá, ella me dijo que sí, que venga, y mi novio me acompañó”, continuó contando la joven, quien dijo que anteriormente utilizaba el método del pre­servativo y que nunca tuvo ningún embarazo ni aborto.

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“Te educan, te preguntan de todo y también te hacen el test de embarazo antes de ponerte. Todo un proceso es. Primero la consulta y eva­luación, luego la colocación”, explicó la paciente de 16 años que se aplicó el implante.

ACERCA DE ÑANGAREKO

Para entender mejor, en diciembre del 2017 se llevó a cabo la firma de convenio entre la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA y la Fun­dación Juan Rassmuss Eche­copar, lo que daba inicio al Espacio Ñangareko, un con­sultorio especializado para niñas, adolescentes y jóve­nes de hasta 19 años de edad, donde se brinda atención diferenciada para gestantes infantojuveniles, además de las consultas ginecológicas por parte de un equipo mul­tidisciplinario capacitado para el área.

Cuentan con 3 consulto­rios totalmente equipados que fueron montados por la fundación. Se podría decir que al ingresar a Ñangareko es como entrar a otro país, uno de primer mundo. Todo ordenado e higiénicamente preparado para la atención. Adolescentes que asisten con sus madres, con sus novios o con alguna amiga, todas sen­tadas esperando ser aten­didas por orden. En estos casos, es importante resal­tar que el acompañamiento de los padres en el proceso de educación y cuidado sexual es fundamental.

El profesor y doctor Ramón Bataglia, jefe de la Cátedra de Ginecología, explicó que si bien el servicio es ofrecido desde hace mucho tiempo por la Cátedra de Gineco-Obste­tricia, lo que se logró con la creación de este espacio es el apoyo de la fundación de ori­gen inglés para potenciar las actividades que realizan y de manera exclusiva a ese grupo de adolescentes.

El mismo se encuentra ubi­cado en la Cátedra y Servi­cio de Gineco-Obstetricia del Centro Materno Infantil del Hospital de Clínicas. Cuenta con un diseño bilingüe, caste­llano y guaraní, de ambienta­ción especial y adecuado para las niñas, adolescentes y jóve­nes, con atenciones gratuitas y con agendamientos direc­tos con el médico tratante.

HORARIO DE ATENCIÓN

Según mencionó el Dr. Bata­glia, este grupo de adoles­centes no necesita ir tem­prano a sacar número, sino que dentro del horario de atención, que es de 7:00 a 15:00 (dependiendo del flujo de personas hasta las 17:00), cualquier adolescente puede ir y consultar.

“Se les brinda atención integral de psicólogos, asistente social, nutricio­nista, odontólogos, estu­dios auxiliares, consejería y prevención, dándoles la tranquilidad de la confiden­cialidad”, argumentó.

Comentó además que en total 142 personas consultaron en abril, de las cuales correspon­den a prenatal 82 consultas, ginecología casi 50 y planifi­cación, 11. Todo está diferen­ciado cuántos son de control, cuántos de primera vez, todo especificado y registrado.

UNA OPCIÓN VÁLIDA

Si bien los implantes subdér­micos pueden ser utilizados por mujeres adultas y tam­bién por adolescentes, son las jóvenes quienes pueden acce­der a este servicio en el Espa­cio Ñangareko. “Se hace la consejería y no todas se ponen en la primera cita porque tie­nen que estar aptas. Está el tema de la menstruación, se da un proceso de 15 a 20 días para que venga la menstrua­ción. Se tienen que quedar acá un lapso de unas horas para ver cómo reacciona y si está todo bien, después se les cita para su control nue­vamente y, por supuesto, si tiene alguna complicación, tiene que acudir al servicio por cualquier cosa”, explica­ron en el Espacio Ñangareko.

CUIDADOS DE COLOCACIÓN

No golpear, no alzar cosas pesadas, evitar el esfuerzo físico una semana y luego volver para el control, esas son las indicaciones que brindan las especialistas a las jóvenes. Recordaron que el servicio de urgencias está disponible las 24 horas, todos los días, inclusive fin de semana y feriados, por cual­quier cosa. Pero destacaron que no tendría que haber ninguna complicación.

Por su parte, la licenciada Maura González comentó que llegan pacientes de todas las edades pregun­tando acerca del implante. Se les explica que ese espa­cio es exclusivo para adoles­centes hasta los 19 años y que pueden acudir al servicio de ginecología de adultos. “Por el momento, llega más gente de Central, tal vez porque la gente del interior tiene más cuestiones culturales. Como es un implante, no todos están abiertos a eso”, refirió.

Las pacientes llegan y se hace una clasificación de las que son aptas y las que no lo son, teniendo en cuenta ciertos factores. Se les con­trola la presión, el peso y se les pregunta la fecha de la última menstruación. “Si la fecha está un poco alejada del día en que consulta, le pregunto si tuvo relaciones sexuales durante ese tiempo y depende de la respuesta. Si la respuesta es no, le paso a la doctora los datos y esa paciente está apta”, afirmó la licenciada.

Contó además que existen casos de embarazadas que llegan y que tienen vigente aún su método de planifi­cación, pero que se querían colocar ya el implante, entonces se les explica que cuando termine el período de su anticoncep­tivo se les puede colocar. De esa manera se van des­cartando los casos.

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