Nacional se dio el gusto de volver a disfru­tar de una victoria, la segunda, luego de mucho tiempo, nada menos que ante Olimpia. El Franjeado jugó un pésimo partido, princi­palmente en la etapa inicial, tiempo en el que no generó ocasiones de gol. El triunfo le da al Tricolor un aire de esperanza para lo que viene y un duro golpe al equipo de Palermo, que queda ahora a nueve puntos de Libertad.

Casi hasta el minuto 15 del primer tiempo, el partido prácticamente se jugó en el mediocampo. Ninguno de los dos logró sacar ventaja por­que predominó la marca en forma excesiva, pero cuando Nacional comenzó a encon­trar algunos espacios hizo daño.

Poco o poco fue ganando en los duelos divididos y con la velocidad de Gaona Lugo y Gustavo Caballero, se acercó cada vez más. Incluso llegó al gol con un remate de Richard Prieto, pero el VAR intervino y anuló el tanto por una falta previa del autor sobre Anto­nio Bareiro.

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La Academia, ya mucho mejor parado, tuvo otra ocasión clara con un cabezazo de Col­mán, que Marino Arzamen­dia logró desviar. Pero tras el córner, Bareiro fue otra vez protagonista porque infan­tilmente extendió la mano y cometió el penal tras un cór­ner desde el sector izquierdo.

Gustavo Caballero se encargó del tiro y con remate cruzado descolocó a Arzamendia para decretar el 1-0.

Olimpia estaba obligado a buscar mejorar en el segundo tiempo tras ese primer tiempo sin ideas y comenzó a arrinconar a Nacional con algunos cambios. Ya con Erik López y Hugo Adrián Benítez

en cancha se hizo dueño de la pelota, pero casi siempre equivocó el camino. Su poco juego lo suplió con empuje. Pratto tuvo el empate, pero Kili Rojas achicó bien su arco tras el remate a quemarropa del delantero.

Los otros cambios de Palermo buscaron la variante en ata­que que nunca prosperó y Nacional cerró un gran triunfo tras aguantar bien en defensa las acciones des­ordenadas de su rival.

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