En un electrizante par­tido, que tuvo muchos condimentos, Liber­tad dio un golpe de autoridad en el clásico blanco y negro al ganarle a Olimpia por 2-1 en su Huerta. El Guma­relo lo liquidó con un gol en los minutos de adición para seguir mandando más que nunca en la punta de la tabla, ahora a seis puntos de ventaja sobre el Franjeado.

El partido tuvo un arranque dinámico y tras dos aproxi­maciones de ambos equipos fue Olimpia el que golpeó rápido el tablero. Olmedo cortó un avance, exten­dió para Domínguez y este para Derlis. El 10 franjeado habilitó a Iván Leguizamón, que metido como delantero encaró y eludió a Rodrigo Morínigo para definir de derecha y poner el 1-0 para Olimpia.

Un comienzo ideal para el equipo de Palermo, que minu­tos después, con otro remate de Redes, que desvió Morí­nigo, parecía más firme en la cancha.

Libertad comenzó a mover su maquinaria y se puso a la altura del partido. Encerró más a su rival, que tampoco renunciaba al ataque con sus contragolpes, aunque perdió fuerza con la salida de Derlis González por lesión.

El predomino local se hizo más latente con la buena cobertura de su mediocampo y con la calidad de Lorenzo Melgarejo, que siempre exigió.

Ya Libertad se había per­dido el empate en dos accio­nes puntuales cuando de un córner lo consiguió. Franco metió un cabezazo forzado y tras pegar en el palo, Melga­rejo tomó el rebote y definió suave para poner el 1-1.

MÁS DECIDIDO

El segundo tiempo no cam­bio en la intención de ambos equipos, pero nuevamente fue Libertad el que impuso mejores condiciones. Ser­gio Aquino metió cambios más ofensivos para buscar el triunfo. Olimpia tampoco se quedó atrás y exigió las veces que pudo. Una tapada clave de Morínigo ante remate de Redes encendió el ímpetu gumarelo que tras un lateral llegó al segundo tanto con una magnífica volea de Marcelo Fernández, para desatar la euforia en su Huerta. Al final lo ganó el más efectivo.

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