General Caballero y Olimpia igualaron 1-1 en vibrante exhibición en Mallorquín. De entrada General Caballero tomó las riendas del partido. Nada de especular con lo que hacía el rival; por el contrario adelantó sus líneas en busca del gol inaugural. Es que el bajo promedio apremia al cuadro rojo de Mallorquín en su lucha por no descender.
Teodoro Arce fue el líder de la rebelión esteña y a los dos minutos ya avisaba con un gran remate que Arzamendia desvió al córner en imponente intervención. Tres minutos después, a los cinco Olmedo sigue de largo ante la maniobra de Lezcano, cometiendo penal para el cuadro local, que Arce, una de las figuras de los locales, lo canjea por gol.
El Decano quedó golpeado tras la conquista de los rojos y a los 10′ casi se produce el descalabro ante una jugada de Ronald Roa, quien entra solo, pero nuevamente Marino se disfraza de bombero, capeando la situación con un achique salvador.
Poco a poco el cuadro franjeado recobró la confianza y se hizo dueño de la pelota pero no pudo concretar en la red adversaria su dominio territorial, gracias a una gran intervención del golero Guillén al desviar un remate peligroso de Redes y también a la falta de puntería de sus atacantes. Al final de la etapa General se quedó con 10 hombres por expulsión de Duarte.
La complementaria fue un monólogo olimpista frente al arco contrario, encontrando en el arquero Guillén una muralla impasable, desviando por lo menos cinco pelotas que tenían destino de gol, pero por esas cosas que tiene el fútbol, el tanto de Olimpia tuvo su origen en un grosero error del arquero dejando la pelota servida para que el recién ingresado Erik López anote la justiciera igualdad.