La polémica arbitral se volvió a instalar tras otra nueva fecha del torneo Apertura. El partidazo entre Guaraní y Libertad, con victoria 1-0 del Gumarelo, se cerró con la insólita expulsión del arquero y capitán del Abo­rigen, Gaspar Servio, por una discusión con el árbitro David Ojeda.

Fue en el tramo final del par­tido, cuando los hinchas de Guaraní comenzaron a encen­der fuegos pirotécnicos, se paró momentáneamente el partido y el juez se acercó al arquero a pedirle que calme a los aficionados.

“Cuando empiezan los fue­gos artificiales va y el árbitro me busca como capitán, pero ya venía con la amarilla en la mano. Me dijo que yo era el encargado de frenar a la gente como referente y capitán. Me amonesta y me hace un gesto como ‘listo’ y ahí le respondo: ‘¿Qué querés que haga, David? Yo no puedo hacer nada’”, men­cionó Servio en contacto con Versus radio/Nación Media.

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Agregó que en ningún momento le faltó el respeto ni lo insultó al árbitro y las imágenes de la televisión así lo demuestran.

“A partir de ese momento me enfoca la cámara de frente, eso es lo bueno, porque es la única manera que tengo de defen­derme, además de los audios. Yo en todo momento le dije: ‘¿Qué querés que haga?, llamá a la policía’, y ahí me expulsa”, se defendió.

“Me respondió varias veces: ‘Usted es el referente y capi­tán del equipo y encargado de calmar a la gente’. Yo en el medio de las bengalas no puedo hacer nada. En todo caso se hace un llamado a tra­vés de los altavoces y si no se calma la gente, se suspende el partido”, reafirmó.

PASO DE FACTURA

En otro momento, Servio manifestó que su expulsión fue una vendeta de los árbitros. “Sé cómo se manejan los árbitros acá. En algún momento me la iban a devolver que yo haya salido a hablar, siento que es un paso de factura”, acusó.

“Se la guardan y luego se te vienen. Son rencoro­sos, lo dijo Chiqui (el téc­nico Francisco Arce) en su momento, que son rencoro­sos”, agregó.

Finalmente, Servio men­cionó que ya habló de lo ocurrido con miembros de la Comisión Directiva de Guaraní y que presentarán su descargo ante la APF, teniendo en cuenta que como capitán, recibirá una sanción mínima de dos par­tidos. “Me dijeron que iban a presentar una nota (por su expulsión)”.

MÉNDEZ Y UN FALLO CLAVE

José Méndez, árbitro

La primera gran polémica arbitral se dio en la segunda fecha con José Méndez como protagonista. Sucedió en los minutos finales del partido que Cerro Porteño le estaba ganando 1-0 a Sportivo Luqueño en el estadio Luis Salinas de Itauguá. Prácticamente en el minuto final del partido se produjeron dos laterales sucesi­vos a favor de la visita. El segundo de ellos terminó en el empate auriazul. Méndez no advirtió que el lateral se había ejecutado mucho más adelante (unos 20 metros) de donde salió la pelota, e incluso antes de que el anterior traspasara la línea. Cuentas afines al club azulgrana lo demostraron incluso con videos. Como el VAR no contempla revisiones en jugadas de este tipo, el gol fue vali­dado porque el juez autorizó su ejecución. Su falla fue determi­nante y reconocida incluso por la propia Dirección de Árbitros en su análisis arbitral semanal. A consecuencia de eso, Méndez ya no fue designado en ninguno de los partidos de las fechas 3 y 4.

LA ROJA A GUSTAVO MORÍNIGO

Gustavo Morínigo, técnico de Sportivo Luqueño

Otra situación polémica se dio en el final del duelo Luque­ño-Olimpia en Itauguá. El partido entró en un clima tenso por muchas acciones en las que estuvo involucrado el árbitro Carlos Paul Benítez. Nuevamente los pasapelotas de Luqueño fueron protagonistas cuando tiraron la pelota dentro de la cancha en dos ataques de Olimpia y al momento de la lesión de Marcos Gómez, cuando forcejearon con los médicos franjeados. Esto motivó que Benítez expulsara a dos de ellos. De todas formas, su polémica decisión se dio al final del partido cuando también expulsó al debutante técnico auriazul, Gustavo Morínigo. “Al terminar el partido, entré a la cancha y le saludé a Carlos Paul Benítez. Le dije, ‘profe, vos ya no cambiás más’, por su forma de arbitrar, automáti­camente me expulsó. Yo no le hablé de forma despectiva. Me res­pondió que no soy nadie para decirle eso. El asistente me dijo que (Benítez) estaba nervioso”, afirmó el DT a la 1080.

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