El Franjeado fue mejor, generó más, pero no supo aprovechar las ocasiones y tuvo que confor­marse con la paridad ante la V Azulada.

Un vibrante primer tiempo se vivió en Itauguá, en donde el Decano fue superior, pero Ameliano se distinguió por la velocidad, precisión y efecti­vidad. En tres llegadas anotó 2. El primero Luis Ortiz (6′) ganó en el mano a mano a Olmedo y ante la salida del portero Gastón envió a la red, gran gol en un momento que estaba asediando el Decano.

La velocidad de Iván Leguiza­món por izquierda y de Rod­ney Redes por el otro extremo complicó a la zona defensiva del local. Olimpia insistió bastante y las veces que pudo finalizar las acciones, Bení­tez, Leguizamón y Richard estuvieron imprecisos.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Nuevamente el equipo de Bobadilla estuvo cerca de aumentar la ventaja cuando un cabezazo de Zaracho por poco salió desviado.

La insistencia dio su resul­tado, porque Martinich ganó el fondo de la línea, envió el pase, Rojas pifió y Luis Ortiz fusila a Olveira para el 2-0 en el minuto 30. El Fran­jeado acusó el doble golpe y comenzó a presionar más arriba, forzando que los defensores Pablo Aranda y Marcos Martinich cometieran penales, el primero sobre Leguizamón y el segundo sobre Benítez. Derlis Gon­zález se encargó de convertir desde los 12 pasos para dejar todo igualado antes de fina­lizar el periodo 1.

En la reanudación del partido luego del descanso, el Fran­jeado salió decido a marcar la diferencia, pero el portero Miguel Martínez se convir­tió en la figura al desviar dos pelotas con destino a la red. Primero un tiro libre de Redes, que tocó con la punta de los dedos antes de pegar en el palo; luego, una media­chilena de Benedetto, demos­trando una gran reacción.

El mismo Benedetto en forma increíble desperdició un mano a mano y privó al Olim­pia de un primer triunfo, por­que jugó mejor y mereció llevarse los tres puntos.

El hecho anecdótico es el ingreso de Antonio Bareiro, pero en la primera acción por un golpe en la rodilla dejó al equipo con un hom­bre menos, porque ya no tenía cambio.

Déjanos tus comentarios en Voiz