El personaje más influyente no paraguayo que revolucionó el país es el entrenador de la Albirroja, Gustavo Alfaro, quien supo renacer el ADN guaraní para encaminar a la selección absoluta a una fantástica recuperación y se encamina al Mundial 2026.
Alfaro, un “cazador de utopías imposibles” destacó el coraje, garra, sacrificio, solidaridad y talento de los albirrojos para alinearse a los nuevos desafíos y derribar mitos. El entrenador argentino hizo su reflexión para analizar su trabajo en Paraguay. “La pelota comenzó a rodar y afloró el ADN que clamaba por expresarse. Contagió expresiones sublimes de compromiso. Los costados del camino se llenan de gente. La camiseta recupera su espacio. Un estadio repleto. Un plantel que suma desde el lugar que le toque. El pueblo lo percibe. Hermosa oportunidad para recuperar la historia”, escribe Alfaro en Instagram.
“Coraje, garra, sacrificio, solidaridad y talento. Ingredientes de este tiempo. Rachas históricas que se derrumban. Esperanzas que nacen. Un país que se encolumna”, enfatizó en su peculiar forma de expresarse.
El profe Alfaro, como le dicen con cariño sus futbolistas, agradeció el cariño que recibió desde su arribo en Paraguay.
“Jamás tomé la dimensión qué generó en el país. Volver a sentir con orgullo lo que representamos y hacerlo desde nuestros deseos primarios. Recuperar valores históricos, agitar a los jugadores. Por esos niños que fuimos, por un país que anhela, una historia que clama justicia”, ilustró el técnico.