Una semana después de haber alzado su primera Copa Libertadores, el Botafogo de Río de Janeiro se consa­gró campeón este domingo del campeonato de fút­bol de Brasil, una con­quista con la que pone fin a una sequía liguera de casi treinta años. Los paragua­yos Roberto “Gatito” Fer­nández y Óscar Romero estuvieron en el banco de suplentes del Botafogo, pero no ingresaron.

El Fogão ganó su tercera estrella, la primera desde 1995, al vencer 2-1 en su casa al São Paulo en el estadio olímpico Nilton Santos en la 38.ª y última jornada del certamen.

Al equipo de la Estrella Soli­taria le bastaba con conse­guir una unidad para tocar el cielo y de paso cortar el domi­nio del Palmeiras, vencedor de las dos últimas ediciones del Brasileirão, la liga más poderosa de Sudamérica.

El atacante venezolano Jefferson Savarino desató el júbilo en el Nilton Santos con una bella definición en el minuto 37.

El atacante William Gomes puso tensión al empatar en la segunda parte (63), pero el volante Gregore, antihé­roe de la final de la Liberta­dores, sentenció el 2-1 en el descuento (90+2).

Comandado por el por­tugués Abel Ferreira y segundo en la tabla, a seis puntos, el Verdão perdió 1-0 con el Fluminense en São Paulo.

Tras el cierre de la compe­tición, Botafogo se concen­trará en la Copa Interconti­nental que jugará en Qatar la próxima semana y luego saldrá de vacaciones.

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