Aunque lo tuvo todo en contra, Botafogo logró la hazaña: ganó su primer título de la Copa Libertadores de América, que lo logró con un hombre menos al vencer por 3-1 al Atlético Mineiro, en la final brasileña disputada ayer en Buenos Aires.
En su primera final del certamen, en la que jugó con diez hombres desde el minuto uno por expulsión de Gregore, el Fogão, además, sepultó una sequía de casi tres décadas sin conquistar un gran título y firmó su resurrección absoluta luego de oscilar entre la primera y la segunda división en temporadas pasadas.
El equipo que el legendario Garrincha hizo célebre en las décadas de 1950 y 1960 podrá silenciar por fin las burlas de sus rivales, que hasta ayer le recriminaban ser el único equipo tradicional de Brasil que no ganaba la Libertadores.
Pese al dominio rival, a los 35′, Luiz Henrique abrió el marcador para el Botafogo y a quien luego el portero Everson derrumbó dentro del área, permitiendo que el lateral izquierdo Alex Telles ampliara la cuenta a 2-0, desde el punto penal en el minuto 44.
El chileno Eduardo Vargas, con un cabezazo a los 47′, metió nuevamente al Mineiro en el partido, pero al que de nada le sirvió el dominio en el segundo tiempo para evitar la derrota y la consagración de su rival.
En el Mineiro fue titular todo el partido Júnior Alonso, mientras que en el Botafogo estuvieron en el banco pero no ingresaron Roberto “Gatito” Fernández y Óscar Romero.