El defensor paraguayo Júnior Alonso será titular en el Galo, Júnior Fernández y Óscar Romero están en el banco en el Fogão.
Con realidades opuestas pero la misma ilusión, Atlético Mineiro y Botafogo pugnan hoy en Buenos Aires por el cetro de clubes más valioso de América: la Copa Libertadores.
Sin importar el resultado, el campeón será brasileño y albinegro, como los colores de los cuadros de Belo Horizonte y Río de Janeiro que chocan entre ellos por primera vez por la llamada Gloria Eterna.
El Galo buscará el bicampeonato, tras tocar el cielo de la mano de Ronaldinho Gaúcho en 2013, mientras que el Fogão se estrena en la instancia definitiva nada menos que en la renovada casa de River Plate, con capacidad para 84.567 espectadores.
Conocido en el mundo entero por ser el club del legendario exatacante Garrincha, fallecido en 1983, el Botafogo parte como favorito luego de protagonizar una temporada que podría resultarle tan inédita como histórica... o decepcionante.
Impulsada por la chequera de su propietario, el magnate John Textor, dueño también del Olympique de Lyon, entre otros equipos, la Estrella Solitaria lidera la liga de Brasil a falta de dos partidos.
Las exclusivas invitaciones parecen motivo suficiente para que el Atlético Mineiro muestre una mejor cara en el Monumental, adonde llega arrastrando una mala racha de diez partidos consecutivos sin ganar, incluidas las derrotas ante Flamengo en las finales de la Copa do Brasil.
El Galo no conoce la victoria desde que goleó 3-0 a River en la semifinal de ida de la Libertadores.
El entrenador argentino Gabriel Milito, de 44 años, ha sufrido para exprimir el talento de una nómina de quilates que hace varias fechas quedó fuera de la contienda por la liga y que en Argentina no contaría con el lesionado mediocampista ofensivo Matías Zaracho.
AL MUNDIAL DE CLUBES
Aparte de tocar la Gloria Eterna, el ganador será el último de los 32 elencos clasificados al renovado Mundial de Clubes que se disputará en Estados Unidos entre junio y julio de 2025.