La explosión de alegría de los olimpistas se vivió en todo el país, pero principalmente en Pedro Juan Caballero, en donde una multitud presenció la nueva consagración del Decano, esta vez de la mano del entrenador Martín Palermo, quien al principio de su trabajo tuvo mucha resistencia, pero supo explotar la fortaleza del grupo para conseguir su primer título como técnico.
El profesional argentino se emocionó hasta las lágrimas al final del partido. “Es una emoción, una alegría por conseguir algo tan importante como entrenador, pero más allá del título, lo que se valora es lo que se luchó, se trabajó, en donde los jugadores se dieron en cada partido con el corazón y entrega y es la satisfacción que un entrenador siente”, expresó Martín Palermo.
El entrenador quiere seguir dirigiendo al Olimpia, y ya hay principio de acuerdo para que así sea, igualmente agradeció a su familia por el apoyo en todo momento, a su cuerpo técnico y a todos los colaboradores del club. “Tengo la satisfacción de festejar mi primer título como entrenador, lo dije cuando llegué, porque no quería estar de paso sino dejar algo en la historia de este club”, expresó el Titán, quien ya se imaginó lo que va a ser el festejo cuando retorne el plantel a Asunción de Pedro Juan Caballero, que se produjo esta madrugada.
“Se mostró valentía y carácter”
Para conseguir un título hay cuestiones que no se pueden negociar y Martín Palermo supo despertar en sus jugadores la esencia de un plantel campeón.
“Este grupo tiene valentía, carácter, hambre, compromiso, ambición de conseguir cosas importantes. Tenemos a muchos referentes que ya vivieron esta situación y son ellos quienes dieron el estímulo a los más chicos. Nos fuimos de a poco acomodando al torneo, a nuestras necesidades, sabíamos que teníamos que potenciar al máximo lo que tenemos y logramos que todo fluya para que hoy estemos festejando de esta manera”, valoró el estratega.
“Agradezco al presidente Coto Nogués por la confianza cuando llegamos en febrero y a su comisión directiva”, agregó el DT franjeado.