El superclásico del fútbol paraguayo entre Olimpia y Cerro Porteño se vivió intensamente en la previa y durante el partido en el estadio Defensores del Chaco, en donde la parcialidad franjeada fue mayoría absoluta y la disfrutó de una excelente presentación del equipo de Martín Palermo, que se encamina a la consagración en el torneo Clausura.
El aliento fue una constante desde antes del comienzo del juego, especialmente cuando los equipos ingresaron a la cancha, en donde se vivió una verdadera fiesta de recepción con los cánticos, fuegos artificiales y humos, que sirvieron de un preludio de una gran victoria que se dio al final con una enorme goleada y deja fuera de la carrera al tradicional rival, el Ciclón de Barrio Obrero.