Sportivo Trinidense y 2 de Mayo no pudie­ron romper el cero en Trinidad y más allá de las sen­saciones encontradas, el más perjudicado fue nuevamente el Gallo Norteño, que cada vez se aleja más de la punta.

Fue un partido muy parejo en cuanto a dinámica e incluso en las pocas ocasiones que generaron ambos equipos. Por el lado de Trinidense, la trilogía compuesta por Diego Torres, Manuel Romero y Paul Charpentier fueron los encargados de generar las mejores jugadas del ataque aunque con poca fortuna. Contrariamente a lo que sucede habitualmente, no estuvieron bien acompaña­dos de jugadores como Luis de la Cruz e incluso Marcos Riveros, los más experimen­tados, que no pesaron mucho como en anteriores partidos.

En el Gallo Norteño, Rodrigo Ruiz Ruiz estuvo muy solo y aunque las veces que atacó en bloque su equipo, fue el más incisivo de todos.

Esa neutralidad no se modi­ficó en esa parte del partido, pese al esfuerzo y las necesi­dades de ambos.

De todas formas, las mejo­res emociones se dieron en el segundo tiempo, aunque tam­poco hubo efectividad. Trini­dense fue el equipo que más arrimó peligro. Primero fue por una incursión profunda de Torres, que no pudo definir cómodo y luego Charpentier, cuyo cabezazo se perdió ape­nas desviado.

Pareciera ser que el 2 de Mayo espero un poco para poder contraatacar y lo hizo, luego de refrescar su línea de volantes. Primero neutralizó el juego ofensivo de su rival y en los tramos finales apuró en busca del gol.

Domínguez fue el primero en exigir y luego, ya en el tramo final, en dos acciones sucesi­vas que no terminó en gol en forma increíble. Sosa ganó por arriba, Cornet definió de cabeza para permitir la intervención de Samudio y del rebote, Barreto remató a quemarropa al palo, desper­diciando la gran chance de anotar y brindarle a su equipo los tres puntos.

Al final, el empate dejó sabor a poco en ambos equipos, aun­que el que más lo lamentó fue la visita, que parece resignar sus chances de pelear por el título.

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