Paraguay es local esta noche frente a Vene­zuela, en duelo clave con tinte de final ante un rival directo en la pelea por uno de los cupos dis­ponibles de Sudamérica para el Mundial de 2026. El encuentro se cumplirá a estadio repleto de público en el Defensores del Chaco.

Se trata del partido en el que se debe confirmar el repunte de la Albirroja, en coincidencia con la llegada del entrenador argentino Gustavo Alfaro, quien tra­bajó en lo anímico y futbo­lístico para recu­perar la mística perdida luego de un inicio en falso en las actuales eliminato­rias sudamericanas.

La Albirroja ha puntuado en los últimos tres encuen­tros, todos muy complejos: frente a Uruguay en Monte­video (empate 0-0), Brasil en Asunción (victoria 1-0) y Ecuador en la altura de Quito (empate 0-0).

Hoy la obligación es dife­rente, se busca más gene­ración de fútbol para que lleguen los goles, el triunfo para dejar todos los pun­tos ante un rival que no ha ganado en sus últimas pre­sentaciones, pero es capaz de complicar, incluso ha logrado igualar (1-1) de local ante Argentina, que marcha en punta en la competición.

El entrenador Gustavo Alfaro retoca la formación, que tendrá un dispositivo táctico con mayor volu­men ofensivo. Está confir­mado el retorno del volante Diego Gómez y del defen­sor Júnior Alonso, ausen­tes frente a Ecuador, quie­nes cumplieron la pena por acumulación de tarjetas. Isidro Pitta será el encar­gado de comandar el ata­que, quien tendrá el acom­pañamiento en la ofensiva de Miguel Almirón, Julio Enciso y Ramón Sosa. Por lesión, quedan al margen el lateral izquierdo Santiago Arzamendia y el centrode­lantero Alfio Oviedo.

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