Matías Félix Fernán­dez tocó el corazón de todo Paraguay y especialmente al barrio San Carlos 3 de Concepción, en donde se inició como futbolista en los potreros del lugar, pri­mero como número 9 y ahora como arquero ya es campeón sudamericano con la Albirroja Sub-15.

De familia humilde, a los 12 años ya dejó su casa fami­liar para llegar al Olimpia, en donde ya se consagró monarca igualmente en Sub-16.

En Bolivia fue fundamental para que Paraguay grite cam­peón por tercera vez en su his­toria. Siempre se tuvo fe y lo hizo saber a sus compañeros desde el inicio. Fue una de las piezas claves en los 6 partidos, así como en los dos encuentros que se definieron en penales, en donde paró tres, uno en la final para la consagración ante Ecuador.

“Estoy muy feliz, orgulloso del equipo. Este campeonato está dedicado para todo el pueblo paraguayo y para toda mi familia”, expresó emocio­nado el arquero albirrojo tras su arribo de Bolivia.

El resultado es el producto de la buena preparación de la selección y en especial de Fer­nández. “Vengo esforzándome mucho. Son 6 meses de prepa­ración, por suerte pude ayudar al equipo”, contó.

Sus comienzos fueron com­plicados, especialmente en lo laboral, porque desde niño tuvo que trabajar en construcciones. “Yo antes trabajaba como albañil con mi tío y luego el profesor Ricardo Zárate me trajo a Olimpia, que me ayudó mucho en el proceso”, enfa­tizó Fernández, quien tiene grandes sueños. “Trabajando duro y en equipo se gana todo. Ahora voy a trabajar el doble en Olimpia y mi sueño es debu­tar en Primera y estar en la selección absoluta”, expresó confiado el arquero de 1,92 cm.

Su madre Leonarda Gavilán contó la confianza que tenía en la selección su hijo y se mos­tró orgullosa por la gran con­quista. Los partidos tuvieron que ver en familia en un televi­sor prestado del vecino, porque la familia tiene uno pequeño.