Tras la derrota 2-1 frente a Libertad del sábado, todo Cerro Porteño estalló en contra del arbitraje de Blas Romero y de sus colaboradores. El volante Robert Piris da Motta fue autocrítico en nombre del equipo en sus declaraciones, pero también apuntó sus que­jas hacia la mala tarea de los jueces. El directivo Miguel Carrisoza y Jesús Calderón, asistente técnico del expul­sado entrenador español Manolo Jiménez, también acusaron al arbitraje.

Los reclamos tienen que ver con la expulsión en el primer tiempo del defensor brasileño Eduardo Brock, además de la no sanción de un penal por mano del volante de Libertad Hernesto Caballero.

“Realmente lamentable y ver­gonzoso aguantar este tipo de arbitrajes. Justo cuando está­bamos jugando bien mues­tran la imagen del contacto y no la jugada donde el jugador venía resbalando”, cuestionó Carrizosa sobre la expulsión de Eduardo Brock, quien vio la tarjeta roja por falta contra el delantero Gustavo Aguilar. El directivo adelantó que se va luchar por este campeo­nato, pero “nosotros ya no nos vamos a callar”.

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Jesús Calderón, asistente técnico del expulsado DT Manolo Jiménez, también se quejó de lo mismo. “Los juga­dores sintieron impotencia. A partir de decisiones del árbi­tro, Cerro no ha podido hacer nada, el VAR aquí está para nada”. En cuanto a la no san­ción de un penal reclamado por mano del volante liberteño Hernesto Caballero, el futbolista Robert Piris da Motta, indicó: “Hay cosas que no podemos manejar. Fue una mano muy clara. La roja, no sé. Mucho no puedo decir porque después se toman contigo”.

El siguiente partido de Cerro Porteño será el próximo miércoles 18 de setiembre por la Copa Paraguay frente al Deportivo Recoleta, a partir de las 19:30, en el estadio Luis Giagni de Sol de América.

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